Podrían realizarse hasta 100 mil test de detección de coronavirus por mes. Ello costaría $ 400 millones, apenas el 0,2 % de lo que el gobierno pagó en deuda por mes. Hasta el momento se realizan entre 180 a 330 test por día en el Malbrán, perdiendo en la carrera de velocidades para controlar la propagación del virus.
Lunes 23 de marzo de 2020 16:49
Foto: Flickr
La información pública sobre la capacidad del sistema de salud nacional (público y privado) para hacer frente a la pandemia de COVID-19 (coronavirus) es escasa o nula. Entre ella, información sobre la capacidad de testeo en el país, la disponibilidad de los laboratorios, los equipos y la cantidad de respiradores y camas libres en los hospitales.
Menos aún, se conocen los detalles de algún plan integral sanitario de emergencia, que exceda del aislamiento obligatorio con el despliegue de fuerzas represivas.
A pesar de este bloqueo informativo, en consulta con técnicos y especialistas realizamos un cálculo aproximado de los recursos necesarios para aplicar la primera acción urgente recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS): test masivos de detección temprana de COVID-19.
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Con 35 centros de salud actualmente en condiciones de hacerlo en todo el país, el resultado es que para realizar 100 mil test mensuales, o 3.500 test diarios, sería necesaria una inversión de $ 400 millones muy por debajo incluso a los ya escasos $ 1.700 millones anunciados como partida extra para salud anunciados la semana pasada.
Para el cálculo realizado aquí se tuvo en cuenta el costo por test. Este es el dato menos conocido y difundido. Algunos medios como en el diario La Voz, consideran que costaría desde $ 1.500 por test. En otros se refieren a un costo individual en el laboratorio Lace de hasta $ 6.000 (Infobae).
En síntesis, se tomó para la estimación final un costo aproximado de 57 dólares por test, tomando como referencia su valor en Chile y que resulta similar al promedio entre los datos recolectados ($ 3.500 por test). En dicho país, el diario La Tercera estima que realizarlo en forma privada costaría entre 42 y 70 dólares, no obstante hacerlo de manera pública disminuiría el valor.
En comparación con los gastos del Estado, es una cifra muy pequeña. Por ejemplo, los $ 400 millones representan el 7,4 % de los que se destinó por día en 2020 al pago de intereses y capital de deuda, del orden de los U$S 2.544 millones en promedio (datos Ministerio de Hacienda), o lo que es lo mismo, el 0,2 % de lo que se pagó por mes. Incluso si el costo de cada test fuese superior al estimado, sería posible de afrontar.
Asimismo, los $ 400 millones significan menos del 0,1 % de los recursos que los ministros Martín Kulfas (Desarrollo Productivo) y Martín Guzmán (Economía) anunciaron que destinarán al rescate de empresas afectadas por la disminución de la actividad ($ 350.000 millones).
Ya existe una Red Nacional de laboratorios para diagnóstico
El cálculo surge de considerar la capacidad existente del sistema de salud para realizar testeos masivos, que de ser necesario también podría incrementarse. La Red Nacional de Influenza y Virus Respiratorio cuenta con 35 centros de salud en todo el país en condiciones de procesar la información de las pruebas de COVID-19 (método RT-PCR para la detección de virus influenza A Y B).
Esos centros están reequipados desde el año 2009 a causa de la gripe H1N1 y según un informe de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “existe un panel de control de calidad enviado bianualmente por la OMS para evaluar el desempeño de la técnica RT-PCR en tiempo real utilizada para el diagnóstico y subtipificación de virus influenza por los Centros Nacionales de influenza.”
El Ministerio de Salud es el encargado de llevar adelante la compra anual de reactivos e insumos necesarios para llevar a cabo el diagnóstico de influenza mediante técnicas moleculares y el diagnóstico de virus respiratorios. Los reactivos para el test de Covid19 llegan al país a través de pocos importadores, entre ellos Roche, quien en el año 2009 triplicó sus ganancias globales, por ser el fabricante del medicamento Tamiflú que combatía la gripe A.
Cada centro tiene la capacidad de hacer entre 60 y 100 testeos diarios y personal ya capacitado, según informaron a La Izquierda Diario biólogos especialistas. Es decir, podrían perfectamente realizarse entre 2000 y 3500 diarios test en todo el país, que es la cantidad de test diarios que se realizaban en Corea del Sur con la cantidad de infectados que hoy tiene Argentina. Esto daría lugar a un aislamiento selectivo que ha mostrado reduce la propagación del virus.
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Cuarentena sin testeo masivo: estamos a ciegas en la lucha contra la propagación
Queda en evidencia que no existe un problema de recursos económicos para realizar los test masivos. Este costo no significaría más que un monto irrisorio en términos del presupuesto estatal.
La detección temprana y masiva se vuelve fundamental para frenar la expansión del virus, es inexplicable que no estén contemplados. Esto resulta urgente, siendo de público conocimiento que en muchos casos el virus es asintomático y habría muchos más contagios de los informados o sospechados.
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Hasta ahora, los test de coronavirus se venían realizando exclusivamente en el Instituto Carlos G. Malbrán, a una ritmo reciente de 180 a 330 test por día. Incluso, recientemente los laboratorios LACE informaron que debieron suspender el procesamiento de muestras para detectar COVID-19 debido a que se interrumpió la comercialización de los reactivos de acuerdo a una disposición del Minisiterio de Salud para “centralizar” el diagnóstico.
Este fin de semana el ministro de Salud Ginés García anunció que comenzaba a descentralizarse los estudios en 6 provincias: Buenos Aires, Chaco, Santa Fe, Córdoba, Tierra del Fuego y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero su avance es lento en relación a la emergencia sanitaria.
Siendo un rasgo distintivo la rápida propagación del virus, hasta el momento se hicieron alrededor de 1.500 test, esto implica que existan muchos "positivos" aún no evaluados.
Según afirman los mismos investigadores del Malbrán, los testeos son sobre muestras de hace 3 días, existiendo una demora entre los resultados conocidos y la fecha actual debido al cuello de botella. Desde esta semana se espera que lleguen 50.000 reactivos desde China, que se suman a los 15.000 existentes.
Entonces, ¿por qué la diletancia del Gobierno en realizar estos test? Todos los especialistas coinciden en que en la etapa de contención, como se encuentra Argentina, cada día que pasa es fundamental.
La cuarentena en curso y los test masivos son herramientas para reducir la propagación, pero además para dar respuesta a la pandemia se necesitará de un plan integral de salud:
Como por ejemplo los trabajadores y trabajadoras del Astillero Rio Santiago, que en conjunto con les estudiantes de la UNLP producirán alcohol en gel, que podrá ser distribuido entre los vecinos trabajadores de los barrios de ensenada.
O como los trabajadores de la cooperativa MadyGraf en conjunto con los estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín, que se pusieron a disposición para producir insumos ante esta crisis.
Incluso si faltan elementos más complejos a gran escala, como respiradores artificiales, ¿por qué no reconfigurar la industria de determinadas fábricas para que, bajo gestión de sus propios trabajadores, las produzcan y distribuyan hacia donde se necesite? Esto se podría realizar por ejemplo en grandes automotrices y otras grandes fábricas, como se está discutiendo en Europa.
Las trabajadores y trabajadores están poniéndose al frente ante esta crisis sanitaria. Pero para estar en mejores condiciones se requiere la disposición política de organizar todos los recursos en función de las vidas de millones, antes que las ganancias de unos pocos.
Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.