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Red Internacional
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BRASIL GOLPE INSTITUCIONAL. Sin movilización de las centrales sindicales, la jornada de lucha contra el golpe tuvo poca fuerza

Las mayores centrales sindicales del país y el Frente Brasil Popular no construyeron el día de lucha contra el golpe desde sus bases y el resultado es una movilización muy lejana a la necesaria.

Miércoles 11 de mayo de 2016

Desde las primeras horas del día, un pequeño grupo de manifestantes contra el impeachment ya bloqueaba la Marginal Pinheiros en San Pablo, otro pequeño grupo bloqueó la Av. 23 de mayo, sucesivamente otras avenidas importantes de la ciudad que dan acceso a las terminales de micro y aeropuertos también fueron bloqueadas, pero al final de la mañana la mayor parte de esas acciones ya había terminado.

Lo que se vio en el resto del país fue muy parecido con pequeños grupos, en promedio los actos variaron entre algunas decenas o centenas de personas según los propios organizadores, que promovieron barricadas en rutas y avenidas durante una parte del día. Autopistas fueron paradas en estados como Rio Grande do Sul, Minas Gerais, Bahía, Ceará, Pernambuco, DF y Paraná. Pocos fueron los casos de sectores de trabajadores sumándose a los actos, como el de los petroleros de Mauá, a través de Sindipetro, los choferes de Natal, que guardaron los micros hasta cerca del mediodía. Al final de la tarde, en Natal, una marcha con aproximadamente 5 mil personas, según los organizadores, fue uno de los actos más grandes del día.

Hay que recordar que la jornada de hoy fue votada por la dirección de la CUT como "Día Nacional de Paros" en la lucha contra el golpe que se desarrolla en Brasil. Sin embargo, lo que vimos según ya habíamos previsto, fueron manifestaciones con un barniz más radical, llevadas adelante por movimientos sociales como el MTST, el MST y el Frente Brasil Popular, pero que en nada expresaron lo que podrían hacer las dos mayores centrales sindicales del país. Eso pasa porque, a pesar de cerrar importantes rutas en 17 ciudades y en el DF, el modo utilizado por las direcciones de la CUT para construir esos paros estuvo muy lejos de apoyarse en los millones de brasileros afiliados para discutir, denunciar y trazar acciones para frenar el golpe.

Mientras las principales centrales sindicales del país hacen poco ruido y movilizan aún menos, el golpe institucional reaccionario va pasando, mañana (11) se votará en el Senado lo que debe sellar el alejamiento de Dilma y la concreción del golpe. Mientras la CUT y la CTB, directamente ligadas al oficialismo, se abstienen de realizar una lucha seria desde las bases con métodos históricos de la clase trabajadora. Por arriba, el PT ya declaró públicamente que no va a romper con su vocación histórica de freno de las luchas de los trabajadores aun siendo frontalmente atacado por la oposición, contentándose con solo hacer una oposición moderada que no pretende "incendiar Brasil". La mayor parte de la lucha contra el golpe la está librando en las propias instituciones que están aplicando el golpe, como es el caso del Supremo Tribunal Federal. El PT también da señales de que la salida que encontrará será volver a negociar espacios a través de la politiquería. Cada vez más "ya hubo golpe, con poca lucha".

Para frenar el avance de esa derecha reaccionaria que se va instalando en Brasil es necesario que los trabajadores construyan una fuerte movilización desde sus lugares de trabajo y estudio, con asambleas de base y desarrollando un plan de luchas independiente de los gobiernos y patrones, que se enfrente al gobierno golpista de Temer y sus ajustes, que defienda nuestros derechos y contra los ataques que vendrán, con el objetivo de construir una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, en la que podamos imponer medidas que confronten esta podredumbre que está hoy vigente, como por ejemplo, que todo político o funcionario de alto escalafón gane lo mismo que una maestra, y que ese salario sea suficiente para satisfacer todas las necesidades de las familias de los trabajadores.