Durante la última asamblea, más de 80 delegados y delegadas decidieron una serie de medidas en el marco de la pandemia, entre llegas, ir en ayuda de quienes estén viviendo una situación económica compleja producto de la pandemia.
Miércoles 20 de mayo de 2020
La solidaridad es probablemente uno de las tradiciones más importantes que desarrollaron a lo largo de la historia las y los trabajadores. Siempre frente a las catástrofes y emergencias, esa solidaridad de clase brota rápidamente.
Y una vez más, el sindicato de trabajadores y trabajadoras de Starbucks decidió en su última asamblea, acudir en ayuda de decenas de familias trabajadoras que quedaron sin su sustento económico producto de las ilegales suspensiones con las que actuaron empresas como Starbucks.
La asamblea que contó con la presencia de más de 80 delegados y delegadas pudo discutir con mayor profundidad la acción judicial que iniciaron con la empresa para exigir el reintegro de los salarios adeudados y los fondos que debieron ser retiraron de la AFC.
Desde el sindicato denunciado que la ley 21.227 es una ley “de desprotección” del empleo, ya que obliga a autofinanciarse los salarios mientras las empresas siguen pagando millonarios sueldos a sus altos ejecutivos, pero también deja en la total indefensión a personas que no cumplen con los requisitos para cobrar el seguro de cesantía.
Solo en Starbucks hay una veintena de casos de familias que quedarán sin sueldo debido a esto último y la empresa ni siquiera se ha comunicado con esas personas para ofrecer algunas alternativas.
Contrario a la respuesta de la empresa, el sindicato se encuentra evaluando la mejor forma de apoyar económicamente a estas familias y evitar así de que puedan pasar hambre u otro tipo de dificultades producto de la pandemia.
“Esta ayuda no la estamos pensando solo para familias del sindicato, creemos que en estos casos no podemos velar solo por nuestros socios y socias, sino que la solidaridad debe ir un paso más allá y estamos evaluando apoyar a personas que no sean del sindicato, independientemente de si trabajan o no en Starbucks. Es un gesto mínimo en el marco de una situación crítica que estamos viviendo como pueblo trabajador” señaló el dirigente del Sindicato Antonio Páez.
“Lo de El Bosque es síntoma de un país precarizado que comienza sufrir la indolencia del gobierno. Es imposible para la clase trabajadora y los sectores populares hacer una cuarentena obligatoria si no se tiene con que comer” así explican el gesto solidario y que esperan que se pueda extender entre las organizaciones sindicales que cuenten con la posibilidad de hacerlo.
Finalmente, Antonio señaló que “El gobierno dice que no hay recursos, pero en Chile hay un puñado de familias que han acumulado enormes fortunas, necesitamos un impuesto a estos sectores para financiar un ingreso de emergencia de 500mil pesos para todas las familias que lo necesiten”.
