El sindicato del subte convocó a reuniones de coordinación a organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, sindicatos, trabajadores y usuarios. Se empiezan a discutir medidas para frenar el plan del Gobierno.
Jueves 31 de enero de 2019 01:05
Hace algunas semanas el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se sumó a la campaña punitivista de Cambiemos y anuncio que la Policía de la Ciudad será portadora de las pistolas Taser para emplear en el subte. La voluntad de acompañar la idea de Patricia Bullrich es concreta.
Vale recordar que estas armas se han dejado de utilizar en otras partes del mundo por las consecuencias mortales de su uso y la misma ONU la considera un arma de tortura.
El objetivo de la gestión de Cambiemos es poder utilizar estas armas nuevas en subtes, trenes y aeropuertos.
Las Taser X26 tienen una capacidad para inmovilizar a una persona a ocho metros de distancia con una descarga de 50 mil voltios que genera contracciones musculares, no deja marcas exteriores pero repercute en la salud (como en los pulmones). Una verdadera picana legal de la mano de la Policía de la Ciudad ahora amparada con la “Doctrina Chocobar”.
El anuncio estuvo acompañado por una serie de medidas punitivistas, como la campaña por la baja de la edad de imputabilidad, la expulsión de inmigrantes y la implementación de la doctrina Chocobar. El gobierno de Cambiemos se quiere poner a tono con el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil.
Diego Santilli, ministro de Seguridad porteño, confirmó la línea punitivista y adelantó que las Taser serán empleadas a partir de marzo, tras una “rápida” capacitación de los oficiales de la Policía de la Ciudad. Bullrich ya señaló el costo de este nuevo armamento. Se lanzara la licitación para obtener 300 pistolas a un precio de U$S 3 mil cada una. La compra y la capacitación de personal ronda los U$S 3 millones.
Ese gran presupuesto se podría destinar a mejorar las condiciones de viaje y de trabajo en el transporte donde los usuarios y trabajadores son los que pagan el mal estado. Es obvio que Santilli, Larreta o Bullrich no viajan en el transporte público como lo hacen los millones de personas. Y son esos millones que pagan el gran tarifazo, un boleto que quieren llevar a $ 21.
Pero no solo Cambiemos hace campaña punitivista. También se sumó Sergio Berni, senador provincial del FpV y candidato justicialista para las próximas elecciones. Él afirmó que le parecen poco las armas Taser, sugiriendo mayor armamento a las fuerzas de seguridad. Ante las elecciones parece que ambos compiten para ver quién es más facho.
Cómo enfrentar esta ofensiva de Bullrich
Desde la AGTSyP (el sindicato del subte) se convocó a reuniones de coordinación, con la presencia de trabajadores del subte, aeronáuticos, ferroviarios y docentes, organismos de derechos humanos, usuarios, artistas y trabajadores ambulantes del subte para rechazar la implementación de las armas de electrochoque y resolver las medidas que lleven a impedir el uso de las Taser que pretende el gobierno porteño a través de la Policía de la Ciudad.
Es saludable la iniciativa de la AGTSyP. Los sindicatos tienen que ponerse en el centro de la pelea contra los planes del Gobierno, trabajando en conjunto con las organizaciones sociales, de derechos humanos, estudiantiles y llamando a unirse en esa misma lucha al conjunto de los usuarios.
Por el contrario, es para rechazar la propuesta realizada por la directiva del sindicato, de contraponer al uso de las Taser el incremento de la seguridad con el aumento de la presencia policial.
En estas reuniones participó la conducción del Centro de Estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras de la UBA, planteando la mayor coordinación y solidaridad en el marco que todos los partidos están queriendo hacer un discurso de mano dura contra la juventud, mientras los verdaderos ladrones son los que se fugan millones generando pobreza y peores condiciones para las grandes mayorías. Y que la única manera de frenar esta avanzada es la coordinación entre trabajadores y estudiantes.
Desde la banca de la diputada del PTS-FIT Myriam Bregman, referente de la Comisión contra la Violencia Institucional de la Legislatura porteña, así como del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), se planteó el rechazo de la utilización de las Taser y que el aumento de policía en las estaciones o en la vía pública no resuelve el problema social del delito, que es generado por el ajuste del macrismo y que el ajuste lo quieren pasar con represión.
También se adhirió desde la secretaría conquistada por la izquierda en la Facultad de Derecho de la UBA, planteando la solidaridad y coordinación.
Pablo Peralta, de la Agrupación Bordó del subte, opositor a la conducción del sindicato, planteó algo categórico: “Si realmente queremos frenar este avance del Gobierno tenemos que ganar la mayor coordinación y visibilidad posible, para preparar una campaña que consiga movilizar en forma contundente a los trabajadores y usuarios del transporte público”.
Peralta se sumó a la propuesta “de realizar una conferencia de prensa con distintos organismos y los sindicatos del transporte, llamando en particular a los sindicatos ferroviarios y a los que agrupan a los trabajadores aeronáuticos. Allí anunciar el rechazo y una gran campaña que trabaje para oponerle a este avance represivo la perspectiva de una huelga conjunta de todos los gremios afectados, con el apoyo de los usuarios que también serán víctimas del uso de estas armas y con el conjunto de organizaciones que rechazan este nuevo ataque”.
“Tenemos por delante un par de meses para lograrlo. Debemos acompañarlos con medidas en los lugares de trabajo. Tenemos que demostrarle al Gobierno que esto no va a pasar. La única manera es coordinando y haciendo acciones contundentes para que se echen atrás”, finalizó Peralta.