La mexicana Jeanette Vizguerra ha recibido un recurso que suspende por el momento su orden de deportación hasta marzo de 2019. Luego de ser notificada de esta noticia, Jeanette salió este viernes de la iglesia en Denver, Colorado, donde se encontraba refugiada desde hace casi tres meses.
Viernes 12 de mayo de 2017
La inmigrante de origen mexicano, Jeanette Vizguerra, reconocida por la revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo, ha dejado la iglesia donde se refugiaba desde hace casi tres meses luego de ser notificada por su abogado del recurso para suspender su deportación de Estados Unidos. Jeanette ha destacado por su participación dentro del Movimiento Santuario en Colorado.
“Sentí muchas emociones, me comenzaron a sudar las manos, los pies me temblaron tras recibir la noticia”, declaró a Univisión Noticias.
Hasta el momento sus declaraciones han sido pocas, pero afirmó ante medios que cuando supo la noticia de que le fue suspendida la orden de deportación hasta marzo de 2019 era una realidad, comenzó a llorar, dijo Vizguerra, y recordó a su madre que le enseñó a luchar.
Esta decisión del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) se da en el marco de la celebración del Día de las Madres en varias partes de Latinoamérica, pero también en Estados Unidos, por lo que Vizguerra aprovechó para declarar que se sentía feliz de poder pasar la celebración en la compañía de sus cuatro hijos.
Sus abogados han confirmado la noticia de su permanencia en Estados Unidos, a donde llegó desde 1997 junto con su esposo y una de sus hijas. Su caso se agravó en 2012, cuando Vizguerra realizó una visita a México por el fallecimiento de su madre, razón por la que las autoridades estadounidenses consideraran ilegal su regreso.
El actual recurso concedido a Jeanette Vizguerra es considerada como una victoria para la defensora de los derechos de los migrantes en el país vecino. Sin embargo, subrayó la convicción que tiene de seguir haciendo un llamado a la comunidad de migrantes para luchar por una reforma migratoria de acuerdo a sus necesidades y reivindicaciones. “Me dieron dos años más aquí, pero no los voy a esperar sentada” dijo a una televisora mexicana, anunciando que seguirá luchando hasta lograr su estadía definitiva.
Poner fin a las deportaciones del gobierno de Donald Trump, que han significado miles de familias separadas por esta situación -y que ha llevado al suicidio de por lo menos tres migrantes-, sólo podrá conseguirse con el impulso de un gran movimiento organizado por la clase trabajadora y el conjunto de la población en ambos lados de la frontera.
La apuesta frente a la política racista y xenófoba de Donald Trump debe ser conquistar plenos derechos para los migrantes, que pongan fin a las redadas y represión en su contra, a partir de la lucha de la clase trabajadora y los sectores populares en unidad a un lado y otro de la frontera entre México y Estados Unidos.