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Red Internacional
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POLÍTICA ESTADO ESPAÑOL. Teresa Rodríguez prepara su salida de la política institucional: ¿crisis en Adelante Andalucía?

Recientemente Teresa Rodríguez ha planteado públicamente su intención de retirarse de sus cargos públicos tras ocho años de recorrido, argumentando querer cumplir su promesa inicial de estar en las instituciones por un tiempo limitado. Sumado a la salida confirmada de Kichi, Adelante Andalucía pierde a sus grandes referentes públicos y se complica la visibilidad política del proyecto andalucista.

Roberto Bordón

Roberto Bordón @RobertoBordon13

Martes 6 de diciembre de 2022

Teresa Rodríguez se retirará en poco tiempo de sus cargos institucionales, al menos así lo dejaba caer a los medios de comunicación y también bromeó con ello en un acto en Málaga el pasado 3 de diciembre. Una salida que junto a la de José María González “Kichi” dejaría a Adelante Andalucía sin sus grandes referentes políticos y mediáticos, en una complicada situación de cara al próximo ciclo electoral. Una próxima crisis se vislumbra en el horizonte en el que la nueva apuesta de Anticapitalistas podría naufragar antes de lo esperado y que ya comienza a percibirse en el ambiente.

Esta salida se podría dar de cara a abril cuando se darían los ochos años de la entrada como diputada en el parlamento Andaluz, cuando Rodríguez encabezó la lista de Podemos Andalucía en 2015. Aún todavía se discutiría en la dirección de Adelante Andalucía según confirmó la propia Rodríguez, esta última mantiene en su mano la decisión final. En cualquier caso, de confirmarse podría ser toda una crisis para el proyecto andalucista, más aún en su situación actual, que no es de fortaleza precisamente.

En primer lugar, la salida de sus máximas figuras públicas de forma seguida, incluso si forma parte de un compromiso ético firmado hace ocho años, supone sin duda un duro golpe a la formación andalucista. No existen figuras con un capital político similar en el resto de los dirigentes de Adelante Andalucía, en gran parte porque dicho capital político fue acumulado durante la etapa de Rodríguez y Kichi como dirigentes de Podemos en Andalucía. Pero además porque tampoco han logrado destacarse en los grandes conflictos que se han dado en este periodo en el territorio.

Como discutimos en distintas notas, la política de Adelante Andalucía en conflictos como el de Airbus o el de la huelga del Metal en Cádiz no han supuesto una diferencia cualitativa al rol de cualquier formación neorreformista y no ha dado un gran impulso a la lucha de los trabajadores. Reducirlo todo a unas débiles posiciones institucionales y para en palabras de uno de sus dirigentes, centrarse en “introducir el eje territorial en el conflicto”, descuidando por otro lado el de clase y no moviendo ficha contra las burocracias sindicales, es sin duda una política del fracaso.

La fijación de Adelante Andalucía por convertir ambas batallas en una guerra Madrid vs Andalucía en vez de un conflicto entre los trabajadores y una patronal apoyada por el gobierno PSOE-UP y las burocracias sindicales solo sirvió como obstáculo a cualquier estrategia para evitar el aislamiento de los trabajadores en conflicto.

El andalucismo comienza a demostrar sus límites y a generar tensiones entre la propia militancia de Adelante Andalucía, que cabe recordar que es una fuerza heterogénea que recoge distintas sensibilidades andalucistas, pero también una base social proveniente de Unidas Podemos. Esto pudo verse en el pasado acto en Málaga el 3 de diciembre que organizó Adelante Andalucía en un homenaje a Manuel José García Caparrós, asesinado por el Estado un 4 de diciembre en el contexto de la lucha por la autonomía de Andalucía en la Transición.

Dicho acto sirvió también como un mitin en el que las bases malagueñas de Adelante Andalucía pudieron discutir con Teresa Rodríguez la situación del proyecto de forma pública y retransmitida online. Rodríguez lanzó un discurso donde se incidía en la apuesta por el sujeto andalucista y achacaba los problemas de Andalucía al extractivismo y a un abandono histórico de las élites españolas que habían tratado la región como una colonia. También quiso remarcar que el andalucismo solo podía ser de izquierdas frente a los hábiles movimientos de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y líder del PP andaluz, que recientemente ha nombrado el 4 de diciembre el día de la Bandera en una maniobra para reapropiarse de los símbolos andalucistas más críticos.

Sin embargo, la sorpresa se dio cuando en las intervenciones de varios militantes algunos de ellos comenzaron a verter una serie de duras críticas a la situación actual de Adelante Andalucía. Por un lado, se dudó de que la derecha no pudiera apropiarse del andalucismo y se recordó la existencia de una burguesía andaluza que se alimenta de la explotación capitalista, siendo por tanto no sólo un problema de luchar contra élites madrileñas.

Por otro lado, las tensiones se acrecentaron cuando un par de militantes pidieron dejar de lado las diferencias con Unidas Podemos para conformar candidaturas unitarias para las municipales de mayo, señalando que la política municipal sería distinta a la autonómica o estatal. La respuesta de Rodríguez generó evidentes desafecciones cuando afirmó que no importaba perder las próximas municipales si con ello se afianzaba el proyecto andalucista y el sujeto político andaluz, negándose a la unidad con Unidas Podemos.

Un pequeño incidente anecdótico que puede revelar los problemas internos de la formación que se enfrenta a una presión malmenorista sin mayores respuestas que refugiarse en un andalucismo abstracto alejado de un discurso de clase. Al fin del al cabo, una vez se quita dicho discurso andalucista, es totalmente cierto que el programa de defensa de servicios públicos y de políticas sociales para una gestión de las instituciones capitalistas es compartido tanto por Adelante Andalucía como por Unidas Podemos.


Roberto Bordón

Andalucía

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