El outsourcing quedó en pie con la reciente reforma laboral y sigue representando una forma de contratación precaria en beneficio de las ganancias de los empresarios.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 4 de diciembre de 2019
Ayer, el Consejo Coordinador Empresarial y la Confederación Patronal de la República Mexicana se pronunciaron en contra de la regulación de la subcontratación (outsourcing) propuesta en la iniciativa de reforma presentada por el senador Napoleón Gómez Urrutia.
Por la noche, el Senado frenó la discusión de dicha iniciativa, que ya había sido aprobada en comisiones, con el argumento de que debía reflexionarse más profundamente, para lo cual se propuso el mecanismo de parlamento abierto.
En su conferencia matutina de hoy, López Obrador optó por no emitir su opinión respecto al outsourcing. Dijo que ese asunto lo tiene que resolver el Senado, que se tienen que poner de acuerdo, escuchar a todos los involucrados y que se lleve a cabo una consulta, con el sector empresarial y obrero, especialistas y ciudadanos.
Llamó a confiar en el Senado de la República y concluyó con que “el Ejecutivo no tiene una postura definida sobre esto”, justificando su silencio con su ya acostumbrado recurso de que “ya no hay línea”.
Como es sabido, el outsourcing es una de las principales vías para la precarización laboral, que tuvo un enorme avance durante el neoliberalismo. Esta figura quedó en pie con la reciente reforma laboral, y aunque con algunas regulaciones, sigue representando una forma de contratación precaria en beneficio de las ganancias de los empresarios.
Con su silencio, AMLO no sólo intenta quedar bien tanto con los empresarios como con los trabajadores, sino que refleja la imposibilidad de conciliar los intereses de ambas clases sociales, o por decirlo de otra manera, de “gobernar para ricos y pobres” como pretende el Presidente.