La organización de una fiesta exclusiva en una plazoleta plantea el problema de la privatización del espacio público en Villa. El intendente Berti (FPV), del lado de los privatizadores.
Lunes 2 de enero de 2017 11:04
Un año más que termina, un año más que comienza. A pesar de que para la mayoría de los habitantes del país fue un año duro y cuesta arriba, la celebración del “Año Nuevo” se presenta como una cita obligada para todos los que se alegran o entristecen por despedirlo. Villa Constitución no es la excepción, motivo por el cual cientos de jóvenes buscaron, como es la costumbre de todos los años, un espacio donde juntarse a festejar con sus amigos “después de las 12”.
A diferencia de otros años, cuando los dueños de boliches de turno en la ciudad organizaban mega fiestas en espacios privados de mayor tamaño, para recibir el 2017, los propietarios del boliche local “Pacifico” prepararon el multitudinario evento “SUNSET New Year”, en la plazoleta situada a orillas del río, en la intersección de Colón y 14 de febrero. Dicho predio es propiedad de la Prefectura Naval Argentina, por lo que el gobierno municipal de Jorge Berti fue el encargado de realizar las gestiones necesarias entre ambas partes para que se lleve adelante la fiesta de manera exitosa.
Consultada por La Izquierda Diario, Magalí Rivera, referente del PTS en el Frente de Izquierda, comentó: “Nos preocupa que la política cultural del intendente de la ciudad sea garantizar la explotación privada de los espacios públicos como la plazoleta por parte de los que manejan la noche de Villa. Solo contempla los jugosos intereses y las enormes ganancias de estos empresarios mientras que la mayoría de los jóvenes no cuentan con ningún tipo de alternativa gratuita, pública y de libre acceso con cantina a precios populares para poder divertirse y disfrutar con amigos”.
El evento contó con varios ambientes, entre pistas y bares con un gran despliegue, y enormes instalaciones que se traducen en los valores de la entrada: 200 pesos la entrada general y 300 pesos el sector VIP. A su vez, desde la organización aclararon que contarán con seguridad privada y fuerzas de seguridad del Estado en el exterior para “garantizar el control”.
Con respecto a esto, Cintia Saucedo, referente de la Secretaría de DD.HH. del Centro de Estudiantes del ISP N°3 expresó: “Los dueños del evento se justifican diciendo que es para toda la comunidad, pero ya sabemos que la mayoría de los jóvenes, que somos estudiantes, tenemos trabajos precarios o estamos directamente desempleados, no podemos pagar entradas tan caras para ir a un lugar donde tomar una cerveza es imposible por los precios. Además, la policía que está encargada de la ´seguridad´ es la misma que después se encarga de perseguir a los jóvenes más pobres en los barrios”.
Rivera agregó que el evento apuntó al sector social que puede gastar 200 pesos para reunirse con sus amigos. “Este carácter claramente restrictivo se refuerza con la venta de entradas ’VIP’, convirtiendo un espacio público en recreo exclusivo de un sector social. La organización del evento lo promociona hablando del desaprovechamiento de este lugar, pero lo cierto es que desde hace años es el elegido por la juventud e incluso por familias los fines de semana”, concluyó.