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Red Internacional
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DEBATE PANDEMIA. [TV] Estado Nacional: Indolencia de la casta política frente a la pandemia y la encrucijada de los trabajadores

En el último programa conducido por Matías del Río, que con la mitad de panelistas del oficialismo, y su discurso hipócrita se dio en cuenta del gran problema ante la crisis ¿Cómo se pueda erradicar la pandemia del COVID19 cuando se expone a la gran mayoría de los trabajadores al contagio para subsistir?

Lunes 6 de abril de 2020

Durante la noche de este domingo 5 de Abril, se emitió un nuevo capítulo de Estado Nacional, programa que aborda la situación política nacional, y conducido por Matías del Río.

En esta ocasión, la transmisión dividida en dos segmentos que abordaron las consecuencias del COVID19 (Coronavirus), se enmarcó por un lado en la coyuntura sanitaria de las zonas de Temuco y Punta Arenas respectivamente, los dos lugares donde la curva de contagio ha avanzado ofensivamente, en comparación a otras ciudades del país. Y por otra parte, un debate abierto entre los distintos invitados sobre las implicaciones económicas, sanitarias y sociales del Coronavirus, y las problemáticas actuales de cara a las negligentes medidas del gobierno, frente a la extensión de la pandemia.

El Evopoli Felipe Kast, la UDI María José Hoffman, el ex Nueva Mayoría Francisco Vidal, y el RD Giorgio Jackson fueron los invitados para hablar de la crisis actual, producto de la pandemia.

Alerta en Temuco y Punta Arenas

Por medio de videconferencia con los alcaldes de Temuco y Punta Arenas, algunos de los lugares más afectados por el COVID 19 con 293 contagios, y con 172 contagios respectivamente. Y es frente a la expansión de los casos tanto en La Araucanía como en Punta Arenas, que surge la preocupación sobre las condiciones sanitarias y económicas de la ciudad, tanto para responder a las situaciones más críticas que podrían emerger durante estos últimos días, como también medidas económicas que permitan evitar la propagación del Coronavirus.

Frente a esto, y de acuerdo a la información presentada por los alcaldes, en el caso de Temuco, cuenta con 78 camas disponibles para los pacientes más críticos, y 8 respiradores mecánicos. Mientras que en Punta Arenas se cuenta con 40 camas para pacientes críticos, y 28 respiradores artificiales.

Sin embargo un preocupación que se muestra talente es la necesidad por evitar que se siga propagando al contagio, producto de la necesidad económica por salir a trabajar, ya que la burbuja del teletrabajo o el trabajo a distancia resulta absurdo frente a la realidad de la gran parte del pueblo trabajador, y donde el Estado se ha mostrado indolente, en comparación al inmenso salvataje a las grandes empresas. Fondo por arrendamiento y la necesidad de solventar los requerimientos básicos expresaron los alcaldes Miguel Becker y Claudio Randonich.

La indolencia hacia el pueblo trabajador por la crisis sanitaria

Ya en el terreno del debate, la opiniones entre los distintos invitados se hicieron notar, en medio de un clima donde pareciera que la enorme crisis sanitaria, pareciera que prácticamente estuviera controlada, invisibilizando las muertes, y expansividad de la pandemia, sobre todo tomando en cuenta las precarias condiciones en las que se encuentra la salud chilena, para enfrentar las situaciones más críticas, faltando maquinas e insumos. Así daba a entender el sector de derecha, Kast y Hoffman, quien incluso manifestó que “estamos en buenas manos” respecto al ministro de salud Jaime Mañalich, opinión colindante con la “confianza” expuesta por Vidal, frente al jefe de la cartera de salud.

Por su parte Francisco Vidal manifestó que la pandemia se expresa en tres niveles, económico, sanitario, y social. Esta caracterización fue compartida por el conjunto del panel, sin embargo generándose diferencias frente a las medidas del gobierno, donde tanto Kast como Hoffman, defendieron el humillante bono COVID19 de 50 mil pesos por parte del gobierno, para palear la crisis, e incluso dándose la facultad de tildar de mezquina a la izquierda por rechazarlo, ante un Giorgio Jackson que se mantuvo a la defensiva durante gran parte del programa frente a las críticas de una derecha completamente indolente, mientras hipócritamente manifestaba sentir el dolor que sienten miles de familias actualmente.

¿Cómo dar una respuesta a la crisis sanitaria cuando se obligan a los trabajadores y trabajadoras a exponerse al contagio?

Y aunque las diferencias de manifestaron, la problemática en común a la que se llegó fue la misma, “¿cómo puede contralarse el virus y disminuir el contagio si la gran mayoría de la gente debe salir a trabajar?”. Ante esto, pedantemente tanto Kast como Hoffman, levantaron por el cielo al ministro de haciendo Ignacio Briones y su política en materia económica, que en lo concreto es darle apoyo a las grandes empresas, mientras se condena al pueblo trabajador a utilizar su fondo de cesantía para actuar frente a la crisis, donde el monto estipulado, incluso irá decreciendo mes a mes. Ante esto, si bien Jackson manifestó lo contradictorio e hipócrita del discurso de la derecha, planteando que las grandes empresas son quienes deben pagar la crisis, fue incapaz de mencionar cómo hacerlo, naturalizando el endeudamiento a nivel fiscal. Una deuda que es parte de las medidas desarrolladas por los capitalistas y sus legisladores, para la crisis con o sin coronavirus la pague la clase trabajadora. Esto, también tomando en cuenta que incluso más de 2,5 millones de trabajadores en nuestro país, son condenados a la informalidad.

Claramente tanto desde derecha a izquierda a nivel de la superestructura política, no existe una alternativa política que se plante contra el discurso indolente y pedante de la derecha, que pretende hablar por la clase trabajadora, como si tuvieran una vida ligeramente similar a ella, donde se han incrementado los despidos, el congelamiento de sueldo, y la precarización de las condiciones laborales, donde gran parte de los trabajadores y trabajadoras, ni siquiera cuentan con los mínimos utensilios de higiene para evitar el contagio.

El gran problema está claro. Hay una minoría parasitaria, los grandes empresarios quienes se niegan a pagar la crisis que ellos mismos han provocado tras décadas de condiciones de trabajo miserables, sueldos precarios, y pensiones indignas para los adultos mayores, sin mencionar la realidad chilena, con un neoliberalismo brutal, en que prácticamente a la par de la privatización de nuestros derechos como salud, educación, pensiones o viviendo se encuentran totalmente privatizados, las instituciones públicas y estatales se encuentran completamente desmanteladas. Y por otra parte existe la gran mayoría asalariada, trabajadores honorarios, independientes e informales, que deben obligadamente a salir a las calles a trabajar, estando expuestos al riesgo de contagiarse, ya que para ellos la fantasía del teletrabajo o trabajo a distancia, es una ilusión, y necesita llevar el dinero a casa para poder mantenerse.

Los profesionales de la salud, incluso Fernando Lares, profesional que ha participado de la mesa social con la derecha y el Colegio Médico, manifestó lo crítico que puede llegar a ser esta situación, sobre todo cuando no se cuenta con los insumos y maquinas necesarias frente a una situación de estas características, donde el centro del problema es el plan económico que se tiene en un momento que se necesita evitar el contagio al máximo.

Sólo por medio de medidas que aseguren la estabilidad y tratamiento hacia el pueblo trabajador, puede ser una respuesta integral a la enorme crisis sanitaria abierta durante semanas. Licencias laborales masivas, test masivos para la detección del COVID, y la ofensiva actividad de los trabajadores y trabajadoras de la salud y afines para la implementación de máquinas e insumos pueden ser medidas concretas y posibles. Pero eso no se conseguirá con la gentileza de los empresarios o el gobierno, sino con la fuerza de los trabajadores y trabajadoras, imponiendo la necesidad de nacionalizar y estatizar empresas estratégicas, junto al impuesto a las grandes empresas para dar una respuesta a los cientos de miles de trabajadores ¡Que la crisis la paguen los empresarios!¡Nuestras vidas valen más que sus ganancias!