Theresa May le pide a la Cámara de los Comunes que voten por separado “los dos elementos” del plan del Brexit —el Acuerdo de Retirada y la Declaración Política— para lograr el respaldo de los diputados y evitar una tercera derrota catastrófica.
Jueves 28 de marzo de 2019 21:03
Todo vale para la mandataria con tal de pasar su acuerdo. Con esta maniobra legal el gobierno ha encontrado la forma de esquivar la prohibición del presidente de la Cámara, John Bercow, de votar el acuerdo salvo que haya cambios sustanciales. En el día de hoy Bercow aceptó la propuesta del gobierno y permitirá una tercera votación este viernes 29; así y todo los números no cierran.
¿Qué aspectos cubren cada uno de estos elementos?
El Acuerdo de Retirada cubre lo que pasará en el periodo de transición, desde el momento en el que el Reino Unido deja la Unión Europea hasta finales de 2020.
Sus 585 páginas abarcan muchos temas, desde inmigración, justicia, derechos de los ciudadanos y relaciones comerciales. Lo que es más importante, incluye el “backstop”, (salvaguarda) –la cuestión más compleja del Acuerdo del Brexit, básicamente un dispositivo que busca garantizar que no habrá una frontera "dura" entre las dos Irlandas, incluso si no se llegara a un acuerdo formal en temas comerciales y de seguridad.
La salvaguarda irlandesa es el punto más espinoso de las negociaciones, ya que el DUP norirlandés (Partido Unionista Democrático), del cual May depende para lograr mayoría, se niega a respaldar el plan si no hay un acuerdo mejor.
Aunque la UE ha reiterado una y otra vez que la salvaguarda irlandesa es solo una especie de "póliza de seguro" que quizás nunca llegue a usarse, no ha sido suficiente para calmar las inquietudes de los políticos irlandeses. El DUP argumenta que atar a Irlanda del Norte a las reglas del mercado único creará una nueva reglamentación fronteriza con el Reino Unido. No es solo una cuestión económica, está la memoria de volver a una frontera dura que se encuentra indisolublemente ligada al Conflicto de Irlanda del Norte. Los euroescépticos temen que el dispositivo de salvaguarda atará al Reino Unido en una Unión Aduanera permanente con la UE.
El acuerdo de retirada contine la regulación sobre inmigración y los esquemas de asentamiento (de familiares). También incluye “la factura” del divorcio – unos 35.000 y 39.000 millones de libras esterlinas como máximo, aproximadamente 40.000 y 45.000 millones de euros, cifra no confirmada por la UE.
La Declaración Política es un documento mucho más corto que se refiere a cómo será la relación entre el Reino Unido y la UE luego de la fecha de salida. Es importante notar que el Acuerdo de Retirada solo cubre el periodo que va desde la salida del RU (de la UE) hasta finales de 2020 (periodo de transición) durante el cual se pueden alcanzar nuevos acuerdos, pero estos tienen que seguir los fundamentos establecidos en la Declaración Política.
El documento es vago en cuanto la regulación y dice que el RU considerará alinearse con las normas de la UE en áreas de relevancia, a saber: químicos (Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos), aviación Agencia Europea de la Seguridad Aérea, y medicamentos (Agencia Europea de Medicamentos).
¿Qué implica separar los dos?
De momento, parece que la separación de los dos elementos tiene que ver con la intención de que se apruebe algo a tiempo.
La UE concedió a petición de May extender la fecha del 29 de marzo, ofreciendo el 22 de mayo, siempre y cuando el acuerdo de la primera ministra cuente con el respaldo de los diputados.
La mandataria espera que si presenta solo el Acuerdo de Retirada y excluye el Documento Político le permitirá cumplir el plazo. De lo contrario Gran Bretaña va a un “Brexit sin acuerdo” o “salvaje” el 12 de abril, salvo que haya otra extensión, pero esta implicaría participar en las elecciones al Parlamento Europeo.
Se trata de una jugada riesgosa, ya que los diputados están en contra de los puntos existentes en el Acuerdo de Retirada. Con esta maniobra May se propone empujar a los diputados a que den un salto al vacío y respalden su Brexit, pero una vez más, los números no cierran. En la sesión de ayer, los diputados no lograron que ninguna de las alternativas consiga una mayoría, aunque las opciones preferidas fueron en el sentido contrario al plan de May. La fecha de salida está a la vuelta de la esquina. Todo conduce a que el Reino Unido permanecerá en la incertidumbre.