Su estreno fue en el Empire Leicester Square de Londres, dirigida por Alan Parker y basada en el álbum de Pink Floyd The Wall que salió en 1979. El guión fue escrito por Roger Waters, vocalista, bajista y cofundador de esa legendaria banda de rock progresivo quien hace poco rechazó venderle sus temas a Facebook.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Miércoles 14 de julio de 2021 00:00
Mucho se dijo de esta icónica película, por ejemplo que las alucinaciones que sufre Pink Floyd, álter ego de Roger Waters y Syd Barret, primer cantante de la banda son causadas por un trastorno psicológico pero "The Wall" no se trata de un relato objetivo de los sucesos de la vida de Pink, sino de lo que él mismo cree de su vida. Una película revulsiva que agarra los problemas estructurales de la salud, vivienda y educación causados por un sistema capitalista.
Otro ladrillo en la pared
La película dirigida por Alan Parker, animada por Gerald Scarfe y escrita por Roger Waters enfrentaría duros señalamientos. Pero, el largometraje de uno de los discos más importantes de la historia del rock. Un grito de libertad en muchos temas, el espíritu rebelde de las nuevas generaciones, precedidas por la Segunda Guerra Mundial.
Con la colaboración del músico Bob Ezrin, el bajista trabajó con David Gilmour quien fue el responsable de “Comfortably Numb”, “Run Like Hell” y “Young Lust". Temas que le dieron la mística necesaria a las escenas de la picadora de carne y también las animaciones psicodélicas.
La idea de su filmación se produjo durante la gira In the Flesh, en la cual la promocionaban el disco Animals. En ese tiempo, Pink Floyd era considerada la banda más grande de rock después de lanzar The Dark Side of the Moon.
Es un poco irónico que mucha gente crea que The Wall es el nombre de la canción más famosa de Pink Floyd, cuando en verdad la canción que la rompío fue “Another Brick in the Wall”, otra pieza en el muro.
Como ya describió en estas páginas Ernesto Zippo, la película "casi no tiene diálogos y sin embargo no dejar de describir el profundo drama de quedar huérfano de padre (muerto en la segunda guerra mundial), sobreprotegido por la madre, reprimido por la escuela británica, lo superficial de la fama, los fracasos en las relaciones sentimentales y el resentimiento que esto genera, casi hasta llevarlo a la locura o al fascismo. Las escenas de animación son grandiosas y muy descriptivas".
Más allá de toda crítica la obra es contestataria hacia las instituciones y el sistema, a cómo nos moldean; interpela a tener una visión más allá de lo aprendido. Si bien la tristeza invade gran parte d ela película, la irá le gana de mano en varios pasajes y los gritos de libertad se hacen presente. "Run like hell" que hay que tomar el cielo por asalto.
Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.