El socavón que dejó dos muertos esta semana en el “Paso Exprés” de Cuernavaca, ha destapado corrupción, negligencia y un profundo descontento entre los pobladores.
Viernes 14 de julio de 2017
Esta mañana, sin previo aviso, el gobierno de Cuernavaca cerró la circulación del “Paso Exprés” en ambos sentidos y los conductores de autos particulares fueron desviados a pesar de que por parte de la Secretaria de Comunicaciones y Transporte (SCT) se anunció que solo cerrarían el paso para los vehículos de carga.
Ante la incertidumbre y el caos ocasionado, los automovilistas protestaron por las medidas dispuestas e intentaron traspasar los señalamientos establecidos por las autoridades para impedir el paso.
El socavón político
La demanda por el esclarecimiento y el castigo a los culpables del socavón y las dos muertes en Cuernavaca ha crecido.Este hecho destapó la corrupción en el estado de Morelos y la negligencia de las autoridades locales, y llevó a sectores de la población en el estado a protestar en las calles del municipio.
El reclamo principal es el esclarecimiento de las múltiples anomalías relacionadas con esta obra, la cual fue presentada y respaldada en su momento por el presidente Enrique Peña Nieto.
La confianza en el gobierno -ya de por sí a la baja-, sale nuevamente a flote con este caso. Las y los mexicanos no nos creemos más el cuento de las “fuertes y nunca antes vistas” lluvias; sabemos que el gobierno en sus distintos niveles ofrece obras de baja calidad para las mayorías, mientras la cúpula política se llena los bolsillos con las corruptelas en las licitaciones de obras públicas. Y esto no es exclusivo del gobierno: los partidos de oposición, allí donde gobiernan, han estado involucrados, sin excepción, en actos de corrupción que benefician a los grandes empresarios.
En redes sociales circulan memes sobre el “socavón de Peña”, haciendo alusión a la muy baja aprobación que hoy el gobierno tiene entre el pueblo trabajador. La baja confianza y la casi nula popularidad del presidente se hacen más visibles. Aunque el descontento parece mantenerse en las redes, estas situaciones, sumadas a duras condiciones de vida, podrían llevarlo a las calles.
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Incluso la CNDH abrió una queja de oficio
Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos entró al escenario con una queja de oficio. Su fin es determinar si hubo violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades locales y estatales, es decir, si éstas pudieron haber prevenido el accidente y la muerte de las personas que cayeron en el socavón que se abrió el miércoles pasado en el “Paso Exprés”.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos plantea que debe determinarse si el accidente pudo haberse prevenido, y que la atención ante el desarrollo del mismo pudo haber sido mucho más eficaz.
Para el fin, la CNDH envió observadores al lugar y solicitó oficios relacionados con la obra a las distintas autoridades involucradas en ella.
Se informó que también se revisarán las más de cinco quejas enviadas desde 2016 relacionadas con la obra, la última de ellas, enviada un fin de semana antes del terrible accidente.
Sin duda, habrá mucho más en el tema, la cuestión de fondo sobre la corrupción y las alianzas entre empresas y la cúpula política está puesta sobre la mesa. El cuestionamiento a las instituciones del régimen y al mismo gobierno federal serán quizás el principio del camino para enfrentar la corrupción y el enriquecimiento ilícito en nuestro país une a la "clase política" y los grandes empresarios.
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