Mientras desarrollaba su discurso Ted Cruz, que obtuvo el segundo lugar en la nominación del partido Republicano muy lejos de Donald Trump, fue abucheado por no dar un respaldo explicito al ganador.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Jueves 21 de julio de 2016 12:22
El miércoles en la convención del Partido Republicano que nominó a Donlad Trump como candidato presidencial, durante su discurso Ted Cruz, que fue derrotado en las internas del partido Republicano obteniendo 475 votos de los delegados contra los 1.725 de Trump, fue abucheado por la base del partido ya que se negaba insistentemente al respaldar al candidato ganador. Cruz habló de “votar a conciencia” y votar por la formula que defienda a la constitución pero mientras finalizaba el discurso y se seguía negando a darle el respaldo explícito a Trump, los ánimos en la convención se empezaron a caldear y terminaron en abucheos. Incluso la esposa, de Cruz, tuvo que salir escoltada por el delegado republicano Ken Cuccinelli que declaró que temía por su seguridad.
Durante la campaña por la nominación presidencial, Trump insultó la apariencia de la esposa de Cruz y sugirió que el padre del senador por Texas estuvo junto al asesino del presidente John F. Kennedy poco antes del tiroteo ocurrido en Dallas en 1963.
Cruz, miembro del movimiento conservador Tea Party en el Senado de Estados Unidos, no se quedo atrás y dijo durante su campaña que el empresario inmobiliario de Nueva York es una "mujeriego en serie" y un "narcisista".
En un discurso realizado poco después, el ex presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Newt Gingrich cambio el texto preparado para defender a Cruz. "Creo que ustedes malentendieron un párrafo que pronunció Ted Cruz, que es un estupendo orador. Y sólo quiero hacerlo notar. Ted Cruz dijo que pueden votar a conciencia por cualquiera que defienda la Constitución. En esta elección, sólo hay un candidato que defenderá la Constitución", sostuvo Gingrich, tratando de calmar los ánimos.
La convención, que se dio en el marco de protestas a lo largo de los Estados Unidos por la violencia racista y en el medio de un mega operativo de seguridad nominó finalmente a Trump que es repudiado por amplias capas de la población por su retórica derechista, xenófoba y misógina, pero que también encuentra la resistencia dentro del propio Partido Republicano y una buena parte del establishment estadounidense que no ve con buenos ojos a Trump. Con sus discurso abiertamente racista, sexista y proteccionista aparece como un contendiente serio para disputar la presidencia de la principal potencia mundial. Esta posibilidad, impensada hasta hace poco, es una muestra más del escenario de la creciente polarización política estadounidense que golpea al histórico bipartidismo.
