Férreo militante de la UDI, partido golpista que fundó su tío en 1983, y que luego presidió hasta 1987. Francisco Moreno Guzmán, se ha dedicado largos años de su vida a pedir “justicia”, luego del asesinato de uno de los intelectuales más reconocidos en la derecha chilena, y principal ideólogo de la dictadura que, hace alrededor de 45 años, asesinó y torturó a miles.
Joselyn Encina Escobar Periodista
Jueves 22 de febrero de 2018
Moreno, también había ostentado otros cargos durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, donde fue jefe de gabinete del ministro de Desarrollo Social, Felipe Kast, y coordinador legislativo en el Ministerio de Hacienda, cuando el mandato de la cartera lo ocupó Felipe Larraín.
El próximo subsecretario de Hacienda, señaló al diario La Segunda, en junio del año pasado, que "su familia ha vivido una ’denegación’ sistemática de justicia", reclamando por las fugas al extranjero de los acusados del asesinato de Jaime Guzmán. Paradójicamente, no dice nada de los genocidas, autores de crímenes de lesa humanidad, que ni siquiera han tenido que salir del país para permanecer en la impunidad o, en el peor de los casos, en cárceles de lujo como el cuestionado penal Punta Peuco.
El mismo día que Moreno era ascendido públicamente por Sebastián Piñera, fue detenida Silvia Brzovic, integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, y pareja de otro frentista Ricardo Palma, quien fue condenado por el asesinato de Jaime Guzmán. Brzcovic fue detenida en Francia, ya que se le acusa del secuestro del empresario Cristian Edwards, uno de los hijos del magnate de El Mercurio y cómplice de la dictadura militar.
