Conmovedor testimonio de lucha colectiva contra la violencia de género. Un libro que narra la búsqueda de justicia por Johana Chacón y la fuerza de una comunidad educativa organizada por sus maestras.
Cecilia Soria @Ceci_Soria_
Miércoles 2 de octubre 22:57
Silvia Minoli, acompañada por Micaela Blanco Minoli y Ángeles Acosta, presentó su libro ’Por ellas, por todas’ en la Feria del Libro. La obra narra la historia de lucha y pedido de justicia por la desaparición de Johana Chacón y Soledad Olivera en Lavalle en 2012.
Gracias a su lucha, aprendimos que ante las injusticias no podíamos quedarnos inmóviles
Micaela Blanco Minoli, hija de Silvia, se dedica al periodismo y la docencia, además de formar parte de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Abrió la presentación agradeciendo a su madre por escribir el libro: "Mamá, quiero agradecerte por escribir este libro. Ha sido un acto de valentía y una muestra de cómo podemos transformar el dolor y la ira en lucha colectiva". A continuación, destacó tres maneras de leer el libro:
• Una crónica fiel: "Es una crónica fiel y honesta sobre los hechos ocurridos. Se basa en un gran archivo que las maestras de Lavalle construyeron, documentando cada detalle, cada noticia en los medios y cada actividad que realizaron para visibilizar la desaparición de las chicas y encontrarlas".
• Un ejemplo de organización: "Gracias a su lucha, aprendimos que ante las injusticias no podíamos quedarnos inmóviles. Así fue como las estudiantes de la UNCuyo creamos una comisión de mujeres independiente y logramosparar la Facultad de Ciencias Políticas el día del juicio por Soledad Olivera. Peleamos para que jueces como Uliarte, Bermejo y Valerio, que eran docentes en nuestra universidad, no pisaran nunca más ese espacio”.
• Un llamado al compromiso docente: "Creo que este libro, desde la perspectiva docente, muestra cómo es primordial el compromiso en la defensa y promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, lo hacemos con mucha soledad y pocas herramientas. El Estado, que debería ser el garante de esos derechos, es el responsable de las vulnerabilidades”.
Este libro trascenderá generaciones, colores políticos y momentos históricos
Ángeles Acosta, comunicadora y feminista, tuvo a su cargo la escritura de las palabras preliminares del libro. Conoció a Silvia cubriendo la desaparición de Johana para el diario Los Andes, destacó la lucha incansable de Silvia y su rol fundamental en la búsqueda de justicia: "con el tiempo dejé de trabajar en el diario y seguí involucrada con el caso. Ella es una luchadora y militante maravillosa, es alguien a quien admiro profundamente."
Destacó su admiración por Silvia, su templanza e integridad, incluso en los momentos más difíciles. "Admiro de Silvia esa templanza y esa integridad que siempre has tenido, incluso exponiendo tu salud en su momento."
Resaltó la importancia del libro como documento histórico con la esperanza de construir una sociedad más justa e igualitaria. "celebro profundamente la existencia de este libro, este documento que, como decía Micaela, trascenderá generaciones, colores políticos y momentos históricos. Tengo una esperanza: que con los años se construya una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva, libre de violencia de género."
Este libro comienza el día que desaparecieron Johana y Soledad
“Le decía a Micaela el otro día que, para mí, este libro comienza el día que desaparecieron Johana y Soledad”, confiesa Silvia Minoli, marcando el punto de partida de un camino que la llevaría a escribir este libro.
La desaparición de Johana en 2012 impulsó a Silvia y a toda una comunidad educativa a movilizarse incansablemente durante años hasta lograr justicia por Johana Chacón, asesinada el mismo día de su desaparición. “Muchas veces sentí que se burlaban de nosotros, de todos los que estábamos ahí poniendo el cuerpo,saliendo a las calles, utilizando los medios a nuestro alcance para difundir lo que estaba sucediendo”, recuerda sobre la pelea por visibilizar el caso.
Silvia relató cómo la lucha por Johana y Soledad unió a la comunidad educativa. “En la escuela, no solo las maestras, sino también los celadores, se pusieron al hombro esta lucha. Fue un camino incansable, con ideas nuevas surgiendo todos los días. Nos encontrábamos en la escuela y preguntábamos: "¿Qué más hacemos?". Todos los viernes recorrían los 3 km que separan la escuela de la ruta 40, marchando bajo el sol.
Pero no lo hicieron en soledad, se sumaron organizaciones, otras escuelas y docentes. Silvia mencionó el apoyo del colectivo Ni Una Menos, recordando que la primera marcha en Mendoza fue por Johana y Soledad. "Y aquí tenemos la bandera de ’Ni una menos Mendoza, vivas nos queremos’. Quiero agradecer profundamente a mis compañeras que están aquí con esta bandera, por la que hemos luchado tantos años. Este movimiento no es una fundación ni una organización, es un colectivo. Y la primera marcha del #NiUnaMenos en Mendoza fue por Johana y Soledad".
El libro, según relata Silvia, nace del pedido de muchas personas que veían en su historia una necesidad de ser contada. “Mucha gente me preguntaba si no iba a escribir uno”, comenta. Sin embargo, el proceso de escritura no fue fácil. “Escribir significa remover todo lo que está guardado en la memoria”, relató.
En este sentido, Silvia encontró en los recortes de periódicos recopilados con su madre y en las crónicas periodísticas una fuente de inspiración para reconstruir los hechos y plasmarlos en el libro.
La obra trasciende el relato individual y se convierte en un símbolo de la lucha colectiva contra la violencia de género. “Este libro es un reflejo de una lucha colectiva, y creo que las luchas colectivas son la única herramienta que tenemos para enfrentar las situaciones problemáticas que vivimos”, afirma Silvia.
Ley Johana
En su mensaje, Silvia hace un llamado a la prevención y a la acción del Estado. “Si el Estado invirtiera más en prevención, estas situaciones podrían disminuir”, enfatiza. Además, propone cambiar el nombre de la Ley “Día Provincial de la Construcción Colectiva de Conciencia Ciudadana” por “Ley Johana”. ”Nos encontramos con que la implementación de este proyecto en las escuelas depende de la voluntad de cada gobierno y de la rapidez con que se actúe”, el objetivo con el cambio de nombre es generar mayor conciencia y honrar la memoria de Johana.
Respecto al compromiso de las escuelas resaltó “Somos mayoría mujeres con múltiples responsabilidades. A menudo, nosotras, las más veteranas, somos las que asumimos la carga de llevar adelante estas luchas. Sin embargo, esta lucha es de todos y todas, y quiero abrir un espacio para debatirla”.
Finalmente, Silvia expresó su alegría por la respuesta positiva al libro y la posibilidad de reencontrarse con personas que se han solidarizado con la historia. "Sin embargo, a pesar de toda esta tristeza, este libro me ha devuelto un poco de alegría”.