Desde el Estado chileno año a año se abren instancias de subvención a distintas organizaciones, ONGS, Cooperativas, Corporaciones y Fundaciones, para que estas puedan llevar a cabo las políticas públicas en áreas de la prevención social en distintas Comunas y barrios del país.

Zikuta Santiago de Chile
Jueves 12 de febrero de 2015
Instituciones colaboradas del Estado como se hacen llamar financiadas por el Ministerio del Interior, Sename y Vivienda son ejemplo de la precarización y la tercerización que miles de profesionales y técnicos del área publica desempeña a diario su trabajo.
La siguiente entrevista la realizamos a Javier técnico social que trabaja en la Comuna de La Pintana específicamente en la Población El Castillo y que se desempeña como Tutor de un Programa de Reparación de la Corporación Opción financiado por el Ministerio Social.
Javier está a punto de cumplir 3 años como tutor en el programa, con diferentes experiencias acumuladas en el cuerpo ligadas a lo complejo que muchas veces significa trabajar con las personas, sobre todo si estas viven una realidad de exclusión y pobreza como lo hace la comunidad de la Población El Castillo.
La jornada laboral comienza desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde, desde temprano comenta Javier los niños andan en la calle, sobre todo en vacaciones, los grifos de agua se convierten en la piscina y la diversión de muchos para capear el calor. Los padres mayoría trabajadores quedan ausentes en el día.
En la Población El Castillo balas, rencillas y un alto consumo de Pasta Base empapa la cotidianidad, ausencia de servicios básicos de salud y educación son parte también esta compleja realidad.
Mi trabajo explicita Javier es “ir a las casas de los niños y niñas que trabajo cotidianamente, orientarlos a cómo resolver conflictos y evitar que vuelvan a ver expuestos a situaciones de riesgo, de detenciones por parte de los carabineros y puedan ser ingresados a las cárceles de menores que Sename mantiene”. Un trabajo que muchas veces es infértil señala nuestro entrevistado, porque es el Estado chileno quien legitima la violencia y la pobreza de las personas que trabajo.
Nosotros como trabajadores nos vemos expuestos a muchas cosas dice Javier, “desde las situaciones de riesgo que se viven en poblaciones tan complejas como lo es la Población El Castillo donde trabajo hasta las precariedad laboral que vivo como trabajador”.
Javier nos cuenta que tienen supervisiones bimensuales por parte del Ministerio Social quienes fiscalizan su trabajo, es una momento de tensión para el equipo explicita, ya que nuestro puesto laboral corre riesgos, además no existen contratos fijos. “La mayoría del equipo rinde boleta”.
“De fondo estos programas lo que buscan es palear y mantener el orden actual de la vida de quienes trabajamos” comenta con molestia Javier, “el problema de la pobreza es estructural, no se resolverá con más y más subvenciones o creaciones de programas, -que por lo demás- están vacíos de cualquier relación con realidad de la que en los barrios de trabajo se vive”.
“Como trabajadores estamos en una disyuntiva permanente”. Por un lado financia el Estado con fondos públicos y por otro lado nos contratan Corporaciones ajenas a este –instituciones privadas- como es mi caso dice Javier.
“No tenemos derecho a tener una movilización colectiva, sindicalizarnos muchas veces es una triple exposición”.
“El Estado debería hacerse responsable de garantizar una vida digna para las personas” muchos de quienes trabajamos en este rubro, pensamos más de alguna vez que era nuestra misión “ salvar” a la gente, al menos hoy yo logro entender que es responsabilidad de otros, de garantizar necesidades básicas para las personas.