La creación de las UBBJ fue una promesa de oportunidad educativa para quienes año con año hemos sido excluidos de las universidades públicas.
Jueves 15 de octubre de 2020
Millones de jóvenes pusimos nuestra expectativa e ilusión en AMLO como una alternativa y solución de cambio para que miles de jóvenes pudiéramos acceder a mejores trabajos con sueldos dignos y a una educación superior gratuita, la cual nunca fue prioridad para los anteriores gobiernos. Tras dos años de gobierno de la 4T podemos decir que sigue sin ser prioridad, pues a pesar de la reforma al artículo 3 constitucional en el cual la educación superior se vuelve de carácter obligatorio y gratuito, esto sigue sin ser una realidad para la gran mayoría.
En este marco, la creación de las UBBJ fue una promesa de oportunidad educativa para quienes año con año hemos sido excluidos de las universidades públicas.
A más de un año de la creación de las universidades del bienestar por decreto Presidencial, las cuales fueron promesa de campaña de AMLO para que jóvenes en situación de marginación de todo el país tengan acceso a una educación superior, es importante cuestionar su política educativa. Si la inclusión, la funcionalidad y la calidad han sido prioridad como el gobierno lo afirma.
Con una matrícula apenas de 15,105 en todas las UBBJ y con cientos de miles de rechazados en las universidades públicas –pues en México tan solo el 17% de la juventud tiene acceso a la educación superior– siguen siendo millones de jóvenes que siguen siendo excluidos de la posibilidad de cursar una carrera. A esto se suman más de 600 mil estudiantes que no podrán volver a clases tras la pandemia.
Además, las condiciones de las UBBJ son sumamente precarias, pues los profesores cuentan con salarios muy bajos y las escuelas carecen de las condiciones mínimas. Después de un paro que duró un poco más de 5 meses y que fue votado por un amplio sector de la comunidad estudiantil en nuestra sede, la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga (EDPA), denunciando las condiciones antes señaladas, las autoridadedes universitaria no buscaron ni se prestaron a un dialogo abierto para resolver las exigencias de las y los estudiantes en el marco de la contingencia sanitaria.
En muchas ocasiones la respuesta de la coordinadora general Raquel Sosa fue “que les importaba nuestra salud” “que abandonáramos las instalaciones por la cuestión de la pandemia y que se ponían en riesgo los compañeros que se encontraban al resguardo”, mientras mantenía la negativa ante las demandas de la comunidad a pesar de la supuesta “política democrática” y progresista de la 4T y de AMLO que dice gobernar con y para el pueblo.
En el 2019 se asignó un presupuesto de mil millones de pesos a las UBBJ para operar, mientras que para el 2020 se asignaron 2,123,996 pesos. La situación en la EDPA lejos de ofrecer una educación con mejor calidad, se mantuvo en una situación educativa y laboral cada vez más precaria, aun contando con un presupuesto asignado para la sede.
De qué nos sirve tener una educación que no es integral, la cual ni siquiera sabemos si cuenta con validación oficial, en la que tomamos clases en un edificio que no tiene la infraestructura para albergar la matrícula registrada, ni los servicios necesarios que hacen funcionar a una escuela, tampoco contamos con una formación profesional y humanística. Eso no es hacer de la educación superior un derecho real.
Muchos de quienes estudiamos en las UBBJ venimos de sectores precarios, por lo que para mantener nuestros estudios y aportar en nuestras casas debemos trabajar a la par de estudiar. Con la implementación de las clases en línea por el conjunto de las instituciones educativas y por el propio gobierno como “única” alternativa para darle continuidad a los ciclos escolares, seremos miles los que no podremos continuar con nuestros estudios, pues debemos salir a trabajar, en muchos casos cumpliendo hasta dobles jornadas. Además no todos ni todas contamos con internet, tablets o equipo de cómputo que nos permitan realmente ser parte de las clases en línea.
¡Todas y todos los jóvenes tenemos que tener acceso a una educación científica, publica, gratuita y de calidad!
Después de diversas discusiones fue que compañeros y compañeras decidimos conformar la Agrupación juvenil Anticapitalista en la UBBJ Sede Cuauhtémoc (EDPA) como espacio de discusión y organización juvenil y estudiantil que le haga frente a las políticas en contra de la educación, para pelear por condiciones dignas de trabajo para todos y todas, así como para organizarnos contra la criminalización de la juventud, que no es sólo del actual gobierno, sino la continuación de las políticas impuestas por los gobiernos anteriores y abaladas por todos los partidos de régimen, que son los que nos han mantienen en la miseria como juventud.
Queremos ser cientos de jóvenes organizados en todas las Universidades del Bienestar, pues pensamos que sólo serán una real alternativa para la juventud que no tiene derecho a la educación, si somos nosotros y nosotras quienes decidimos el rumbo y la dirección de nuestras universidades en conjunto con los profesores y trabajadores de estas.
La lucha que dimos en la EDPA fue un primer paso, pero ahora nos toca sacar lecciones de la misma para poder avanzar con más fuerza y con compañeros y compañeras de más sedes, articulando nuestras luchas con las de los jóvenes que en diferentes estados se levantaron contra la imposición de cuotas como los compañeros del TESCo, así como con las luchas de las y los trabajadores que al igual que nosotros enfrentan las consecuencias de políticas como lo es la austeridad republicana, con la cual el gobierno no le recorta privilegios a los altos funcionarios si no a la juventud y los trabajadores; los mismos afectados de siempre.
Sabemos que la situación que vivimos en la EDPA y en el conjunto de UBBJ no es aislada, y que para conquistar mejores condiciones educativas, no sólo para nosotros sino para esos millones que como nosotros en algún momento hoy siguen sin tener la oportunidad de estudiar, debemos arrebatarle al gobierno un aumento a la educación pública de mínimo el 10%.
Siempre nos dicen que no hay dinero, pero al año se gastan miles de millones en el presupuesto para la Guardia Nacional con la cual lo único que hacen es aumentar la violencia y el control sobre aquellos que cuestionan los planes del gobierno como los megaproyectos. Otros millones se van al pago de la ilegítima deuda externa, para pagarle dinero a organismos internacionales a los cuáles no les debemos nada. Ese dinero son los impuestos del pueblo trabajador y debe estar al servicio de garantizar nuestra educación, entre otras cosas importantes como el sector salud.
Son estas algunas las peleas que como Agrupación Juvenil Anticapitalista queremos invitarte a dar con nosotros y nosotras. Porque si el presente es de lucha, el futuro es nuestro.
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