La Teleton llegó a su final cumpliendo la meta. En el discurso inaugural estuvo presente el presidente Sebastian Piñera, quien afirmó, “Por supuesto que el Estado tiene que ayudar, pero nunca reemplazará ese espíritu”. ¿Por qué la Teletón no es financiada por el Estado?
Domingo 5 de diciembre de 2021
La Teletón nace el año 1978, en plena dictadura militar y hasta la fecha lleva 43 años de show televisivo con el objetivo de reunir miles de millones para responder ante las difíciles situaciones de salud que viven muchos niños y niñas a lo largo del país. Aun así, los tratamientos y el personal exigen una mayor demanda la cual no alcanza a ser cubierta. Todo esto sin considerar que los mayores de edad también tienen dificultades a las cuales el Estado debiese responder. Hasta el momento no hay ningún rol que haya jugado “Don Francisco” para tener una ley que proteja a los miles de discapacitados, buscando que se responda efectivamente ante cualquier proceso de rehabilitación de la cual es parte la Teletón. Todo lo contrario. Incluso medios de comunicación han dejado de transmitir el espectáculo al no tener claridad sobre el destino y uso de los fondos que se reúnen.
Según Sebastián Piñera, “el Estado tiene que ayudar, pero nunca reemplazará ese espíritu”. Del espíritu del que habla, es la solidaridad honesta de miles de trabajadoras y trabajadores que buscan ser un aporte para quienes tienen que sortear la vida con un cúmulo de complicaciones. Lamentablemente el presidente escapa a la responsabilidad que tiene el Estado de Chile con todos quienes se atienden en el sistema de salud y no encuentran tratamiento o deben esperar a que corran las listas de espera por meses e incluso años.
Al mismo tiempo esta instancia es aprovechada por los grandes empresarios del país para blanquear su imagen. El primero de ellos fue Andrónico Luksic, conocido por su responsabilidad en la devastación del medio ambiente en zonas mineras y el despido de cientos de trabajadores en medio de la pandemia. Buscan posar de personas “solidarias”, mientras mantienen contratos precarios y sueldos miserables. Al mismo tiempo que esta “cruzada de amor” les permite posicionar las marcas de las cuales son dueños.
Todo este show se realiza, aún sabiendo que solo con el 1% de las utilidades de las 10 familias más ricas del país, se podría recaudar fácilmente los más de 30 mil millones que se necesitan para este año. Según se da a conocer en la misma instancia, el 70% de lo reunido corresponde a lo entregado por trabajadores y trabajadoras, mientras que el otro 30% queda en manos de los grandes empresarios.
En el clima de polarización que se empieza a trazar en el país, es clave tener como perspectiva conquistar un sistema de salud que sea 100% financiado por el Estado y dirigido por sus trabajadores y usuarios. El rol que cumplen los trabajadores de la salud es clave en la pelea por dar una batalla profunda en contra de la segregación actual.
