La jueza Servini rechazó el pedido del gobernador Ricardo Quintela y la única lista en pie, para presidir el PJ, es la que encabeza la exvicepresidenta. Siguen los pases de factura al gobernador Axel Kicillof, por parte de Wado de Pedro.
Viernes 1ro de noviembre 19:55
La jueza María Romilda Serivini, decidió ratificar la resolución de la Junta Electoral del Partido Justicialista (PJ), que rechazó la presentación de la lista "Federales, un grito del corazón", encabezada por el gobernador riojano Ricardo Quintela, por no reunir los avales necesarios. De esta manera, la única lista en pie es la que conformó Cristina Fernández de Kirchner, "Primero la Patria".
La feroz interna abierta dentro del peronismo por la sucesión dentro del PJ, parece haberse resuelto por vías "administrativas". Y la proclamación de la lista cristinista podría producirse en los próximos días, sin votación por parte de afiliados y afiliadas.
Aún así, las pujas de poder interna siguen a la orden del día. No solo entre la fracción que comanda CFK y la de Quintela; sino dentro del propio riñón kirchnerista, entre la exmandataria y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Este viernes, Eduardo Wado de Pedro afirmó en una entrevista para Radio Con Vos, que "No es lógico que no acompañe a uno del espacio nuestro, se perjudica él”, en referencia a Axel. La reciente vuelta a la escena política de CFK, ubicó al gobernador bonaerense como un adversario político, por su obstinación en buscar un juego político propio.
Wado de Pedro parece perdonar menos esta traición, que la de los gobernadores peronistas que votaron las leyes del Gobierno. En la misma entrevista dijo comprenderlos, por la responsabilidad que tienen con sus provincias.
Se trata de una interna incomprensible para las bases peronistas, porque no se puso en juego ningún debate sobre proyectos políticos, sino por cargos. Y el peronismo atraviesa una importante crisis de representación política, tras el fracaso del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, que abrió las puertas al triunfo electoral de la ultra derecha.
Lejos de haberse logrado la "unidad" y con la herida todavía abierta, este capítulo parece tender a resolverse por la ratificación de la Justicia, sobre la resolución que tomó la Junta Electoral peronista de no habilitar la lista del riojano.
Hasta el momento, la fracción de Quintela, no manifestó si continuará buscando vías judiciales para imponer su candidatura. Esta semana, el encuentro entre Jorge Yoma (mano derecha del gobernador riojano) y el ministro del Guillermo Interior, despertó suspicacias: aunque la reunión habría sido por los fondos que retacean a la provincia. "Le dije a Yoma que esperemos que se expida la Corte para no alimentar especulaciones", se atajó Quintela, luego de la reunión. Y el revés judicial lo deja aún más golpeado.
Por su parte, Axel Kicillof, quien había lanzado una carta en clara oposición a la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de abrir una contienda electoral por la sucesión del PJ, continuó sin posicionarse. Ni a favor ni en contra de su madre política.
De esta manera, Cristina Fernández de Kirchner, iría a presidir por primera vez el Partido Justicialista nacional. La intención que manifestó en distintas cartas, es la de "enderezar" el peronismo, para que juegue un nuevo rol como partido del orden y la contención, en medio la crisis nacional abierta por los ataques de Javier Milei y su casta aliada.
Esto va de la mano de un nuevo giro a derecha de CFK, quien viene dialogando con la ofensiva mileísta, por la vía de admitir la necesidad de reformas en los derechos laborales y hasta en la educación pública, como así también una reestructuración del Estado, entre otros aspectos abiertos.
Las luchas intestinas dentro del peronismo, por cuotas de poder entre fracciones, aparecen totalmente alejadas de lo que ocurre en las calles, y de las peleas que están dando sectores de trabajadores como la Salud, y el movimiento estudiantil a nivel nacional. Es que ni siquiera los líderes gremiales peronistas que se jugaron a integrar una y otra lista, están organizando una resistencia a la altura de los ataques que imprime el Gobierno, cuando no directamente pactaron la entrega de derechos.
A pesar de matices y diferencias, es el programa político que comparte el conjunto del peronismo, lo que lo hace impotente para darle una salida a la crisis nacional, que sea favorable para el pueblo trabajador y las mayorías populares. Porque no hay un solo sector que esté dispuesto a afectar las ganancias de los grandes grupos económicos, y a desconocer las exigencias que impone el Fondo Monetario Internacional sobre la economía del país.
Por esto mismo, aunque puede cerrarse el capítulo de la interna del PJ, para nada se cierra la crisis de representación política del peronismo. Esa factura no la define ni la Junta electoral peronista, ni la Justicia, ni el posicionamiento de de Axel Kicillof: sino el pueblo que carga la crisis social y económica sobre sus espaldas.