Este domingo 1 de julio, comenzaron a aplicarse las alzas a los precios de los planes de las isapres. El reajuste será de 3,4% y afectará a 1,7 millones de usuarios/as.

Suely Arancibia Auxiliar Hospital Barros Luco.
Lunes 2 de julio de 2018
El negocio de la salud para nadie es desconocido, sin embargo este no solo se sustenta por los centros de atención privados sino que también por vía del modelo de las isapres. Hace 37 años la creación de este sistema, que se dio luego de la dictadura militar a través del decreto de ley N°3 en 1981, abrió paso al negocio de la salud siendo en estos momentos uno de los más rentables para los empresarios, mientras vemos como la salud pública se cae a pedazos.
Una vez más las isapres generan controversias, debido al proceso de adecuación anual que inició este 1 julio y culmina en junio de 2019, donde se comenzó a aplicar el alza de los precios de los planes, el cual será de un 3,4% y afectará a 1,7 millones de usuario/as. La adecuación anual de contrato “corresponde a la facultad de la isapre de revisar los contratos de salud de manera anual, donde las revisiones no podrán tener en consideración el estado de salud del afiliado y beneficiario”.
Ante esta “adecuación” las alternativas que tienen los usuarios son tres: aceptar el plan alternativo que ofrece la entidad privada, poner termino al contrato y cambiarse de isapre o incorporarse a Fonasa, y la última opción es interponer un recurso de protección reclamando a la Superintendencia de Salud para así evitar el alza. Sin embargo, debemos tener en consideración que solo durante el primer semestre de este año, los afiliados a isapres han presentado un total de 69.620 recursos de protección para frenar el alza del precio de planes que les es impuesta por las entidades privadas, donde en la mayoría de los casos estos recursos no llegan a nada.
Ya vimos como piñera dentro de su discurso de la cuenta pública se refirió a este sistema, sistema que él mismo avala y que responde a los intereses de la clase a la cual representa, donde declaró que “No es justo que las responsabilidad de los costos de la maternidad en nuestro país recaiga casi exclusivamente en nuestras mujeres, esto tiene que ser una responsabilidad compartida entre hombres y mujeres”, tomando de esta manera la movilización del movimiento de mujeres que cuestiona privilegios de hombres frente a mujeres, planteando un alza de las cotizaciones de los hombres para igualar los costos con las mujeres, una supuesta “igualdad” pero que fin y al cabo es a medida del neoliberalismo.
Ante este hecho, debemos considerar también, que sólo en tres meses las Isapres recaudaron un total de $34.196 millones, es decir, la mitad de lo obtenido en el 2017, lo que demuestra las inmensas ganancias que ganan los empresarios a costa de nuestros bolsillos.
Para acabar con este negocio, lo que necesitamos como trabajadores, mujeres y juventud, es que se garantice un derecho básico como lo es la salud, pero para esto, tenemos que barrer con toda la herencia de la dictadura para así eliminar a los empresarios de la salud, donde el Estado garantice una cobertura total sin la intervención de privados y su sistema de isapres y pasemos a un sistema público, de calidad y que esté al servicio del conjunto del pueblo trabajador.
Para alcanzar lo anterior, debemos organizarnos por conseguir un Sistema Único de Salud Pública, que sea financiado a través de la nacionalización de los recursos nacionales, como por ejemplo el litio, el cual estas últimas semanas se ha puesto en cuestión por el caso de SQM, pero esta expropiación debe ser sin pagos a los privados y administrado por el conjunto de los trabajadores y la comunidad, garantizando así que este se ponga al servicio de la comunidad y no de empresarios o políticos corruptos.