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Red Internacional
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JUVENTUD Y MUNDO OBRERO. Tec-Plata: el aporte de la juventud a los trabajadores despedidos

Estudiantes y militantes de varias organizaciones jugaron un rol importante en el conflicto de Berisso donde los portuarios lograron, como primer paso, la conciliación obligatoria por quince días.

Sábado 2 de abril de 2016

El 29 de marzo 200 trabajadores de Tec-Plata se enteraron al llegar a la entrada del Puerto La Plata que habían sido despedidos ilegalmente. Su primera reacción fue permanecer en la puerta esperando una respuesta de la empresa. Ese mismo día por la tarde se acercaron delegaciones de obreros de otras fábricas.

Pero también se hicieron presentes jóvenes estudiantes y militantes de diferentes organizaciones, para llevarles su solidaridad. Con este gesto marcaron un claro ejemplo del rol que puede jugar la juventud en el contexto actual, con más de cien mil despidos registrados desde la asunción del nuevo presidente.

“Está bueno que los estudiantes participen y entiendan de los conflictos como el nuestro, ya que el día de mañana ellos mismos pueden ser protagonistas de situaciones similares como obreros o como profesionales. Estoy seguro de que la camada que participó de nuestra lucha nunca se la va a olvidar aunque todavía está en el medio de su proceso. La experiencia, sensaciones de angustia, alegría y emoción que se percibe en estos momentos no se encuentra en ningún libro”, expresó a La Izquierda Diario Alejandro, trabajador del puerto.

La lucha en las aulas

“Durante los tres días de acampe que hicieron en la puerta de la terminal portuaria pudimos charlar con los trabajadores sobre todo lo que implicaba perder su trabajo. Para nosotros es clave poder intervenir en estas luchas, difundirlas en las escuelas y facultades, porque sabemos la potencialidad que tiene la fuerza de los trabajadores unida a la de la juventud”, manifestó Leila, joven estudiante de la Facultad de Periodismo de la UNLP y militante de la Juventud del PTS.

A propuesta de los mismos estudiantes, los trabajadores votaron en la asamblea del miércoles 30 ir a las facultades a recorrer las aulas para difundir su lucha. También definieron participar de una asamblea convocada por los estudiantes de la Facultad de Trabajo Social.

Uno de los trabajadores que se hizo presente en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación contó a los estudiantes (mientras la caja del fondo de lucha pasaba de mano en mano) que “la unidad de los estudiantes y los trabajadores es fundamental, por todo el poder que podemos conseguir unidos”. También expresó que ve cómo los estudiantes se sienten identificados porque muchos “son hijos de trabajadores”, trabajan o estudian para poder hacerlo en el futuro.

El jueves, después de pasar por varias aulas, los estudiantes y los trabajadores en conflicto movilizaron juntos hacia el Ministerio de Trabajo de la Provincia ubicado en el centro de La Plata. Allí se acercaron estudiantes de Humanidades que habían escuchado hablar a los trabajadores en las pasadas por sus cursadas y que querían dar su apoyo en la movilización.

Un primer paso

Al llegar después de una larga reunión, salieron los delegados y el secretario general del Gremio de Guincheros, Roberto Coria, quien anunció que se había determinado una conciliación obligatoria por 15 días. Allí los trabajadores llamaron a fortalecer la organización a través de la asamblea y votaron la realización de un festival solidario este domingo 3 de marzo para difundir la lucha.

Luego de haber alcanzado este primer paso en la lucha, otro de los trabajadores de Tec-Plata resaltó que a “esto lo logramos gracias a la unión entre los compañeros en la puerta, en la asamblea y en la resistencia en el piquete. Quiero agradecer a todas las agrupaciones, a los chicos de la facultad que estuvieron desde el primer día acompañándonos en el acampe, a los trabajadores del Astillero, de Copetro, de Siderar, de YPF, que han pasado con su fondo de lucha. Creo que hay que seguir resistiendo compañeros”.

Otro trabajador también manifestó lo importante que había sido el apoyo de los estudiantes para él, ya que eso se veía en los resultados del conflicto. Alejandro, por su parte, comentó que “el ver llorar a un compañero por la pérdida de un trabajo es lo más fuerte que me tocó vivir hasta ahora, no por él si no por su familia o la mía. El estudiante es el futuro de una sociedad y es imprescindible entienda del dolor ajeno. Por supuesto que sirvió su apoyo y su experiencia nos ayudó de verdad, aprendimos mucho”.

Poder pelear codo a codo con los trabajadores fue una gran experiencia para muchos estudiantes decididos a enfrentar el ajuste del gobierno e impedir los despidos. Se trata de 200 familias que dependen de ese sustento y son muchos los laburantes que se han mudado a Berisso donde está radicado el puerto o han dejado otros trabajos para ingresar a trabajar en él.

Es con ellos y con todos los trabajadores que decidan organizarse, que se plantea la necesidad de la unidad para pelear en las calles, contra los despidos y contra el ajuste que lleva adelante tanto el gobierno nacional como los provinciales.

Fortalecer esta unidad entre todos los trabajadores, junto a los estudiantes, es el mejor camino pelear por familias en la calle nunca más.