El enviado de Obama, Thomas Shannon, llega a Caracas en momentos de tensión política y con la apertura de un diálogo en desarrollo. El imperialismo no quiso quedarse fuera y hace presencia activa.
Martes 1ro de noviembre de 2016
No es ninguna casualidad el momento escogido para la llegada al país de Thomas Shannon, subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos Políticos, justo luego de haber dado inicio el diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición.
A la intermediación directa del Vaticano le faltaba el aval directo de Obama al proceso del diálogo iniciado entre el chavismo y la oposición. Evidentemente el Papa Francisco se habría asegurado el apoyo de Estados Unidos para asumir el riesgo de actuar como mediador y no terminar en un fiasco, habida cuenta de la alta tensión de una crisis que amenazaba (amenaza) profundizarse.
Como Washington no da puntada sin hilo, ni suele caer de improviso o desprevenido, mucho menos sin hacer inteligencia del escenario, venía estando al tanto minuciosamente de todo lo que venía aconteciendo en las tratativas para la concreción de la instalación de la mesa de negociación, y no precisamente por los medios periodísticos. Un vuelo de Washington a Caracas es de pocas horas, y tras ser informada la Casa Blanca que por fin había salido humo blanco en Venezuela activó su viaje para ser recibido por el gobierno de Maduro así como por representantes de la oposición.
Cual sea el acuerdo que se alcance entre la oposición y el chavismo no puede estar por fuera de los cálculos e intereses políticos de Estados Unidos. Oficialmente viene para apoyar el diálogo iniciado entre el gobierno y la oposición aglutinada en la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD). Así lo hizo saber oficialmente este lunes el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria: "Queremos alentar a que continúe este diálogo que está empezando".
Se espera que Shannon, que ha actuado en el último año como mediador para mejorar la relación entre Washington y Caracas, se quede en el país hasta el próximo miércoles, declarara también el portavoz de la Casa Blanca, justamente en la semana de alta intensidad política en la vida del país cuando han sido convocadas movilizaciones tanto desde la oposición como desde el chavismo.
Shannon ya viajó en junio pasado a Caracas, donde se reunió con miembros de la oposición, de la Asamblea Nacional y con Maduro, en una política activa del gobierno de Obama en la crítica situación del país, y no tan solo por reactivar el diálogo bilateral y superar las tensiones en la relación entre Estados Unidos y Venezuela como suele declarar oficialmente el gobierno de Maduro.
Sobre el encuentro formal que se diera en horas de la tarde entre Shannon y Maduro, apenas se difundieron imágenes por la televisión estatal, no se produjeron declaraciones públicas a los medios y tampoco se adelantó el contenido de la conversación.
Pero la visita de Shannon a la casa presidencial, el Palacio de Miraflores, coincidió también con la presencia del segundo enviado del Papa para encontrarse con Maduro, Claudio Maria Celli, un experto de la diplomacia del Vaticano que ha estado trabajando durante mucho tiempo las relaciones con la República Popular de China y Vietnam con la Santa Sede.
El representante de Obama llega luego de la primera reunión formal entre el gobierno y la oposición como resultado de múltiples “gestiones exploratorias” iniciadas por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se vienen dando desde abril. Pero que se terminó concretando con la intermediación del primer enviado especial del Vaticano, monseñor Emil Paul Tscherrig, que funge como Nuncio en Argentina, por petición tanto de la alianza MUD como del gobierno, cuando fue pautado el primer encuentro que este domingo se llevó a cabo entre Gobierno y oposición.
Diálogos donde se moldea la transición en la etapa del potschavismo
En la reunión del domingo pero que se prolongó hasta la madrugada, los representantes acordaron establecer mesas de trabajo que iniciaron deliberaciones el mismo lunes sobre cuatro temas: paz, respeto al estado de derecho y la soberanía; derechos humanos y reconciliación; economía y sociedad; y el establecimiento de un cronograma electoral.
Las partes volverán a reunirse el 11 de noviembre en Caracas. "Es una buena noticia para Venezuela que este proceso de diálogo lo logramos y arrancó bien", dijo Maduro la noche de este lunes tras reunirse con el enviado del Papa, Claudio Maria Celli, el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero además del subsecretario de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon.
Pero la agenda de movilizaciones programadas para esta semana, incluyendo la sesión de la Asamblea Nacional de este martes al que se ha invitado a Maduro para que dé respuestas en lo que la MUD llama de “responsabilidad política”, sobre la cual ya Maduro ha adelantado que no asistirá. Al contrario, como respuesta a esta reunión de la Asamblea Nacional el chavismo ha convocado una movilización de rechazo, y las protestas para este jueves 3 de noviembre se mantienen.
Sin embargo, Chuo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD ya adelantó que se replanteará la agenda de calle, lo que puede implicar que no se concrete la marcha a Miraflores como habían anunciado. No obstante, esto ya está siendo un nuevo punto de conflicto en la MUD, que ha mostrado sus diferencias, pues el partido de Leopoldo López, Voluntad Popular, no se ha sumado al diálogo e insiste en que no se cambie un milímetro la agenda programada, y por su parte Henrique Capriles de Primero Justicia ha venido mostrando su rostro más intransigente.
Pero en Caracas se encuentran presentes de manera activa y directa tanto el Vaticano como Estados Unidos, con representantes de alto calado político, y actúan para la aceleración del diálogo y se termine pactando acuerdos políticos. ¿Cuál es el contenido de los mismos?, es la incógnita para el conjunto de los trabajadores y el pueblo pobre, pero lo que sí es claro es que allí se traza es la transición en la etapa abierta del post chavismo, del cual nada bueno saldrá para el pueblo trabajador que viene sufriendo la agobiante crisis económica que ya lleva tres años.
Además donde Estados Unidos y la Iglesia se meten, y más aún para mediar, no son precisamente las clases subalternas las que salen beneficiadas, y una transición post chavista será moldeada en función de las clases dominantes y de los intereses del imperialismo.
