Ayer, a los 39 días, terminó el paro de los trabajadores del Registro Civil. El acuerdo firmado tiene claroscuros, lo fundamental, es que logró mantenerse en pie contra todo el aparato del Gobierno y su intento de aleccionar a toda la clase trabajadora.
Sábado 7 de noviembre de 2015
¿Quién ganó?
La ministra de Justicia Javiera Blanco, tras la firma del acuerdo con los trabajadores declaró que “es importante no sacar cuentas felices. No creo que haya ganado nadie aquí, aquí sólo perdieron los ciudadanos”.
Los trabajadores no se pronunciaron al respecto. Pero los hechos hablan por sí mismos.
El Gobierno se negaba a dialogar. Recién el día 25 de la paralización, hubo un primer acercamiento. La propuesta realizada entonces fue rechazada en asambleas, y el Gobierno inició una verdadera operación castigo, con sumarios, amenazas de despidos, campañas anti-sindicales, recurso a la Constitución de Pinochet denostando el paro como anti-constitucional, recurso al Código Laboral de la dictadura con los re-emplazos en huelga, ataques a los dirigentes difundiendo falsas remuneraciones, campañas mediáticas para oponer usuarios con trabajadores.
En todo este intento, el Gobierno fue derrotado. Con él, la derecha y los empresarios, que actúan del mismo modo en sus empresas privadas.
Sobre todo, pretendía mandar un mensaje a todos los trabajadores: que con la desaceleración económica los trabajadores debían moderar sus expectativas, rebajar sus demandas, evitar los paros.
También, en este intento más ambicioso, el Gobierno salió derrotado.
El acuerdo
Al principio desconocía que había un bono comprometido. El acuerdo finalmente lo reconoce. Se entregará desde el 2017, con un adelanto “como gesto” desde el 2016. Según el Gobierno, son montos menores a los demandados. Pero antes directamente desconocía el compromiso.
Consistiría en un bono de $650 mil, de estos, $130.000 se entregarían el 2016, y $520.000 en 2017, divididos en cuotas mensuales.
Tiene claroscuros: estará sujeto a productividad, al cumplimiento de metas anuales, supervisadas por un organismo externo, y evaluadas por cada dirección de forma separada
Todo trabajador sabe que la medición de productividad siempre favorece al empleador, y que se evalúe en forma separada rompe la acción unitaria de los 39 días de paro.
¿Punto de apoyo o anécdota?
El viernes mismo, se inició la negociación por el reajuste del sector público. Nada declararon los dirigentes sobre la estrategia de negociación.
Hay dos caminos. El del Registro Civil, que se puede transformar en un punto de apoyo para esta negociación. O el de dejarlo como una anécdota, como con el acuerdo estratégico que firmó la Federación de Trabajadores del Cobre con Codelco para asegurar la colaboración de los trabajadores con la empresa, en el mismo momento en que la cuprífera estatal tiene más de 4.000 despidos y todas las empresas mineras más de 18.000. Es el camino de las derrotas y los despidos.
