CRISIS IGLESIA CATÓLICA. Termina la protección del confesionario: Aprueban fin del secreto de confesión a sacerdotes

Con el fin de ampliar la cantidad de personas obligadas a denunciar delitos ante “personas vulnerables” es que la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que modifica el Código Procesal Penal, y que obliga a sacerdotes y a profesionales a denunciar abusos sexuales y otros delitos contra menores, esto a pesar del secreto de confesión o el secreto profesional.

Como una muestra de acción ante la grave crisis de la Iglesia Católica, es que esta obligación se dirige a “las autoridades eclesiásticas de cualquier confesión religiosa, sea de derecho público o derecho privado, y, en general, los obispos, pastores, ministros de culto, diáconos, sacerdotes, religiosas u otras personas que conforme a las reglas de cada denominación religiosa detenten algún grado de autoridad sobre una congregación o grupo de personas en razón de la práctica de alguna creencia”.

Esto también involucraría a los directivos de asociaciones, fundaciones o agrupaciones de carácter cultural juvenil, educativa, deportiva o de otra índole, en donde se cometan o hayan cometido delitos contra “niños, niñas o adolescentes y/o adultos que por sus condiciones físicas o mentales requieren de especial protección”.

Durante la discusión del proyecto ya se había enviado una indicación, para exceptuar esta obligación en caso de secreto de profesión (de manera de salvar guardar a sacerdotes), pero que finalmente fue rechazada. Finalmente, la propuesta (que debe pasar aún por el Senado) determina que ante omisión de denuncia, se aplicaran las penas que la legislación contemple para los encubridores del delito.

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Esta modificación al Código Procesal Penal es un avance en la lucha contra los abusos sexuales por parte de miembros de las distintas iglesias, considerando la gran crisis que vive la iglesia católica en nuestro país, con los cientos de casos de abusos y pedofilia que han ocurrido en sus filas, y a la que se ha sumado la Iglesia evangélica, con oscuro presente producto de la corrupción de sus altos mandos.

Pero, ¿es una medida efectiva para la separación de la iglesia y el estado?, mientras las iglesias sigan siendo activos participes del sistema de educación de mercado, no sólo miles de niños y niñas corren el peligro al estar en cercanía de sacerdotes abusadores, sino que también su educación vendrá sesgada y cargada por la moral conservadora de la iglesia, la misma que se niega al derecho de las mujeres por un Aborto Legal, libre, seguro y gratuito, o al derecho de la diversidad sexual a una Ley de Identidad de Género.

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