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Red Internacional
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Editorial De Editoriales. Todas las rutas conducen a la corrupción

La “ruta del dinero K” empalma con la “ruta del dinero M”. La pobreza y la inflación bajo la lupa. La ley antidespidos y los relatos que se construyen a su alrededor.

Domingo 8 de mayo de 2016 10:28

Los peores días

Así titula Julio Blanck su editorial en Clarín, reconociendo en primer lugar que la bandera de la “verdad” es un mero símbolo en la gestión Macri. “Por cierto, el Presidente no escatima alusiones a las penurias del momento. El viernes, en Villa Soldati, dijo ‘yo sé que duele esta transición, sé que no es fácil”. Y aseguró que le resultaron dolorosas “muchas de estas medidas que tuve que tomar’. Pero una cosa es que las verdades las diga él, de modo programado y controlado, y otra cosa muy distinta es que funcionarios y legisladores salgan por su cuenta a soltar palabras en el viento”.

A continuación, el periodista cita el informe de Unicef que revela que uno de cada tres chicos en la Argentina viven en la pobreza y el dato de la caída del consumo de un 3,6% en abril, pero divide las responsabilidades entre el gobierno anterior y el actual en cada caso. Ante estos datos duros, a los que se suma la aparición de los sindicatos y la discusión por la ley antidespidos en el Congreso, Blanck aconseja: “Mientras estas discusiones siguen, la efusión interminable de la Justicia concentra la atención pública en las revelaciones sobre la extensión y profundidad de la corrupción kirchnerista. Pero como bien dice un dirigente opositor importante, ‘Comodoro Py no puede ser la única táctica del Gobierno’. No cuando la nafta subió 30% desde diciembre; el aumento de los alimentos fue del 14,5% en el primer trimestre; la demanda de energía cayó 12% en Capital y GBA desde el aumento en las tarifas y, según cifras oficiales, una familia tipo porteña necesita 17.500 pesos para cubrir la canasta básica, con una suba del 3,9% en el último mes”.

Página/12 también da cuenta de la inflación escandalosa que golpea a los trabajadores y sectores de bajos recursos. David Cufré informa que, según un estudio de la consultora FIEL, el aumento de la canasta básica total, que marca el límite de la pobreza, fue de un 33,5 % en los seis meses que van del gobierno de Macri. Los despidos, por su parte, suman ya 139.396 en los primeros cuatro meses del 2016. Si consideramos que sólo unos pocos gremios han logrado aumentos de un 35 %, la devaluación de diciembre resultó todo un éxito para los empresarios.

Frente a ese escenario, Blanck considera que el gobierno tiene soluciones para todos. Para el Grupo Clarín, consiste en el permiso para ofrecer el “cuádruple play”.

Para los jubilados y los beneficiarios de la AUH, la devolución del IVA: “El segundo frente del plan es el impulso intensivo de las medidas de ayuda social que ya se tomaron y se están tomando en estos días. Por ejemplo, la ley que avanza en el Congreso para reintegrar el IVA en las compras de alimentos de los jubilados y de quienes reciben la Asignación Universal por Hijo. Es una ayuda de hasta 300 pesos al mes para más de ocho millones de personas”.

Resultaría cómico, si no fuera trágico, decir que $300 ayudan de algún modo cuando la canasta básica está en $17.000.

Rutas

Eduardo Van der Kooy hace eje en la llamada “ruta del dinero K”, que ya es más bien un laberinto. Terrenos, sociedades, departamentos, hoteles y obra pública se entretejen en una trama en la que, como era de esperarse, están metidos kirchneristas y macristas por igual: “Báez intentaría demostrar que no habría sido el único beneficiario de obra pública en Santa Cruz desde el 2003. Habría oficiado también de privilegiado gestor. Recibía las adjudicaciones desde el ex Ministerio de Planificación, dirigido por Julio De Vido, pero muchas de ellas las tercerizaba. Como un mayorista. ¿Cómo habría sido en ese caso la supervisión del Estado sobre los fondos? Hay constancia que en ese trámite se produjeron desencuentros con Electroingeniería, ligada al ex secretario general, Carlos Zannini. Pero el plan enfila hacia otro puerto. Demostrar que también habrían participado en la repartija empresas cercanas al macrismo. De Nicolás Caputo, el gran amigo de Mauricio Macri, y Angelo Calcaterra”.

Horacio Verbitsky en Página 12 aporta el mismo dato, como si pudiera sorprender a alguien que conozca cómo se forjó la fortuna del actual presidente: “A la jauría mediática y judicial lanzada tras Lázaro Báez con la fantasía de llegar hasta CFK y su hijo Máximo le saltó una liebre inesperada: el principal socio de Austral Construcciones no lleva el apellido del ex presidente Néstor Kirchner sino el del actual, Maurizio Macrì. Se trata de su primo hermano Angelo Calcaterra, hijo de Pía, la única hermana de Franco y Tonino Macrì, los respectivos padres de Maurizio y Jorge Macrì. En su declaración indagatoria, Báez mencionó su asociación con la empresa macrista para las represas de Santa Cruz, pero el vínculo no fue ocasional sino permanente e incluye numerosas obras en todo el país durante más de una década”.

Le sigue una andanada de datos que sólo demuestra que Báez no fue el principal contratista del Estado durante la década kirchnerista, pero no que no haya habido sobreprecios en ninguna obra pública. Últimamente, Verbitsky dedica más espacio a atacar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, que a defender a Cristina Fernández. Probablemente por falta de material.

Ley antidespidos

Joaquín Morales Solá, en La Nación, presenta la norma contra los despidos votada en el Senado como un golpe del peronismo a la “rebeldía” de Macri, que pretende perpetuar su división. Dice que “esa rebeldía de Macri ya le valió que el Senado sancione una ley que virtualmente prohíbe los despidos de trabajadores. La mayoría peronista arrasó la posición del Presidente, claramente opositora a una ley de esa naturaleza. Fue un mensaje claro del peronismo, que muy poco tiene que ver con la situación de los trabajadores”.

El horror del columnista de La Nación se comprende. Es el odio a cualquier limitación del poder de la clase dominante.

Página/12 se hace eco de la discusión acerca de la ley, que no sería tratada en Diputados esta semana. Mario Wainfeld recuerda que “una norma similar dictada en 2002 coincidió con el mayor aumento de puestos de trabajo de la historia nacional desde 2003. No fue la letra escrita, fue la economía política, claro. La regla sirvió como marco, como señal al empresariado que tampoco tenía muchos incentivos para despedir con el crecimiento a tasas chinas. El espantajo “van a ahuyentar las nuevas inversiones” es insostenible: los (muy virtuales) nuevos empleos estarán fuera de la nueva cobertura legal. Tampoco es consistente aducir que no hay ni habrá cesantías. Si así fuera, poco importarían los “procedimientos de crisis” previos o la indemnización agravada, si la patronal es porfiada. Ninguna norma es panacea ni generadora masiva de empleo. Lo que subleva y violenta al gobierno es que el Congreso dicte una ley protectoria mayormente testimonial, que contradice su Dogma laico”.

Olvida decir Wainfeld (aunque otras notas de Página12 sí lo hacen) que el kirchnerismo rechazó en otras oportunidades aplicar nuevamente esa legislación. La propia Cristina lo explicaba de este modo en el 2010. El argumento del anterior oficialismo es la supuesta falta de despidos que habría existido en ese ciclo. Los trabajadores metalmecánicos, por ejemplo de la autopartista Lear, son un ejemplo de que eso sí ocurría.

La norma que se discute en estos momentos en el Congreso no es la única que se presentó. La diputada del PTS en el FIT, Myriam Bregman, que presentó un proyecto de ley para prohibir los despidos por dos años y de manera retroactiva. Aunque el proyecto que se aprobó en el Senado es más limitado, el PTS insiste en que pase a Diputados para su aprobación final, denunciando las maniobras dilatorias del PRO, el Frente Renovador y la bancada peronista.

Sin embargo, lo que también ha venido señalado la izquierda es la necesidad de que las direcciones sindicales rompan la tregua con el gobierno e impulsen un plan de lucha contra el ajuste. La enorme movilización del pasado 29 de abril evidenció la existencia de fuerzas y disposición para esa pelea entre los trabajadores.