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Red Internacional
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MORENA. ¿Tirar las reformas estructurales de la mano de los grandes empresarios?

Debate a propósito del discurso de Paco Ignacio Taibo II en la presentación de su libro Patria.

Miércoles 16 de agosto de 2017

El martes 15 de agosto, Paco Ignacio Taibo II, historiador de personalidades y procesos revolucionarios de la historia de México y uno de los principales referentes intelectuales del Morena, asistió a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM a presentar su nuevo libro Patria. Un recorrido por la revolución liberal de Ayutla (1854-57) y la Guerra de Reforma (1857-61).

El libro tiene relevancia no sólo histórica, respecto a una experiencia sobre la que poco se regresa y que ha sido borrada de la memoria, sino también política, en un clima atravesado por las elecciones del 2018 y por proyectos de país que se presentan, por parte de sus impulsores, como confrontados. En palabras del autor, estamos en un momento crucial donde se necesita un “cambio profundo y radical en la sociedad”.

Como era de esperarse, la reflexión histórica devino en discusión política y frente a 200 jóvenes estudiantes se abrió un debate sobre la revolución -que Taibo II y el Morena consideran debe ser “pacífica y ciudadana”- y sobre qué tipo de transformación es necesaria respecto al régimen que siembra cuerpos, militariza y ataca las conquistas sociales.

Y como expresan los procesos más convulsivos del pueblo mexicano, que Taibo II ha estudiado tanto, el descontento frente a la implementación de los planes del imperialismo estadounidense muchas veces se ha activado en las calles. Ejemplo de esto fue el repudio a los planes neoliberales y al TLCAN, los movimientos contra la militarización y la “guerra contra el narco” y procesos que cuestionan lo más descompuesto del capitalismo mexicano, como la lucha por la aparición con vida de los 43 o contra el feminicidio.

¿Resistir pacíficamente a la voracidad del capital?

El Morena ha demostrado que la “transformación” de la cual habla es por la vía electoral, con una resistencia que respeta el marco legal de las instituciones de esta democracia degradada y que busca reformar el capitalismo (en lugar de luchar por acabarlo). Supuestamente al servicio de esto es que integra a empresarios a sus filas para demostrar su “disposición y buena voluntad” a impulsar un proyecto “progresista”.

Pero a pesar de que algunos de sus intelectuales, como Taibo II, declaran estar a favor de derogar “todas las reformas estructurales” a través de la “presión” desde dentro para que la dirección y el programa del Morena asuma este objetivo, la contradicción es evidente.

La composición del equipo de asesores de AMLO es muy contundente; aunque Taibo II se distanció de las declaraciones de Jose Luis Beate, asesor de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y representante empresarial del Morena en la Ciudad de México, quien afirmó que AMLO no cancelará la reforma energética ni la construcción del nuevo Aeropuerto, y afirmó que la voluntad del Morena no es expulsar al sector privado del sector petrolero ni nacionalizar el energético.

AMLO reclutó a Marcos Fastlicht Sakler, suegro de Amilio Azcárraga -dueño de Televisa y empresario inmobiliario que se benefició de grandes negocios en el Edomex durante la gubernatura de Peña Nieto. Alfonso Romo Gaza, famoso por sus vínculos con el Opus Dei y los Legionarios de Cristo -en el 2000 y 2006 apoyó al PAN- o Miguel Torruco, cercano a Slim tras el matrimonio de su hija con Slim Jr. son parte fundamental del armado de la campaña de AMLO hacia el 2018 y participan en la elaboración y la estrategia electoral del Morena.

Taibo II planteó que es “evidente que en el proceso electoral se van a producir decenas de conciliaciones” y “pinchurrientas alianzas con el gran capital”; lo cual ya estamos viendo desde ahora.

Lo que no queda claro es cómo, con vínculos a los grandes empresarios -beneficiados por las reformas estructurales y por el neoliberalismo- podrá el Morena “apretarle el cuello a los inmensos privilegios de las grandes burguesías” para echar abajo las reformas que tanto enfatiza repudiar. La conciliación con estos empresarios solo puede llevar a la frustración de los trabajadores y jóvenes que apoyan a Morena considerándolo una alternativa al PRI y los demás partidos del Pacto por México.

Es incorrecto (y hasta podrá parecer ingenuo a algunos) pensar que quienes financian grupos paramilitares en las comunidades que resisten al despojo, negocian con el crimen organizado y han apoyado las reaccionarias políticas de este gobierno van a ceder sus privilegios, los cuales se basan en la explotación y expoliación de las grandes mayorías de las clase trabajadora del campo y la ciudad.

Pero también lo es considerar que la violencia de la burguesía organizada en el Estado, instituciones y legalidad que responde a sus intereses de clase, los de abajo debemos solo contraponer una “resistencia pacífica” y en clave “ciudadana”.

La vieja historia de que a izquierda del Morena solo está la pared

Frente a la intervención de una estudiante, integrante del Movimiento de los Trabajadores Socialistas, que planteó la necesidad de avanzar en una perspectiva independiente al capital transnacional y su propiedad privada, que nos despoja de toda propiedad al 99% de la población, Taibo respondió con un discurso muy común cuando se piensa desde el sentido común capitalista.

“¿Al dueño de una churrería ambulante hay que expropiarlo y nacionalizarlo porque ejerce un proceso de producción vinculado a la propiedad privada? ¿Seguimos la experiencia cubana de nacionalizar a los churreros, experiencia que demostró ser fracasada, o hacemos una revisión de la historia y cuestionamos donde la propiedad privada es un elemento de retroceso?

Se trata de un argumento sin asidero, ya que estamos hablando de los grandes capitalistas y trasnacionales, lo cual Taibo esquiva. México es un país donde ser periodista es la profesión más peligrosa, donde miles de jóvenes mueren cada año producto de la militarización y el crimen organizado que está asociado con el Estado, donde una mujer es asesinada cada 3 horas y la juventud sólo tiene derecho a la precarización laboral, ni imaginar la educación superior, la salud o la vivienda.

Pero para el 1% al que también pertenece Slim, el segundo hombre más rico del mundo, así como grandes capitalistas en los medios de comunicación y la industria -Azcárraga, Salinas Pliego, Larrea, Baillerès, Aramburuzavala- la propiedad privada es la columna vertebral de sus fortunas y su estilo de vida, basados en la explotación del trabajo asalariado y la miseria para las mayorías.

Lejos de reconocer que en las luchas de los trabajadores, la juventud y amplios sectores populares se plantea la posibilidad de avanzar a cuestionar este régimen político de los capitalistas, Taibo II se mantiene dentro de la lógica “de deseemos lo imposible pero exijamos lo posible”, adaptándose al marco legal-institucional y planteando que por fuera del Morena no existe alternativa. Morena cuando pudo profundizar el desarrollo de las luchas contra el gobierno, decidió por el contrario contener y desviar el descontento, mediante la confianza en las instituciones y hacia la “gran batalla electoral” del 2018.

Esto expresa la política del Morena hacia las luchas obreras, o las declaraciones de Taibo y el Fisgón sobre la huelga del periódico La Jornada, acusando a los trabajadores en lucha de “huevones” y llamando a “una concentración” para enfrentar la huelga y “ganarle a los pinches sindicatos” pues la lucha contra la desmantelación del CCT “atentaba contra la democracia” y afectaría a un diario “estratégico” para las elecciones presidenciales.

Desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas consideramos que cualquier alternativa política que se reclame de izquierda debe fortalecer la lucha de los trabajadores del campo y la ciudad por sus derechos, contra el avance de las grandes empresas y el gobierno sobre las conquistas sociales, poniendo toda su fuerza militante al servicio de desarrollar la movilización combativa.

En esa perspectiva, es que creemos que hay que luchar por tirar las reformas estructurales, conquistar una jornada de 6 horas y 5 días a la semana, una mejora sustancial en la vida de los más de 40 millones de mexicanos en extrema pobreza, cancelar el pago de la deuda externa para financiar la educación gratuita para todos y romper lazos con el imperialismo y sus políticas de militarización y privatización.

El objetivo estratégico debe ser tirar este régimen político al servicio de los capitalistas, con una perspectiva independiente de los empresarios y sus gobiernos, que cuestione la propiedad privada y luche por un gobierno de la clase trabajadora y el pueblo pobre.