Jueves 15 de marzo de 2018
Ayer miércoles falleció uno de los científicos mas importantes de la historia, Stephen Hawking, a los 76 años. Contra todo pronóstico médico, ya que a los 21 años se le diagnosticó una enfermedad degenerativa llamada Esclerosis Lateral Amitrofica (ELA) y una esperanza de vida de no mas de 2 años, el físico vivió más de 50 años con la enfermedad, sin que la manifestación progresiva y acelerada de aquélla le detuviera en sus investigaciones. Y para que esto fuera real, su equipo de trabajo desarrolló y perfeccionó una silla de ruedas con un sistema de comunicación especializado a través de la lectura de mínimos movimientos musculares (los que le iban quedando), y un sintetizador de voz.
Hawking no sólo era conocido por sus teorías sobre los agujeros negros y el origen del universo, si no también por su visión de la sociedad. Era crítico al capitalismo y lo proyectaba como uno de los principales peligros para la sociedad e incluso la vida en el planeta. En octubre del 2015, Hawking declaraba que "la inequidad económica se dispararía a medida de que los puestos de trabajo se convirtieran en tareas automatizadas, ocupadas por las máquinas, y los ricos, dueños de esas máquinas, se rehusaran a compartir el rápido bienestar que este proceso les generaría". Agregó que "si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo las cosas son distribuidas. Todos pueden disfrutar de una vida de lujos si lo que producen las máquinas es compartido, o más personas pueden terminar miserablemente pobres si los dueños de las máquinas hacen lobby en contra de la redistribución. Hasta ahora, la tendencia parece inclinarse por la segunda opción, con la tecnología volviéndose cada ves más inequitativa". Así mismo, afirmaba que "esencialmente, los dueños de las máquinas se posicionarán como la burguesía de una nueva era, en la cual sus corporaciones no proveerán de puestos de trabajo a las personas".
Este análisis de la realidad motivó a Hawking a impulsar proyectos como Breakthrough Starshot , para investigar el sistema estelar Alfa Centauri, el que pretendía enviar una sonda al sistema estelar y con ello, determinar la posibilidad de vivir en otro planeta. En diciembre del año pasado, en un congreso en Beijing, Stephen Hawking declaró que la humanidad debe hacer planes para dejar el planeta. “De aquí al año 2600, la Tierra se transformará en una gran bola de fuego”, refiriéndose a las grandes crisis que aguardan a nuestro planeta, tanto climáticas cómo energéticas y ecológicas, que afectan en general a la biosfera.
Hawking se declaraba a si mismo como "socialista", y si lo pensamos en definiciones de Engels y Marx, Hawking jugaría un papel más cercano al socialismo utópico, pues plantea la necesidad de cambio de la sociedad pero bajo otros métodos que no consideran la toma del poder por la clase trabajadora, en este caso, la salida sería dejar el planeta. Sin embargo, cientos de años después de las definiciones de Marx y Engels, y en época de un desarrollo tecnológico sin precedentes, dejar el planeta no suena tan descabellado, aun que sigue sin considerar la fuerza de los oprimidos y explotados como motor central de la revolución que cambie la sociedad.
Tras su muerte, Hawking nos deja un legado no sólo en la física en si misma, a través de investigaciones y postulados teóricos que apuntan hacia encontrar una teoría unificada que permitiera a la humanidad entender las Leyes de la Naturaleza en su conjunto, sino también deja al igual que Einstein, una visión de que las ciencias deben estar al servicio del cambio social que en vez de al capital, pues este último sólo nos llevara al colapso como especie, incluso como planeta.