El dilema del gobierno es entre continuar favoreciendo a los grupos empresarios, cuyos intereses representa, o apostar a La gobernabilidad en un año de elecciones.
Sábado 23 de julio de 2016
En el segundo semestre continuará la tendencia recesiva. La economía cerrará el año 2016 con una caída de entre 2 % y 2,5 %. La principal causa de la caída en la actividad es la pronunciada baja del consumo, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
La inflación para todo 2016 será de alrededor del 43 %, mientras que ninguna paritaria alcanzó ese registro. Las inversiones prometidas no llegarán en este segundo semestre, donde la expectativa se corrió de la inversión productiva al ingreso de capitales por blanqueo, que en la mayoría de los casos ni siquiera será ingreso, sino declaración de dinero en el exterior. Para 2017 la inflación será menor, consecuencia de una economía más deprimida, la dinámica del consumo interno dependerá de la ecuación paritarias/precios. Si ocurre una recuperación rebotara un poco el consumo y sino seguirá en su espiral descendente.
El dilema del gobierno es entre continuar favoreciendo a los grupos empresarios, cuyos intereses representa, o apostar a la gobernabilidad en un año de elecciones. La reactivación de la obra pública ayudará a cierta recuperación en la actividad. Mientras tanto, el esquema de endeudamiento externo e ingreso de capitales financieros especulativos, implica condiciones tales como elevadas tasas de interés que actúan en desmedro de la actividad productiva. El impacto negativo del actual esquema macroeconómico sobre la industria nacional, sobre todo Pymes, continuará mientras se continúe con esta lógica.
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