Se trata de alrededor de 500 personas reunificadas con sus hijos, y luego detenidos todos juntos. Denuncian que las autoridades estadounidenses no les notificaron su status migratorio.
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Jueves 2 de agosto de 2018
"Estamos desesperados, estamos cansados de ser encarcelados y queremos ser liberados con nuestros hijos", decía una carta a los medios de un detenido llamado "Jorge" leído en una conferencia telefónica organizada por el Centro de Refugiados e Inmigrantes para Servicios Educativos y Legales (RAICES). La carta decía que representaba 400 familias.
Se trata de otra nefasta consecuencia de la aplicación de la política de "tolerancia cero" aplicada por Donald Trump, que criminaliza a los trabajadores migrantes que llegan a Estados Unidos en busca de una vida mejor, huyendo de la violencia y la miseria de sus países de origen.
Por su parte, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) negaron que se esté llevando a cabo la huelga de hambre, aunque los defensores de migrantes señalan que la protesta inició este miércoles 1 de agosto.
Los padres inmigrantes detenidos son parte de las familias que fueron reunificadas sólo para ser apresadas de nuevo y encarceladas en otros centros de detención de forma indefinida. Mientras los padres con sus niños fueron encerrados en el Karnes County Residential Center, ubicado cerca de San Antonio, Texas, las madres migrantes reunificadas con sus hijos fueron detenidas en el South Texas Family Residential Center, también próximo a San Antonio.
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