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Red Internacional
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FRANCIA // PSICOSIS. Testimonio: pánico en la República

Este domingo 15 de noviembre de 2015 a la tarde, una manifestación espontánea tuvo lugar en la plaza de La República en París a pesar de que la prohibición de manifestarse seguía vigente. Alrededor de las 19 horas, el pánico se apoderó de la muchedumbre presente y se propagó rápidamente por los barrios adyacentes. Un miembro de la redacción de Revolución Permanente estaba presente. Análisis de la psicosis.

Martes 17 de noviembre de 2015

Son las 19 horas, Plaza de La República. Ya hay alrededor de mil personas en la manifestación. Lo que la caracteriza es la ausencia de organización, de pancartas. Sólo algunos slogans tales como “no tenemos miedo” se repiten por aquí y por allá en la manifestación. Yo estaba hablando por teléfono cuando repentinamente, las personas que estaba a mi alrededor empiezan a correr en dirección a mí: un grupo inmenso de gente que empieza a gritar “Atentado! Atentado!”. Yo empiezo a correr también, en principio para que no me pisen, pero enseguida comienzo a pensar que había habido un atentado.

La situación se vuelve rápidamente surrealista, una escena de pánico generalizado donde numerosas personas gritan “Atentado! Vuelvan a sus casas” y en estado de terror, corren en todas direcciones, cayéndose, chocando entre sí. Pero los que le agregan más pánico al ambiente son sobre todo son los autos de la policía que pasan a toda velocidad, con las sirenas encendidas y efectivos armados hasta los dientes en las calles.

Me refugio en un patio una cuadras más lejos. La tensión se aplaca. Pero muchas personas afirman haber escuchado disparos, haber escuchado que alguien había matado a una persona, etc. El rumor crece, alimentado por los helicópteros que empiezan a sobrevolar el cielo. Se instala la certeza de que ha habido un atentado. Pasan quince minutos, la situación termina por calmarse y los medios afirman que se trata de una falsa alarma. La gente vuelve a salir ya que el ambiente es más calmo. En una calle, veo una mujer tendida en el piso rodeada de policías fuertemente armados. Ella tuvo simplemente un ataque de pánico… seguramente ayudado por los numerosos policías presentes en el lugar.

Al volver a mi casa, un poco más distendido, volví a pensar en las conversaciones que había tenido. Las frases vuelven una y otra vez: “siempre vamos a tener miedo” “nunca estaremos tranquilos”. Específicamente, pienso en mi conversación con un hombre que me dijo que vivía en la calle: “cuando veo los atentados, me digo que finalmente no es tan grave no tener casa, cuando veo que hay gente que murió. Desde que llegué, vivo con miedo permanente de estar en la calle, pienso en mi propia situación, cómo voy a volver a conseguir trabajo…”

Estas palabras muestran claramente que el gobierno es el primer beneficiario de esta situación de psicosis, que permite acallar cualquier cuestionamiento de parte de la población. Y este clima de tensión es fuertemente alimentado por la información que llega a cuenta gotas por parte de las autoridades sobre el avance en la investigación, y por la presencia masiva de la policía sobre las calles de París. Sin embargo, es claro que no será esto último lo que impedirá un nuevo atentado. A 20 años del Plan Vigipirate (sistema nacional de alerta), Francia ha vivido decenas de atentados de los cuales siete han sido mortales.

Traducción: Matias Flammenman