El conductor se larga a la carrera electoral “avergonzado” de cortar polleras. Con críticas a Macri y Cristina, anduvo de recorrida por el feudo de Manzur, responsable de la tortura de la niña tucumana a la que se le negó la ILE.
Domingo 10 de marzo de 2019 14:40
El empresario que se enriqueció durante 30 años reproduciendo la violencia machista, mercantilizando los cuerpos de las mujeres, con un recalcitrante discurso homofóbico, misógino y racista, ahora se arrepiente del tristemente célebre “corte de polleritas”.
Ni tonto ni lento, el mediático millonario tomó nota de la gran marea verde que vino a cuestionarlo todo y en el mismísimo 8 de Marzo, mientras millones de mujeres y disidencias volvían a copar las calles, Marcelo declaró en el programa radial de Matías Mártin “Basta de Todo” su apoyo a la lucha por la igualdad de género (Sic).
Oportunismo o demagogia, nadie podría creer que el vicepresidente de San Lorenzo está deconstruido. Tinelli viene poniéndole fichas al peronismo federal, elogiando un posible frente, como alternativa, con la candidatura de Lavagna junto a Massa, Uturbey y lo más arcaico del Peronismo Federal. Todo muy feminista.
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El productor de Ideas del Sur tuvo la habilidad de maniobrar entre las demandas de las mujeres y la agenda peronista, recorriendo Tucumán, junto al gobernador Manzur, responsable de la tortura de una nena de 11 años, a la que se le negó la Interrupción Legal del Embarazo.
Amigues y enemigues
Lejos de las negociaciones electoralistas, las mujeres demostraron en su día internacional, que siguen en pie de lucha contra la violencia patriarcal, esa que reproduce el Estado, las iglesias y los empresarios, y que en los medios de comunicación fue banalizada durante años por Tinelli.
Ni “el cabezón”, ni Manzur pegan con este potente movimiento que solo puede confiar en su propia fuerza para pelear por terminar con la opresión patriarcal, y que necesita la independencia de los empresarios, la Iglesia y los partidos tradicionales con sus dinosaurios y pañuelos celestes. Porque esta lucha por terminar con la opresión hacia las mujeres no entra en las urnas ni se cuenta en puntos de raiting.
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