El pasado domingo 3 de mayo, un joven de 18 años de nombre Ricardo Cadena Becerra fue asesinado de un tiro en la nuca por Jaid Mothe Hernandez, subdirector de Seguridad Pública Municipal de San Pedro Cholula, cuando Ricardo, su hermano y un amigo pintaban una pared después de salir de un bar.
Martes 5 de mayo de 2015
Foto: represión en Puebla a manifestación estudiantil, OaxacaTresPuntoCero
Según las declaraciones del hermano de Ricardo Cadena al ver que se acercaba una patrulla de la Comisaría de Seguridad Pública de San Pedro Cholula, los jóvenes corrieron, este se escondió en el bar de donde habían salido siendo sacado a golpes por la policía. Poco después escucho una detonación sin saber de qué se trataba, los policías que lo tenían sometido, nerviosos, se alejaron rápidamente del lugar.
Posteriormente fue trasladado al ministerio público donde permaneció incomunicado hasta las 3 de la mañana (a pesar de ser menor de edad), una vez que pudo comunicarse con sus familiares, estos llegaron por él y pagando una multa fue rápidamente liberado. Las declaraciones de él como las de su madre refieren a que tanto el juez como los policías se veían claramente nerviosos:
"En la mañana no me lo querían dar a él", dijo su mamá, Guadalupe Becerra López: "me cobraban mil pesos de multa para sacarlo. El juez que me lo soltó se veía muy nervioso, los otros policías también, y me hicieron firmar que me entregaban a mi hijo sin golpes y sin nada, pero en esos momentos yo no sabía si lo habían golpeado ni nada".
Minutos más tarde del propio teléfono de Ricardo se le solicitó a su madre, Guadalupe Becerra López, que se presentara en el Complejo de San Andrés sin decirle para que motivo, poco después fue informada del asesinato de su hijo.
El cuerpo de Ricardo Cadena Becerra quedó tirado en la calle 3 Norte, en el barrio de Santiago Mixquitla, con una herida de bala en la nuca. En este lugar fue abandonado por la policía.
Ante la gravedad del hecho, el Alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, no tuvo más remedio que dar una conferencia de prensa la tarde de este domingo, en la que confirmó que su subdirector de Policía –el cual en un principio huye para después entregarse- fue quien asesinó al joven.
Jaid Mothe Hernández, una vez que se entrego a las autoridades tuvo el cinismo de argumentar que el asesinato fue un accidente (como si disparar una bala directamente a la nuca pudiera ser accidental) y declaro que el solamente hacía su trabajo, incluso pidió disculpas a la familia de Ricardo.
Este asesinato se da en el marco de que el pasado 11 de marzo el Congreso de Puebla aprobó la Ley Antigrafiti que plantea castigar hasta con seis años de cárcel a quien pinte alguna pared, de un clima altamente represivo para estudiantes que han sido recientemente reprimidos en el estado así como la embestida contra luchadores sociales que han sufrido la llamada “ley bala” en un estado gobernado por Rafael Moreno Valle famoso por su autoritarismo.
El rechazo a este nuevo caso de brutalidad policial no se hizo esperar en redes sociales al tiempo que colectivos de grafiteros en el estado y en otros lugares han anunciado pintas repudiando el asesinato de Ricardo.
En el país la violencia policial es algo habitual, lo mismo que la violación a derechos humanos por parte de policías y militares. En particular la juventud es un sector altamente atacado y criminalizado por el Estado de conjunto que se expresa en la forma en que son golpeados, insultados y asesinados jóvenes por parte de estas fuerzas represivas.
En un clima de fuerte deslegitimación del Estado y sus instituciones (que incluye por supuesto policías y militares), un noticia de esta naturaleza abona a que el descontento se profundice. Mientras tanto, los partidos y las instituciones electorales no dejan de llamar a que la gente vaya a votar intentando desviar y contener la crisis política. Ante ello, los jóvenes no podemos confiar en esta democracia para ricos que asesina y reprime, debemos organizarnos de forma independiente para exigir justicia a Ricardo Cadena y a todos los jóvenes asesinados por este régimen.