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Red Internacional
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Sin bases ni reconocimiento científico, la UNR lanza un postgrado sobre bioemoción

Un paso adelante, dos pasos atrás: la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR lanzó un curso de postgrado llamado “Bioemoción: la Nueva Medicina y las cinco leyes biológicas”. Esto comprende el abordaje de constelaciones familiares e hipnosis Ericksoniana, entre otras doctrinas.

Martes 31 de enero de 2023 17:20

Antes del comienzo del año lectivo, la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR difundió un nuevo curso universitario llamado “Bioemoción: la Nueva Medicina y las cinco leyes biológicas”, cuyos principales ejes son las constelaciones familiares, filosofía y espiritualidad, hipnosis Ericksoniana y pensamiento cuántico. El mismo será dictado por “Terapias Complementarias Medicina UNR”, que desde 2017 viene funcionando junto con la facultad para la formación sobre terapias orientales integradas.

Antes de su lanzamiento, el curso generó polémicas, tanto por su contenido como por su orientación, ya que pese al nivel de interés que pueda generar en un sector de la sociedad, que principalmente se desarrolla en las redes sociales, los ejes del postgrado no cuentan con respaldo ni reconocimiento científico necesarios para ser dictado por la facultad. En ese caso, ¿por qué la universidad pública estaría interesada en difundir un curso de estas características?

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Una respuesta tentativa, puede ser que, como curso superior de la universidad "pública", está arancelado. Algunos de ellos a precio dólar. Este esquema de educación superior heredada del menemismo, hace que nuestra universidad se interese en algunas de las "demandas" de los "consumidores", independientemente del aval científico con el que puedan contar y de los aportes sustanciales a nuestra sociedad.

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Desde hace varios años, la Facultad de Ciencias Médicas reformó su plan de estudio poniendo en cuestión el modelo de alianzas en el mercado entre las farmacéuticas y la forma de conocimiento occidental, pero, como contracara habilitó la enseñanza de disciplinas y saberes no refrendados por el método científico, ni el respaldo de las instituciones de la universidad y la comunidad científica, psicológica y psiquiátrica.

La universidad, en lugar de ir tras la corriente de sentidos comunes para luego lucrar con dinero que va a las “cajas negras” de las facultades, a las cuales ni estudiantes ni docentes tienen acceso, debe ser el lugar de formación de científicos, investigadorxs y profesionales que aporten a nuestra sociedad al área de la salud mental en particular, e integral en general, más aún en estos momentos de crisis que nuestro país atraviesa.