Su enorme importancia como militante comunista, y principal representante de la denominada “literatura proletaria japonesa”, estuvo también marcada por su vida fugaz, siendo torturado y asesinado a manos de la policía de seguridad imperial, un 20 de Febrero de 1933, a los 29 años de edad.
“Si no hubiera marineros y fogoneros, el barco no se movería. Si los obreros no trabajan, no entra ni un céntimo en el bolsillo de los ricos. El barco del que hablaba antes ha sido comprado y preparado con el dinero obtenido exprimiendo la sangre de otros trabajadores. Es el dinero que nos han robado a nosotros. Los ricos y nosotros somos como padres e hijos.”
(Extracto de Kanikosen, Kobayashi Takiji)
La historia de la sociedad japonesa está marcada por una serie de transformaciones, económicas políticas y sociales que significan un quiebre con los siglos de lastre feudal.
Tras la incursión del Comodoro Perry que significó –producto de un capitalismo forzado- el paso del periodo Edo (o Era Tokugawa) a la restauración Meiji (1), se abre así un creciente proceso de occidentalización, no estando exenta la gran potencia nipona de guerras y revoluciones. Todo esto, al calor de la convulsionada situación internacional que se cierne en distintas regiones del mundo, alentadas por nuevos ideales sobre un tipo de sociedad diferente.
En el caso del ascenso de una perspectiva revolucionaria del mundo, por medio del pensamiento socialista y el comunismo de Marx y Engels, existen dos procesos determinantes que permitirán un salto subjetivo en importantes sectores de masas. Primero la derrota de Rusia frente a Japón en la guerra ruso-japonesa de 1904, y segundo la expansión del triunfo histórico de la revolución bolchevique de 1917 (2).
Y si bien tanto el Partido Socialista Japonés (PSJ) fundado en 1906, como el Partido Comunista Japonés (PCJ) fundado en 1922 (3), conocieron una historia incesante de persecuciones, asesinatos y torturas de sus militantes, es en este último donde militó apasionadamente, el principal escritor y representante de la denominada “literatura proletaria japonesa”, Takiji Kobayashi, torturado y asesinado por la policía de inteligencia (Tokko) el 20 de Febrero de 1933, en el barrio de Akasaka, Tokio, de quien trata el artículo (4).
La literatura japonesa en tiempos de crisis, guerras y revoluciones
Sin duda el proceso de occidentalización vivido por Japón a finales del siglo XX, trajo consigo un intercambio cultural enorme con otros países -si es que se le piensa como una nación alejada de cualquier fenómeno de este lado del globo- donde en el caso de la transición del periodo Taisho al Showa (1912-1926) (5), también significó la introducción de nuevas corrientes literarias, pasando del “natauralismo” del “yo”, producto de los cambio sociales vividos durante esa época, bifurcándose en dos claros caminos marcados por la lucha de clases, “literatura burguesa” o “literatura proletaria” (6).
Producto de la dura experiencia vivida desde temprana edad por el joven Kobayashi, serán sus redes universitarias y primeras huelgas la que le llevaran a dedicar su corta vida para la militancia comunista, el internacionalismo, y su pluma enteramente entregada al triunfo de la revolución proletaria, contra la explotación de los capitalistas a nivel mundial. Será durante este tiempo –la década de los 20- donde aparecerán diversos organismos y organizaciones relacionadas al arte y la literatura, como la Federación Japonesa de Artes Proletarias (FJAP) en 1928, con su revista “Senki”(Bandera de guerra) (7), y la Asociación de Escritores de Japón en 1929, de la cual Kobayashi ocuparía el cargo de Secretario.
El contexto internacional del capitalismo, y los primeros pasos de Kobayashi al comunismo
Kobayashi nació el 13 de Octubre de 1903, en la ciudad de Odate, localizada al interior de la prefectura de Akita. Proveniente de una humilde familia, el escritor vivió directamente los drásticos cambios políticos y sociales que comenzaron a vivirse durante aquellos años, donde un ferviente nacionalismo japonés, buscaba extender su dominio a nivel internacional, y convertirse en una gran potencia imperialista para todo el globo.
Sin embargo, la extensión de la formidable gesta revolucionaria de los bolcheviques en 1917, que primeramente echó por abajo el absolutismo del zar Nicolás II, y posteriormente significó la toma del poder en Octubre, generó altas, inmensas expectativas en miles de obreros, agricultores y jóvenes, siendo uno de los hechos más contundentes los conocidos “disturbios del arroz” en 1918 (8), frente al creciente precio del cereal, produciéndose sublevaciones populares en distintas ciudades y localidades.
Kobayshi, quien siendo adolescente se estableció en la ciudad de Otaru, perteneciente a la provincia de Hokkaido –específicamente en la casa de un tío que financió sus estudios- se informará de primera mano sobre del gran heroísmo de la revolución de Octubre, puesto que para el gobierno japonés, aquella zona estaba destinada a frenar el descomunal avance revolucionario que se venía extendiendo desde Rusia.
Esta consonancia entre la potencialidad de un proceso revolucionario liderado por la clase obrera, junto a las enormes manifestaciones y luchas contra la crisis capitalista vividas en el país, sin dejar de lado el enorme terremoto de Kanto en 1923, llevarán a Kobayashi a adentrarse en las entrañas del marxismo. Consolidándose aún más su pensamiento luego de abandonar la Universidad de Comercio de Tokio en 1925, donde si bien reprobará sus exámenes, será el primer contacto con un núcleo de escritores proletarios organizados en el Bungei Sensen (Frente Literario) (9).
En 1927, de regreso en Otaru, Kobayashi participará de las huelgas de portuarios vonfeccionando carteles y difundiendo materiales alusivos a las movilizaciones. Posteriormente tendrá un acercamiento a un grupo de artistas liberales, de los cuales se terminará desmarcando y alejando prontamente.
En 1928 el escritor proletario, junto a otros 13 militantes del PCJ, serán arrestados por la policía, acusados de violar la Ley de la Preservación de la Paz y el Orden Internos. De estos acontecimientos se desprenderá su novela corta titulada 15 de Marzo de 1928.
Mientras tanto, en la mente de Kobayashi ya se venía fraguando su más cruda y potente obra “Kanikosen” (El Cangrejero) (10).
La visceralidad fulminante de Kanikosen, preludio y muerte de Kobayashi
Año 1929, el recrudecimiento de la represión se ha extendido por todo Japón, donde la policía encargada de inteligencia y seguridad ha venido asfixiando cualquier indicio de subversión hacia el gobierno del emperador Hiroito. La política incesante de infiltraciones y desmantelamiento del PCJ desde su formación en 1922, era expresión de la conciencia que tenía el imperialismo japonés sobre las complicaciones que podría traer para la estabilidad del régimen una estructura de organización superior, que pudiera alentar a enormes sectores de masas a rebelarse contra los capitalistas, y todos los resabios del feudalismo decadente que aún perduraban.
Es en este contexto que aparece Kanikosen, la más exitosa obra de Kobayashi, que siendo publicada a través de Senki, trajo consigo una enorme popularidad, tanto en sus seguidores literarios y partidarios, como en el Tokko, quien de manera sistemática comenzará a seguir sus actividades.
La intrigante historia de una tripulación sometida a condiciones de explotación infrahumanas, que se rebela contra el capataz del barco, permeado por la más obscura ideología nacionalista e imperialista nipona, le consolidará como escritor, dedicándose completamente a poder desarrollarse en la actividad literaria, trasladándose nuevamente a Tokio en 1930
En 1931 la guerra Sino-Japonesa, que detonará su centro en la invasión militar de Japón a la China del Kuomintang en la región de Manchuria (11), enarbolará aún más el nacionalismo japonés, y será aún más restrictivo en las libertades democráticas y el derecho de reunión sobre el pueblo trabajador, principalmente hacia la militancia partidaria comunista, de la cual Kobayashi forma parte específicamente en Octubre de ese mismo año, debiendo pasar a la clandestinidad.
Sin embargo el trágico final para el joven escritor, vendría el 20 de Febrero de 1933, donde luego de tendérsele una emboscada en Aksaka, de la cual también fue partícipe un miembro del partido, es llevado a la delegación de policía, donde se le golpea y tortura brutalmente. Será encontrado en la calle y posteriormente trasladado al hospital, donde morirá a las 7:45 PM. De acuerdo a las autoridades policiales Kobayashi habría muerto de un ataque al corazón, una vil y sucia mentira, puesto que ni siquiera se le llegó a practicar una autopsia.
Sobre el legado de Kobyashi y el comunismo como una necesidad imperiosa
El legado de Takiji Koyabashi perdura y brilla con vital importancia en la actualidad, en un contexto internacional tremendamente convulsivo, y donde ese discurso de “democrática paz” que intento instalar la burguesía durante décadas –que no es otra cosa que la paz de los empresarios- hoy presenta gigantescas fisuras, con gigantescos enfrentamientos imperialistas entre distintas potencias mundiales por ver quien toma la sartén por el mango, e imponer su dominio por todo el globo. Es sólo cosa de ver la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China.
No es por nada que el año 2008, luego de la crisis capitalista desatada a nivel internacional por la burbuja inmobiliaria, la principal obra de Kobayashi tuviera un boom en las librerías de todo Japón, vendiendo hasta el día de hoy casi 2 millones de copias. Una obra en la que gran parte de esa juventud proletaria, que ve como su vida se va por el ducto del baño, mientras un puñado de capitalistas inescrupulosos, hacen y deshacen con sus vidas.
Y claro está, quizás el aspecto central, el enorme heroísmo de Kobayashi, quien entregó su corta vida a desarrollar una de las plumas más filosas de su generación, logrando retratar la cruda vida del proletariado japonés, en medio de una nacionalismo que sólo era grito y plata para la burguesía nipona, mientras los trabajadores, los agricultores, los pobres, pagaban con su vida una barbarie, que se consagraría con las bombas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Ese es el legado de Takiji Kobayashi, un escritor que hasta su último aliento dispuso de su intelecto y de su pasión por la liberación de la humanidad a través del comunismo, y el internacionalismo, siendo cruelmente asesinado por la policía de seguridad del imperio japonés, una tarde de Febrero de 1933. Y es por su pluma, por su vida y la de tantos militantes caídos durante décadas - ya sea por la persecución estalinista, o el genocidio orquestado por el imperialismo- que batallamos, que escribimos. Incesantemente y con tenacidad.
NOTAS
(1) La restauración Meiji se conoce como al periodo de reformas impulsado por el emperador de Japón Meiji Tenno, quien toma el poder, luego de más de 300 años de un fuerte dominio del Shogunato, encarnado en sus últimos años por Tokugawa Yoshinobu, quien abdica. Se reconoce a este periodo, como el proceso de occidentalización y apertura comercial llevado por Japón, el cual fue impuesto a través el plan conolizador del imperialismo norteamericano, conocido como el “Tratado de Harris”.
(2) Se reconocen dos revoluciones en Rusia, bajo el gobierno del Zar Nicolás II. La Primera de 1905, que significó grandes levantamientos, obreros, campesinos y populares en toda Rusia, siendo un aliciente la gigantesca matanza efectuada por el ejército cosaco, contra el pueblo ruso, conocido como el “Domingo Sangriento”. De este proceso nacerán los “Soviets”, organismos de auto-organización de obreros y campesinos. La segunda revolución corresponde a Octubre de 1917, donde se erigirá el primer Estado obrero y socialista en el mundo, luego de derrocar al gobierno provisional de Alexandr Kerensky, quien se encontraba a la cabeza del país, luego de la insurrección de Febrero del mismo año, que echó abajo el absolutismo de Nicolás Segundo. El triunfo de los bolcheviques, extendería su influencia en distintos lugares del mundo, siendo algunos de sus dirigentes más reconocidos Lenin y Trotsky.
(3) La historia sobre la formación tanto del (PSJ) como del (PCJ) será bastante irregular, donde debido la persecución constante de la policía significará el desmantelamiento permanente de las organizaciones. En el caso del PSJ, primeramente se formará con distintas tendencias políticas en su interior, con dirigentes como Sen Sakayama de ideología socialista más conservadora (también era cristiano) o Shosui Kotoku, más cercano al anarcosindicalismo, y que será ejecutado junto a otros militantes a comienzos de la década del 10’, entre ellas, Suga Kanno. En el caso del PCJ, producto de la consolidación de la estrategia de “el socialismo en sus sólo país”, o “la revolución en dos etapas” que decantara en la línea preponderante del estalinismo de los denominados “frentes populares”, harán imposible la consolidación de un grupo mayor de acción. La ideología nacionalista nipona, sumado a una línea de conciliación de clases estéril con la burguesía nacional, hará de las y los militantes del PCJ hasta 1945, donde tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial, se legalizará, pero bajo la tutela de la intervención del imperialismo norteamericano.
(4) Tokubetsu Koto Keisatsu o Tokko fue un aparato policial del imperio japonés, formado en 1911 con el objetivo de perseguir y acabar con aquellos sectores mayormente radicalizados que fueran en contra de las ideas del gobierno y promovieran la subverción. Sus tareas se relacionaban principalmente al espionaje, infiltración y el desmantelamiento de organizaciones políticas de izquierda.
(5) A la era Taisho se le conoce al mandato del emperador Taisho Tenno (Yoshihito) y comprende los años 1912 al 1926. Durante este periodo comenzarán a aparecer con mayor fuerza los partidos liberales, como también una mayor organización a nivel sindical y del campesinado. A su vez también aparecen aparatos represivos con el objetivo de contener a los sectores más radicalizados. A la era Showa al periodo de 1926 a 1989, el más extenso, a la cabeza del emperador Hirohito, y donde se da una mayor militarización del país, acrecentada por las intenciones imperialistas del nacionalismo japonés imperante hasta la segunda guerra mundial.
(6) De acuerdo a Guillermo Quartucci la literatura burguesa corresponderá a la escuela neo-impresionista, estando influenciada por el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo), e influenciados por la consigna “el arte por el arte”. Estando evidentemente influenciada por el materialismo histórico y el marxismo, la literatura proletaria cobrará una potencialidad particular frente a la expansión del triunfo bolchevique de 1917, las banderas del internacionalismo proletario y el realismo socialista serán la base de la representación de una época marcada –como decía Lenin- por crisis, guerras y revoluciones.
(7) Senki (Bandera de guerra) fue una revista literaria formada bajo la dirección del PCJ en 1928 hasta 1931, donde es reemplazada por la Federación Proletaria Cultural Japonesa.
(8) Alzamientos populares entre Julio y Septiembre de 1918 producto del aumento en el precio del arroz, golpeando económicamente a trabajadores rurales y agricultores.
(9) Bungei Sensen (Frente literario) fue una revista literaria de izquierda formada en 1924 que daría paso posteriormente a Senki.
(10) En palabras de Guillermo Quartucci “La más representativa de la literatura proletaria, y sin lugar a dudas, la de mayor calidad, sintetiza de manera ejemplar las tendencias básicas de esta corriente. Tanto la forma como el contenido, si es que puede hablarse de ellos como elementos separados, son consecuencia de una visión dialéctica del mundo. Los acontecimientos que relata tienen un curioso parentesco con El acorazado Potiomkin (1925), la película de Eisenstein, pero esta similitud, más que una mera influencia (la película no había sido, hasta entonces, exhibida en Japón) revela la comunión de ideas de los artistas del llamado "realismo socialista" de la época (…) Kanikosen es un barco fábrica (dedicado a la pesca y conservación de jaibas) que navega por las aguas de Kamchatka. Su tripulación está integrada por el capitán Asakawa, los marineros, un grupo de estudiantes universitarios que se encuentran realizando trabajos de verano y algunos jóvenes campesinos de la isla de Hokkaido. Las atrocidades que comete el capitán y un fugaz contacto con unos rusos, portadores de ideas revolucionarias, encienden la chispa de la rebelión y la huelga estalla, pero finalmente es aplastada por la marina japonesa que controla militarmente la zona.”
(11) Ocupación japonesa en zona China que desde 1931 significó una serie de enfrentamientos con el Kuomintang de aquel país, hasta el final de la segunda guerra mundial. Supuso una importancia central para la intención del dominio japonés en dicho país, haciendo de Manchuria lo que se denominó como gobierno títere con el nombre de “Manchukuo”, designando como emperador a Puyi, el cual había sido derrocado en 1912. Posterior a la derrota de Alemania en la segunda guerra mundial, la Unión Soviética hará ocupación de esta zona.
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