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Red Internacional
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No pasarán. Teresa Laborde Calvo, hija de la recordada Adriana Calvo, denunció amenazas reiteradas

Nació en abril de 1977, cuando su madre era torturada en los centros clandestinos de la Policía Bonaerense. Adriana, fundadora de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, fue testigo clave en el juicio a la Juntas de 1985 y luchó sin descanso contra la impunidad de los genocidas. Teresa es querellante en un juicio de próxima sentencia y denuncia que desde que asumió Milei recibe amenazas. Le dijeron “zurda de mierda” y “a la próxima escuela que vas, no volvés”. Otro caso que el Estado debe esclarecer ya mismo.

Daniel Satur

Daniel Satur @saturnetroc

Viernes 22 de marzo 15:11

Foto Julián Álvarez | Télam

Foto Julián Álvarez | Télam

En el mediodía de este viernes, a horas de un nuevo aniversario del golpe de Estado que dio inicio a la dictadura cívico-militar-eclesiástica, Teresa Laborde Calvo, sobreviviente del genocidio, radicó una denuncia penal por reiteradas amenazas y ataques contra su persona recibidos desde que asumió el gobierno de La Libertad Avanza.

La noticia de la denuncia la difundió la periodista Adriana Meyer a través de sus redes sociales. “Teresa Laborde, hija de la sobreviviente Adriana Calvo y nacida en cautiverio en dictadura, acaba de denunciar que fue AMENAZADA. ‘A la próxima escuela que vas, no volvés’, le dijeron x teléfono, en alusión a las charlas que da tras hacerse más conocido su caso”. Se refiere a que su historia y el testimonio de su madre en el juicio a las Juntas Militares se popularizaron aún más al integrar el guión de la renombrada película 1985.

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Laborde Calvo decidió radicar una denuncia judicial por las amenazas reiteradas luego de que, horas antes, se hiciera público otro caso de gravedad: el brutal ataque, golpiza y abuso sexual sufrido por una militante de la agrupación H.I.J.O.S., hecho ocurrido el 5 de marzo. Según cuenta Meyer, “cuando sus compañeros le contaron los detalles del ataque a la mujer de H.I.J.O.S entró en pánico” y “la convencieron de hacer la denuncia”.

Finalmente se abrió un expediente en el Juzgado de Garantías 1 de Lomas de Zamora e interviene la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio 7 del mismo departamento judicial, a cargo de los fiscales Nicolás Espejo y César Lucero. Acompañada por sus abogados de Cadep Sergio Smietniansky y Marcela Dal Santo, Teresa ya declaró y ahora aguarda ser aceptada como particular damnificada en la causa.

Ni un paso atrás

En su declaración, Laborde Calvo recuerda ante todo que es querellante en el juicio comúnmente conocido como “Brigadas”, en el que están imputados varios genocidas y que el martes 26 tendrá sentencia por parte del Poder Judicial de La Plata. En ese marco, afirmó que ella y su familia están “acostumbrados a recibir amenazas por nuestra historia”. Y precisamente agrega que tras conocerse su caso más conocido por la película 1985 comenzó a dar muchas charlas en escuelas.

En ese marco, al contactarse cada vez más con ella, el 20 de noviembre recibió un llamado telefónico de un número privado. Decidió atender. Del otro lado, “una voz masculina no distorsionada me dijo ‘a la próxima escuela que vas, no volvés’ y me cortaron la comunicación”, dice en su denuncia. Si bien se quedó preocupada, decidió no asustar a sus seres queridos y dejó pasar el hecho. Aunque no podía dejar de pensar que un día antes el negacionista Javier Milei había ganado el balotaje.

Al día siguiente de la amenaza fue a dar una charla a una escuela de Lanús. Recuerda que cuando llegó le llamó mucho la atención ver tres patrulleros en la puerta de la escuela. El personal del colegio le dijo que eso no era habitual. Ella dio la charla igual y, al retirarse, el director del establecimiento la acompañó hasta su auto por las dudas. Recién con el correr de los días pudo contarle de la aemenaza a una compañera de trabajo.

Una nueva amenaza recibió hacia fines de febrero, cuando un martes a la tarde se dirigía a dar clases a la facultad y le sonó el teléfono. Atendió a las apuradas. Otra voz masculina sin distorsionar le dijo “zurda de mierda, si seguís adoctrinando sos boleta”. Tampoco se lo contó a nadie, algo que considera una especie de “mecanismo de defensa” que trae desde pequeña.

La cosa cambió para ella este jueves, cuando se enteró del caso de la militante de H.I.J.O.S atacada y abusada en su domicilio. Primero se sintió shockeada, pero enseguida conversó con colegas de trabajo y con sus abogados y decidió radicar la denuncia a primera hora de este viernes. Teresa quiso buscar el registro de la segunda llamada telefónica para saber bien si fue el martes 20 o el 27. Pero no la encontró. Si bien puede haberla borrado sin querer, cree que se “metieron” en su celular.

Durante estas horas también Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, denunció tener su teléfono intervenido. De hecho cuando la llamaron desde una radio para entrevistarla se escuchó reiterada y sospechosamente el sonido de marcaciones telefónicas que llegaron a hacer imposible la charla.

Se hace más necesaria aún la exigencia contundente al Estado, en todas sus formas y poderes, para que esclarezca cuanto antes los hechos que nos ocupan y preocupan por estas horas previas a un nuevo 24 de Marzo. Estos casos deben investigarse a fondo, ser juzgados y sus culpables condenados. Al igual que sus mandantes y cómplices políticos. Eso incluye una lucha decidida contra los sectores que reivindican el genocidio, niegan sus efectos devastadores y se la pasan arrojando todo tipo de expresiones fascistoides.

En este contexto, urge poner en pie de lucha a toda la clase trabajadora y los sectores populares en pos de quebrar los planes económicos, sociales y “culturales” del Gobierno de La Libertad Avanza. Algo que interpela directamente a las conducciones sindicales de la CGT y las CTA, como a las de los movimientos sociales que fueron hasta hace pocos meses oficialistas y las del peronismo que se declama defensor de los derechos humanos. En esa exigencia se inscribe la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha hasta tirar abajo los planes de Milei y las corporaciones.

Este domingo, más que nunca, reventemos la Plaza de Mayo y todas las plazas del país al grito de “¡Son 30 mil!” y “¡Fue genocidio!” junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.


Daniel Satur

Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).

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