El sector del PJ que encabeza Miguel Ángel Pichetto se reúne en Gualeguaychú desde las 14. La ausencia de los gobernadores y el apoyo de un sector del massismo, en la búsqueda por construir un peronismo a imagen y semejanza de Cambiemos.
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Jueves 5 de abril de 2018
En marzo de 2015, el sector de la UCR que encabezaba Ernesto Sanz se imponía con 186 votos en su idea de formar un acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica-ARI. Comenzaba a nacer en Gualeguaychú la Alianza Cambiemos, que meses más tarde ganaria en el balotaje.
En la tarde de hoy la ciudad entrerriana volverá a ser sede de una nueva cumbre, aunque con distintos protagonistas. Desde las 14 se reunirá en el Hotel Aguay el sector del peronismo que encabeza Miguel Ángel Pichetto junto a diputados y senadores del interbloque Argentina Federal en el Congreso.
Tras los rumores en la previa, finalmente la cumbre no contará con la presencia de mandatarios provinciales, quienes prefieren mantenerse guardados y cautos en pos de preservar el buen vínculo con la Rosada. En esta misma sintonía, los mandatarios de Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco se reunieron ayer con el presidente en la provincia misionera.
En Puerto Iguazú me reuní con los gobernadores de Corrientes, Chaco y Misiones pic.twitter.com/WnnRrZZytV
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Encuentro con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán pic.twitter.com/8ZO3uv5meh
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 5 de abril de 2018
Las fotos de los gobernadores junto al presidente es la confirmación de su apuesta conservadora: poner el foco en su gestión provincial, priorizar los acuerdos con los dueños de la caja y escapar de cualquier definición tajante que los encuadre en algún sector de la oposición. También es la ratificación de que las fotos con Macri, Frigerio y compañía hoy “garpan” mucho más que con cualquier armado peronista.
Por parte del Gobierno, no es la primera vez que desactiva la participación de gobernadores en encuentros de los distintos sectores en los que hoy se encuentra disperso el PJ. El Encuentro Nacional de la Militancia que se realizó en San Luis, contó con la baja de Sergio Uñac. En aquel entonces el sanjuanino también había posado para las cámaras acompañado del “mejor equipo de los últimos 50 años”, a tan sólo un día de concretarse la reunión en La Pedrera.
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“Bienvenidos al tren”
En las últimas horas la cumbre de Gualeguaychú registró nuevos invitados. Un sector del massismo, encabezado por la diputada Graciela Camaño, dará el presente en el encuentro organizado por Pichetto.
El 17 de marzo, en el Congreso del PJ Bonaerense celebrado en Hurlingham, un sector del massismo encabezado por Felipe Solá había estado presente. El exgobernador fue ovasionado por su “compromiso con la unidad” y hasta había sido nombrado con el cargo de primer congresal. Sergio Massa no concurrió, pero envió una carta de adhesión en la que destacaba la necesidad de “reconstruir la confianza al interior del movimiento” y reivindicaba al “peronismo joven, con futuro”.
“Quiero desde estas líneas agradecerle a Gustavo [Menéndez] y a Juanchi [Zabaleta], uno como organizador y otro como anfitrión, el haberme invitado a acompañarlos en el Congreso partidario de hoy” escribía el líder del Frente Renovador. Precisamente Gustavo Menéndez, actual presidente del peronismo bonaerense, será otro de los participantes en el encuentro de Gualeguaychú. “Mi función es actuar de puente para contribuir a la unidad del peronismo. Toda iniciativa donde se junten más de dos peronistas, y me inviten, yo la voy a acompañar. Para el peronismo, lo antagónico es Macri” aseguró el intendente de Merlo en una entrevista con el diario Clarín. “A algunos compañeros nos les gustó pero yo quiero ser puente entre los distintos espacios del peronismo y voy a participar”.
Un peronismo “blanco y puro”
Apenas 4 días atrás, Pichetto dejó una frase para el recuerdo en una entrevista, también con Clarín. Consultado acerca de si será posible medir el éxito del encuentro en función de la cantidad de asistentes, el rionegrino respondió: “No es importante el número. Si se trata de número juntamos plata, alquilamos colectivos, traemos gente de La Matanza, tocamos el bombo, cantamos la marcha peronista y ya que estamos también el hit del verano para darle aún más degradación al sistema político argentino. Eso no es lo que nosotros queremos hacer. Es otro estilo, otra estética, otra comunicación, similar a toda mi experiencia en la política argentina”.
Las declaraciones despectivas de Pichetto no sorprenden si uno recuerda sus dichos a favor de la expulsión de inmigrantes o la asociación con el narcotráfico y la “resaca” al hablar de la comunidad peruana que reside en el país.
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Su alusión ahora a la “gente de La Matanza”, “el bombo” y “los colectivos” no es casual. Pichetto busca presentarse como el líder de un peronismo blanco, bien peinado y de buenos modales, que discute con el Gobierno los términos del ajuste y negocia en una mesa chica los fondos para las provincias, entre muchas otras cosas. Un “peronismo perdonable, presentable, aceptablemente racional, moderado y confiable para el capital, como lo fue siempre” en palabras del analista político Jorge Asís.
La apuesta de Pichetto es la misma que confesó Nicolás Massot, en ese blooper televisado por el canal América. Antes de darse cuenta que estaba al aire, el jefe de la bancada del PRO en Diputados había asegurado que después del Gobierno de Cambiemos “va a venir el Partido Justicialista reciclado”. “Ojalá que el peronismo pueda terminar esto que empezamos”, se sinceró.
A eso mismo apunta Pichetto y el peronismo “blanco y puro” que comanda. Una oposición a imagen y semejanza del oficialismo, que de tanto que se parece, realizará su debut en el mismo punto de partida.
