Series. The truth is out there: a 30 años del primer episodio de X Files

Comienzos de la década de los 90s en Estados Unidos. Reagan ya había dejado la presidencia y el país entraba de lleno en la era neoliberal de la mano de George Bush. En aquel entonces, Chris Carter era un productor que venía de hacer cosas en Disney y de elaborar otras para Fox. Pero el mundo estaba cambiando y con él, los espectadores. Quizás era momento de usar muchas de sus creencias para ofrecer otro tipo de material, algo entretenido pero que interpelara de forma directa al televidente. Así, con una mezcla de la desconfianza que el ciudadano norteamericano promedio tuvo de los gobiernos a partir del Watergate, la idea de que existían las abducciones alienígenas y otras series de ciencia ficción, surgió lo que luego se denominaría como "uno de los mayores programas de culto de la televisión moderna": “X Files”, también traducido como “Código X” o “Expedientes X”.

Chris Carter presentó la idea a la cadena Fox pero de entrada no hubo mucho acuerdo. Con una idea más acabada fue que escritores y productores terminaron moldeando un producto que estaba lleno de influencias, desde las películas Todos los hombres del presidente, Encuentros cercanos del tercer tipo, Indiana Jones en busca del arca perdida, The Thing, El silencio de los inocentes hasta series como The Twilight Zone, Prime Suspects y, por supuesto Twin Peaks con su atmósfera oscura, surrealista y completamente misteriosa. Quizás desde ahí fue que los productores pensaron en David Duchovny como el futuro Mulder, ya que en Twin Peaks interpretó brillantemente a un agente trans de la DEA. El casting para Scully fue distinto, ya que había otras pretensiones para un personaje que finalmente se lo llevó una actriz con mayor experiencia en las tablas que en las lentes de la cámara, una Gillian Anderson de apenas 24 años.

Ciencia paranormal

Con toda esta idea fue que el 10 de septiembre de 1993 se lanzó el piloto de la serie, una historia que seguía el recorrido profesional y personal de dos agentes del FBI: el perfilador psicológico Fox Mulder, cuya hermana fue aparentemente abducida por extraterrestres y cuya búsqueda se convierte en el leitmotiv de su vida, viendo conspiraciones en todos lados y dudando hasta de su sombra en búsqueda de la verdad, y su contraparte Dana Scully, una médica completamente racional ubicada en el extremo opuesto por su escepticismo y cuyo trabajo inicial como compañera de Mulder es el control y el seguimiento profesional. Por supuesto, a medida que avanza "X Files" las dudas y las convicciones de ambos se mezclan y se terminan convirtiendo en complementos uno del otro a tal punto que funcionan de manera sincronizada ante cada uno de los casos que tienen que investigar, con una relación platónica que por momentos es más ambigua que otra cosa.

Chris Carter luego diría que “La idea de ciencia versus fe –o lo paranormal o lo sobrenatural– me resultaba fascinante en general. Cuando leí que se estaban realizando estudios científicos sobre extraterrestres y la existencia de extraterrestres, pensé que era una oportunidad realmente interesante para utilizarlo como tema central para un programa de televisión”, en referencia a la antinomia que recorre toda la serie.

Al igual que sucedió con películas como Indiana Jones que le hicieron conocer el mundo de la arqueología a millones de niños, el fenómeno en el que se convirtió Scully tuvo un efecto parecido: "X Files" mostró que ser científica era algo cool y así fue puso la semilla en una generación de mujeres que no solamente eran protagonistas sino que además eran inteligentes y muy capaces, tal como el personaje de Gillian Anderson.

The truth is out there

"X Files” tuvo un gran arco narrativo en sus primeras temporadas hasta comenzar a languidecer a partir de la séptima, cuando fue resuelto uno de los ejes centrales de la trama. De cualquier manera llegó a durar desde 1993 hasta 2002 en la cadena Fox, con dos películas lanzadas en el medio. X Files es considerada como una de las mejores series de ciencia ficción de la década de 1990 y frecuentemente aparece en listados dentro de una de las mejores series de todos los tiempos aunque también tuvo sus detractores al cuestionar varios postulados sobrenaturales y de alentar teorías de las conspiración hacia todos sus televidentes.

Como un fenómeno de la cultura pop de la época, también fue la influencia para otros productos televisivos que vendrían como Lost, Sobrenatural, Bones y también fue una pionera en mostrar tecnologías que hasta el momento estaban muy pero muy lejos de ser masivas con el nacimiento de internet ya que mostraban comunicaciones por celular y el uso de correos electrónicos por ejemplo. Treinta años más tarde, su eslogan “the truth is out there” (“la verdad está ahí afuera”) es una referencia casi universal para referirse a X Files, una serie que es hija de su tiempo pero que aún, todavía, sigue siendo espectacular.