Tres hechos: la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado, el escándalo del submarino ARAS San Juan y el reciente asesinato en una represión al mapuche Rafael Nahuel. El tratamiento desigual que Macri da a distintas muertes.
Martes 28 de noviembre de 2017
En el segundo trimestre de este año ocurrieron tres hechos brutales que marcan la lógica de muerte del gobierno del presidente Mauricio Macri. Pero al mismo tiempo muestran las jerarquías de los muertos en la Argentina, y por qué no, en el mundo.
Comenzando con el secuestro y asesinato del joven activista y solidario a la causa mapuche, Santiago Maldonado. Pasando por la negligencia y encubrimiento del accidente del Submarino ARAS San Juan. Y finalizando con el asesinato del weichafe mapuche Rafael Nahuel en un operativo de desalojo de por parte de las fuerzas de seguridad. Los tres casos tienen en común el encubrimiento por parte de las autoridades, la mentira a los familiares y la justificación del desastre.
Sin embargo los medios de prensa han reaccionado de distinta manera en los tres casos. El accidente y mortandad de los marines del ARAS San Juan recibió la manifestación e indignación de casi todos los medios de prensa, de la mayor parte del sistema político y de una proporción muy importante de la ciudadanía. Mientras tanto, los casos de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel han recibido la estigmatización de los medios de prensa - a excepción de los alternativos - y la justificación de sus asesinatos por un sector muy importante de la clase política.
Un hecho común fue el tratamiento como “terroristas” que recibieron ambos, parecería que si uno es clasificado como “terrorista” puede pasarle cualquier cosa y a nadie le importa nada. En el caso concreto de Santiago Maldonado, hubo una movilización social muy importante exigiendo su aparición con vida así como justicia ante su asesinato. La mayoría de los sectores movilizados, estaban vinculados a distintas expresiones de la izquierda y los movimientos populares. Sin embargo las clases medias, que en este período histórico se han vuelto sumamente conservadoras, no se conmovieron por el caso de Santiago.
Por ahora no sabemos si Rafael Nahuel también recibirá un importante apoyo de los movimientos populares además de las distintas expresiones del movimiento indígena.
Por lo pronto el mapuche asesinado no parece conmover a las clases medias caucásicas y urbanas. Todavía es muy temprano para saber si Rafael se transformará en un nuevo Santiago. Pero si no lo hace, se confirmará una tesis que vienen sosteniendo muchos hermanos del movimiento indígena: Santiago Maldonado trascendió tanto porque era caucásico y a la “izquierda eurocéntrica” importa muy poco el genocidio indígena. Esperemos que esta tesis no se confirme, y salga un amplio abanico popular a reclamar e indignarse por Rafael.
La cruda y triste realidad de Argentina
Que la Gendarmería reprima, secuestre y asesine a un hippie zurdo amigo de indios como Santiago Maldonado importa poco. Ahora que hayan muerto 44 militares por un tema de negligencia de las autoridades sí conmociona a la sociedad y al sistema político.
Recordemos que estamos en un período de emergencia del pensamiento más conservador. Por lo cual los hippies y los indios son sujetos molestos que las clases medias caucásicas ven con buenos ojos que se los reprima. Sin embargo el sacrificio en vano de los mejores hijos de las clases medias conservadoras sí puede indignar.
Recordemos que uno de los factores que determinó la caída de la Dictadura Cívico-Militar en la Argentina fue la brutal derrota que sufrieron las Fuerzas Armadas en la Guerra de Malvinas. Unas fuerzas armadas totalmente ineficientes y que sacrifican a los jóvenes por nada, eso sí indigna hasta los sectores más reaccionarios.
La brutalidad del secuestro, asesinato y encubrimiento de Santiago Maldonado no generan la suficiente indignación para desacreditar al gobierno de Macri. El accidente y encubrimiento del Submarino ARAS San Juan sí pueden generar la indignación suficiente para desacreditar al gobierno de Macri. Desgraciademente la gente se indigna más por los militares muertos de la Naval que por la represión a los mapuches o el asesinato de Santiago Maldonado.
Estamos en un periodo en donde el mundo muestra sus caras más brutales y sin tapujos. Donde el racismo, el machismo y anticomunismo (uso este término en función de la ideología histórica que ha justificado el exterminio político en la América Latina del siglo XX) se muestran sin camuflar y sin ser “políticamente correcto”. Debemos reclamar justicia por todos los casos pero debemos hacer más hincapié en aquellos que han sido silenciados y menospreciados por su grado se subalternidad.
Es por eso que debemos abrazar fundamentalmente la causa de la comunidad mapuche de Rafael Nahuel pero sin olvidar a los otros casos. Y debemos ser capaces de mostrarles a las clases medias caucásicas con tendencias conservadoras que lo que le pasó a los militares del Submarino es muy similar a lo que les pasó a los mapuches y a Santiago Maldonado. Tenemos que ser capaces de romper los cercos raciales e ideológicos que hacer que unas muertes valgan más que otras. De lo contrario, la lógica macrista continuará.