Comienzan las asambleas en varias ciudades del Estado español para preparar el 8M. ¡Preparemos una gran huelga de mujeres que paralice todo! Contra la violencia machista, la feminización de la pobreza y la precariedad, por la separación de la Iglesia y el Estado y contra los discursos reaccionarios de la extrema derecha. Tenemos muchos motivos para ir a la huelga.
Jueves 12 de diciembre de 2019
Un centenar de mujeres han sido asesinadas por violencia de género en el Estado español en lo que va de 2019, según Feminicidio.net. Mientras la justicia patriarcal continúa culpabilizando a las mujeres, seguimos exigiendo medidas de emergencia contra la violencia machista, planes de educación sexual en todas las escuelas y lugares de trabajo y aumento de presupuestos para atención especializada de este tema en las áreas de educación y salud. También reivindicamos la necesidad de viviendas de acogida y salida laboral para todas las mujeres que padezcan violencia de género -sin control policial ni judicial-, así como una nueva Ley integral contra la violencia de género que no imponga a las mujeres la judicialización obligatoria para recibir ayudas y asistencia.
La Iglesia, esa institución reaccionaria que cuenta entre sus filas con Obispos que lanzan mensajes homófobos y misóginos, no solo sigue siendo financiada con millones por el Estado, sino que tiene un enorme peso en la educación de los niños y niñas, con las asignaturas de religión en las escuelas y el financiamiento para las escuelas concertadas. La separación de la Iglesia del Estado es una cuestión elemental si queremos luchar contra el poder de esta institución enemiga de los derechos de las mujeres y las personas LGTBI.
La feminización de la pobreza y la precariedad sigue siendo una realidad dolorosa para millones de mujeres y la verdad es que nada ha cambiado con el gobierno “liberal progre” del PSOE en el poder en el último año. Los trabajos más precarios siguen siendo ocupados por las mujeres y migrantes; las mujeres son desahuciadas por los bancos por no poder pagar las hipotecas o los precios del alquiler. Las mujeres se encuentran entre los sectores con salarios más bajos y la brecha de género es aún más grande en las pensiones. El PSOE ya ha anunciado que en un futuro gobierno con Unidas Podemos no va a derogar las reformas laborales, y la futura ministra de Economía, Nadia Calviño, quiere mantener a rajatabla el “equilibrio fiscal” impuesto por Bruselas, lo que es sinónimo de nuevos recortes en derechos y servicios públicos.
Las migrantes siguen enfrentando deportaciones y la reclusión en los CIEs, todo garantizado por una Ley de extranjería que determina “no ciudadanas de segunda” dentro del Estado español. El futuro gobierno de coalición PSOE-UP no pretende cambiar esta situación en lo más mínimo. Las activistas de los sindicatos y movimientos sociales se enfrentan a persecuciones y nuevas “leyes mordazas y digitales”, mientras decenas de mujeres y jóvenes fueron encarceladas por luchar por el derecho a la autodeterminación en Catalunya y en las últimas manifestaciones.
Mientras la derecha y la extrema derecha arremeten con su “cruzada antigénero”, negando que exista la violencia de género, queriendo restringir el derecho al aborto y con discursos homófobos y transfóbicos, desde el movimiento de mujeres tenemos planteado más que nunca dar una respuesta contundente, en las calles, con una nueva huelga de mujeres junto a toda la clase trabajadora que paralice la educación, las empresas y el transporte, para hacer real el lema de que “si nosotras paramos, se para el mundo”. Multiplicar y profundizar la lucha del movimiento de mujeres, con nuestras reivindicaciones al frente, en una perspectiva anticapitalista, antirracista y antimperialista y en unidad con el conjunto de la clase trabajadora.
¡Los derechos se conquistan con la lucha y la autoorganización!
La huelga del 8M de 2019 fue una gran manifestación de la potencialidad del movimiento de mujeres. Las mujeres trabajadoras, jóvenes e inmigrantes impusieron a los dirigentes de los sindicatos mayoritarios que habían convocado sólo dos horas de huelga, un paro que alcanzó un 70% en algunas de las grandes ciudades. Y gracias a las asambleas del movimiento 8M y las peleas de muchas mujeres dieron dentro de sus propios sindicatos, la cifra fue superior al 70%, especialmente en educación y sanidad. En el movimiento estudiantil se paralizaron los institutos y las universidades, tras semanas de asambleas. Las masivas manifestaciones de más de medio millón de mujeres trabajadoras, inmigrantes, jóvenes y estudiantes -muchas de las cuales no tienen derecho a voz ni voto en los sindicatos burocratizados- tomaron las calles con caceroladas en la madrugada y numerosos piquetes en todo el Estado. Las manifestaciones del 8M del 2019 fueron en el Estado español las más multitudinarias del mundo.
¿Por qué retroceder y no avanzar hacia otra gran jornada de huelga general el próximo 8M? Que esta vez sea un domingo no puede ser excusa para no hacerlo, ya que una gran mayoría de mujeres precarias trabajan los días de fiesta como las empleadas domésticas, de cuidados, en residencias y hospitales, en el sector de hostelería o call center. Además, el movimiento de mujeres en países como en Italia o Suiza, inspiradas en las huelgas del Estado español, ya se plantean convocar huelga de mujeres el 8 o 9 de marzo.
Sin embargo, a la espera de la formación de un nuevo gobierno, la agenda feminista del PSOE y Unidas Podemos, busca estabilizar al Régimen y “pasivizar” lo más posible al movimiento de mujeres creando ilusiones de que las conquistas de las mujeres tendrán solución desde las viejas instituciones del régimen del 78. La idea del feminismo liberal se transforma en una cuestion de "Estado" y nos quieren convencer de que ya no harían falta huelgas de mujeres, porque las soluciones las van a traer las nuevas "ministras feministas" de la mano del PSOE.
Pero nosotras sabemos que no podemos confiar en que el conjunto de nuestras reivindicaciones vaya a ser resueltas “desde arriba”, ni por los gobiernos de las derechas ni tampoco el “neoliberal progresista” del PSOE, que ahora se prepara para gobernar en coalición con Unidas Podemos. No queremos que el PSOE o el nuevo gobierno de coalición instrumentalice al movimiento de mujeres para su propio beneficio.
¿Acaso no han sido los gobiernos del PP y del PSOE los que nos han llevado a décadas de retrocesos en nuestros derechos? Con sus planes neoliberales, la mayoría de las mujeres nunca alcanzarán los “techos de cristal”, porque están atrapadas en los suelos pegajosos, como las trabajadoras del hogar, las Kellys o las cajeras de los grandes hipermercados. ¿No es este reaccionario régimen del 78 con su monarquía vetusta el que solo ofrece represión y precariedad para la mayoría de las mujeres? ¿No es este régimen el que mantiene todos los acuerdos de concordato con la Iglesia católica y la Ley de extranjería contra las migrantes?
Las huelgas del 8M de 2018 y 2019 no se desarrollaron de forma espontánea. Nacieron de intensos debates en las asambleas territoriales, en los centros de trabajo, en las asambleas estudiantiles, en varios “Encuentros de mujeres” a nivel estatal y comisiones de todo tipo para organizarla ¿Por qué hasta ahora no se están convocando esos encuentros a nivel estatal? Es clave seguir apostando por la autoorganización desde abajo para decidir cómo continuar esta lucha que debería retroceder desde la que ya venimos dando, y para exigir a los sindicatos que convoquen nuevamente a una huelga laboral este 8M.
Muchas mujeres estamos apoyando las luchas de las mujeres de Latinoamérica, que están a la vanguardia, como como en Chile, Bolivia o Ecuador. Hay que hacer aquí como en Chile o como Francia, llamar a la huelga y unificar a todos los sectores en lucha.
Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas, estamos orgullosas de compartir esta lucha con nuestras compañeras de Pan y Rosas en Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Perú, Venezuela, Costa Rica, México, Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania. Para preparar un gran 8M internacional de lucha y organización, convocando una gran huelga general de mujeres, y que seamos millones las que nos movilicemos contra este sistema capitalista patriarcal.