Representantes de Telmex y el STRM se reunirán con funcionarios del gobierno y del IFT, para tratar las demandas de Slim sobre el “triple play”, “tarifas de interconexión” y “pasivo laboral” de la compañía.
Lunes 16 de noviembre de 2020
El miércoles 18 de noviembre se reunirán ejecutivos de Telmex y burócratas del Sindicato de Telefonistas (STRM) con funcionarios del gobierno y del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), para discutir sobre las demandas pendientes de Slim respecto a la situación financiera y comercial de su compañía después de aplicada la “separación funcional”.
Esta reunión se dará bajo una clima de “amenaza de huelga” que viene, después de innumerables “prórrogas”, desde marzo del 2017 cuando el IFT ordenó la “separación funcional” de Telmex. “Amenaza” planteada por la burocracia sindical como vía “combativa” para “frenar” la división de activos de la compañía, pero que mantienen para ayudar a Slim a conquistar sus demandas.
De acuerdo al patrón y a la cúpula sindical telefonista, Telmex se encuentra en “números rojos” desde hace dos años a causa de las sanciones que el IFT le ha impuesto, pero también debido al “incremento” del personal jubilado y el gasto que esto le representa a la empresa. Discurso que presentarán ante las autoridades para exigir la entrada de Telmex al mercado de la televisión por cable, aumentar las cuotas que cobra a otras compañías por usar su red y para avalar el “plan accionario”, con el que pretenden reducir el gasto en jubilaciones y “recapitalizar” a la empresa.
Recientemente el IFT reconoció por primera vez que Telmex acapara menos del 50% del mercado nacional, condición esencial para dejar de ser considerada “agente económico preponderante” (monopolio) y quitarle candados legales que le impiden diversificar sus servicios. Además el gobierno actual es “amigo” de los principales capitalistas del país, especialmente de Carlos Slim, por lo que es de esperar que dé pasos importantes en alcanzar sus objetivos.
Pero si bien es muy probable que el hombre más rico del país, con ayuda de la burocracia del STRM, avance en conseguir mejores condiciones frente a las demás compañías y en echar a andar su plan financiero, esto no significa buenas noticias para la base trabajadora. Pues el segundo pilar de la estrategia de Slim es reducir su gasto en “pensiones jubilatorias” y hacer que estas dependan del mercado de valores.
Jubilaciones y democracia sindical
Bajo el engaño de que la empresa necesita reducir su “pasivo laboral” (jubilaciones y pensiones) para evitar una “quiebra económica”, patrón y burocracia sindical buscan convencer a la mayoría de la base trabajadora de aceptar cambiar su jubilación por acciones de Telmex en la Bolsa, vendiendo la idea de que así pueden “multiplicar” en corto tiempo su dinero para el retiro.
A pesar de exponer sus ahorros a un mercado financiero en crisis y bajo amenaza de colapso y de abrir la puerta al patrón para deshacerse por completo de esta importante prestación.
Aunque por ahora la medida esta propuesta como voluntaria y temporal, su objetivo a mediano plazo es de lograr deslindar a Telmex por completo de las jubilaciones de los trabajadores y las trabajadoras. Por ello necesitan vender con fuerza la idea con el “aval” del gobierno y el IFT.
No es la primera vez que la vieja dirección sindical del STRM y Telmex logran imponer acuerdos “voluntarios” y “temporales” sobre derechos contractuales establecidos; de hecho se ha convertido en el método principal para que el patrón conquiste sus demandas mientras la burocracia sindical mantiene un discurso de “defensa” del CCT. Pues en la práctica sus pactos y acuerdos “temporales” terminan pesando más que los derechos contractuales o sindicales, en favor del patrón. Como ha ocurrido con el Programa de Permanencia Voluntaria (PPV) que formalmente “respeta” el derecho a la jubilación pero en los hechos lo viola.
Los “números rojos” que declara Telmex desde hace dos años no se deben al peso del “pasivo laboral” sobre sus finanzas, ni siquiera a las sanciones comerciales impuestas por el IFT. La causa son maniobras financieras y contables que el patrón ha realizado sobre los “activos” de la empresa, para “descapitalizarla” desmembrándola en diferentes empresas filiales y subsidiarias y así presionar constantemente al STRM con el engaño de sus “pérdidas económicas”.
Mismo caso con las jubilaciones y pensiones, pues el incremento en este gasto no se ha debido a los trabajadores y las trabajadoras que han hecho uso de su derecho, sino a que Slim decidió dejar de pagar al Fondo de Jubilaciones desde hace 10 años y cada vez crece más el faltante. Deuda que la dirección sindical, lejos de presionar al hombre más rico del país a saldar, le ayuda a evadir y ahora a deshacerse por completo mediante su “plan accionario”.
Para lograr arrancarle al patrón el cubrimiento de su deuda al Fondo de Jubilaciones, los dos años de utilidades que no ha pagado a la base, el cubrimiento de miles de vacantes generadas por años de baja o nula contratación y para poner fin en verdad al modelo neoliberal de las telecomunicaciones que continúa, los telefonistas necesitan imponer la democracia sindical en su organización y deshacerse de la casta parasitaria que lo controla desde hace décadas.
Solo así el STRM puede recuperar su esencia combativa e independiente, luchar por recuperar el terreno perdido ante Slim y las telecomunicaciones para el pueblo pobre y trabajador.