Las asignaciones parlamentarias para este 2018 implicarán más recursos para la Cámara Alta y exiguas rebajas en los Diputados. Sólo por concepto de "asesorías externas y personal de apoyo" habrá un incremento de más de mil millones de pesos en comparación al 2017.
Kevin Bustamante Médico de Familia, trabajador de Atención Primaria de Salud, militante del PTR.
Sábado 10 de marzo de 2018
En medio del debut en el nuevo sistema parlamentario, en el cual el número de senadores pasará de 38 a 43, se conocieron las resoluciones del Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias (CRAP).
En el acápite correspondiente a personal de apoyo y asesorías externas, figura que cada senador contará con 105 millones de pesos, 13 millones más que el año pasado; desglosando, $ 8,2 millones mensuales para contratar personal de apoyo y $ 3,4 millones para asesores externos. Saquen sus cálculos considerando que habrán cinco parlamentarios más en la Cámara Alta.
No sólo eso, como también los parlamentarios se agrupan por Comités también se asignará cerca de $1 millón mensual a cada senador por concepto de personal de apoyo para este grupo.
En tanto en la cámara de diputados hubo una irrisoria disminución para las asesorías externas que recibirá cada uno de estos, las cuales se redujeron de $6.3 millones a $6 millones anuales ¡300 mil pesos! Mientras para personal de apoyo hubo una reducción mayor, de 2.3 a 1 millón de pesos. Sin embargo, la cámara baja recibió $1.739 millones como parte de un "saldo final de caja" o "ahorros efectuados por la corporación", proveídos por el Ministerio de Hacienda.
Mismo ministerio que inyectó miles de millones de pesos a los senadores para las asesorías y personal, aún cuando las autoridades habían dicho que serían para solevantar gastos de instalación. Sin embargo, según dictan las dos resoluciones, luego de que el gobierno oficializara los aportes, el CRAP readaptó los montos de asignaciones y distribuyó los nuevos recursos entre los parlamentarios.
Como expresó el fiscal Gajardo: "se perdió el pudor". Porque mientras la mayoría de la población trabaja por sueldos insuficientes para cubrir sus necesidades o los despiden directamente, precarizando sus vidas; los senadores son reforzados en sus ya abultadas asignaciones y exiguamente los diputados rebajan las suyas. Sin duda una bofetada para la clase trabajadora y un desafío para la izquierda del parlamento, donde figuras del Frente Amplio deberán ser coherentes con el discurso referido a los salarios de los legisladores, frente a un escenario que se vislumbra en otra vía.
