Delegados y trabajadores de la Planta Alcorta de la empresa FEMSA-Coca Cola, cuentan desde adentro la verdadera historia de las condiciones de trabajo en la fábrica. Una historia muy distinta a la relatada por la Presidenta en su última cadena nacional.
Jueves 26 de febrero de 2015
El día martes, mientras se inauguraba el nuevo edificio de la nueva Municipalidad de Berazategui, la presidenta Cristina Fernandez realizó un nuevo discurso por cadena nacional. En este caso, además de felicitar al Intendente Patricio Mussi, dedicó unas palabras muy elogiosas a las empresas que invierten en el país poniendo a Coca Cola FEMSA como un ejemplo a seguir, “una empresa que invierte y genera empleo”.
Sin embargo, en su discurso pasó por alto las condiciones en las que trabajan los obreros de Coca Cola.
En esta nota, contamos lo que vivimos los trabajadores en todos estos años.
Un poco de historia
La empresa norteamericana Coca Cola es concesionada desde 1994 a un grupo de inversores mexicanos (FEMSA). Esta empresa ni bien se instaló en el país realizó un masivo achicamiento de personal, cerrando al menos tres plantas de producción que con el tiempo las convirtió en depósitos de gaseosas. Recordemos también que por esos años la economía argentina ofrecía al inversor un gran negocio. Eran los tiempos de la falsa convertibilidad del 1 a 1. No fue casual entonces la venida de FEMSA a la argentina porque fue justamente en este marco como se llenaron sus casas matrices de dólares, ya que nadie controlaba ni regulaba la salida de capitales.
Esta política la acompañó con la prohibición de la afiliación sindical y se mostró firmemente enemiga de la libre organización gremial de los trabajadores de base. Años más tarde, aprovechando el crecimiento incesante de la desocupación, la empresa Coca Cola, con la complicidad del Ministerio de Trabajo, impuso un convenio por empresa que dura hasta hoy, donde entre otras cosas obliga a los obreros a trabajar los feriados nacionales.
Fueron años duros y difíciles para los trabajadores que no podían decir siquiera lo que pensaban.
Era casi imposible hablar de salarios, de organización obrera, de condiciones laborales, etc. Todo aquel que cuestionaba algo era despedido.
Los verdaderos protagonistas del cambio
Pero en el año 2005, la empresa despidió a un trabajador que los obreros apodaban “Lubumba” y que era militante del PTS. La pelea dada fue la bisagra del cambio que vino después. Con esta lucha histórica no se logró el objetivo de su reincorporación, pero si la efectivización de los 142 contratados que había en planta, donde muchos de ellos llevaban contratados casi dos años. Fue el primer trabajador que no fue a cobrar el seguro de desempleo y a cambio dijo bien fuerte: No a los Despidos!
La fábrica ya por entonces comenzó a tomar otro tono y los trabajadores fueron de a poco perdiendo el miedo y cuando vieron el momento justo, un sector de compañeros tomó el guante e impulsó un petitorio que pedía: delegados en planta, pago del título y pago de la antigüedad. Además hicieron una campaña de afiliación, consiguiendo que en dos días se afilien casi 150 compañeros.
Los trabajadores ganaron la pulseada y en el 2006 obtuvieron su primera Comisión Interna provisoria y la libre elección de afiliarse al sindicato SUTIAGA. En el año 2007, una vez que los trabajadores tenían un año de antigüedad como afiliados al sindicato (sus dirigentes permitieron que FEMSA desafilie a los trabajadores compulsivamente) se conquistó el primer Cuerpo de Delegados en la principal planta de producción, la Planta Alcorta del barrio Pompeya. Como parte de esta pelea, los trabajadores conquistaron luego el pago de antigüedad y el título que les fueron quitados durante los años 90.
Ya conformada la Comisión Interna, pasaron seis años de gestión de la Lista Verde que respondía a la conducción del sindicato y luego vino su división, hasta que en el año 2013 ganó la Lista Marrón (la conforman militantes del PTS e independientes). Los compañeros de la Marrón, reorganizaron la fábrica poniendo como forma de organización la asamblea por turnos y los debates en los diferentes sectores de la planta. De esos espacios surgieron los reclamos más sentidos por los trabajadores, donde uno de sus puntos es el pedido de efectivización de los compañeros contratados ya que la empresa no efectivizó a ningún contratado en los últimos seis años.
Oscar Zunzunegui (delegado de Planta Alcorta) nos acerca su opinión: “Todos los años hacen lo mismo, contratan trabajadores temporarios y luego de usarlos los dejan en la calle. Hace más de seis años que la patronal no efectiviza a ningún trabajador, mientras que inaugura nuevas líneas de producción y habla en los medios de inversiones de cientos de millones de dólares. Parece que hay plata, mucha plata para inversiones en máquinas nuevas, pero nunca tienen presupuesto para regularizar de una vez por todas las categorías de los compañeros que siguen realizando tareas sin ser reconocidos con las categorías acordes a sus puestos. Lo mismo pasa con los compañeros de Bodega que pidieron un plus para mejorar su situación salarial y todavía no hubo respuesta por parte de la empresa. Estos compañeros, sentados arriba del auto elevador, soportan el calor, el frío y las lluvias y son los responsables de que las gaseosas lleguen al mercado y a los depósitos que la empresa monta con cientos de millones de dólares. A ellos los tienen con un techo salarial, con una categoría intermedia. Una vergüenza.”
En esos seis años, hubo alrededor de 50 trabajadores que ya no están más en la cadena productiva y nunca se los reemplazó por personal efectivo, mientras que cuando toman supervisores los efectivizan de entrada.
Los delegados de planta, vienen peleando todos los días contra la política de esta empresa. Por eso ya denunciaron a la empresa por fraude laboral en el Ministerio de Trabajo y en la Legislatura porteña y lanzaron una campaña de afiches con el lema “No a los Despidos!”. Tanto en los paros nacionales del 20N y el 10A, un sector importante de los trabajadores de Coca Cola, se hicieron presentes con sus reclamos en el puente Pueyrredón, haciendo público los reclamos de la planta.
Germán Caffaratti (delegado de planta Alcorta) lo explica mejor: “Nosotros dentro de la fábrica no solo buscamos mejoras salariales para todos los compañeros, sino también la unidad de los trabajadores en la defensa de los más vulnerables que son los compañeros contratados y tercerizados porque son los que más sufren. A ellos los tienen como material descartable, les pagan menos que a nosotros y encima los dejan en la calle todos los años. Esto así no va más, se tiene que terminar”.
Jorge Jara (también delegado de planta Alcorta) nos comenta que: “El mecanismo de engaño que utiliza la patronal es la de extorsionar a los compañeros, les dicen a los contratados que en apenas meses, los van a volver a llamar, logrando así alejar a los trabajadores del escenario de la lucha por su reincorporación que es lo queremos hacer nosotros. Últimamente lo que hacen es llamarlos por teléfono a sus casas, así pierden contacto con los demás obreros. Pero esto se combina y se refuerza con la posición del Sindicato que opina que la empresa está dentro de la Ley, lo que los lleva a negar que se efectúan despidos. Ellos hablan de un corte en la relación laboral, un corte temporal que es aclarado de entrada por la empresa, lo que significa un aval y un visto bueno a la modalidad de contratación que hace efectiva la patronal, porque si no hay un pago de haberes durante los meses que los compañeros no están en la planta, significa que hubo una desvinculación, un despido, eso lo decimos nosotros y lo dice también la ley. Nosotros los delegados junto a los compañeros que integran la Agrupación Marrón y un sector importante de los trabajadores que representamos, volveremos a sacar a la calle esta grave problemática y denunciar en todos lados lo que hace esta empresa con los trabajadores contratados en todas sus plantas. Le vamos a contar a todos lo que no dijo la señora presidenta sobre la empresa Coca Cola FEMSA”.
Las inversiones del “modelo”
Tanto Cristina Fernández como la Ministra de Industria, Debora Giorgi, hicieron declaraciones a favor de la patronal Coca Cola FEMSA por las inversiones que viene haciendo en el país desde el 2003, dando la idea de que es una de las empresas que con inversiones, viene acompañando el “modelo K”. En ese aspecto debemos darle la razón porque en todos estos años el gobierno y sus sindicatos aliados, no tuvieron una sola política para que en el ámbito laboral se anulen las leyes de flexibilización que precarizan el trabajo y permiten los despidos masivos de contratados, el trabajo tercerizado y en negro. De esta manera hicieron su fortuna los que verdaderamente tuvieron su década ganada, los empresarios explotadores.
La inversión de capitales a la que hizo referencia la presidenta Cristina Kirchner, no es una inversión destinada a la construcción de nuevas fábricas, sino a la extensión de un deposito ubicado en la localidad de Villa Celina, partido de La Matanza. La única manera de que aumente el trabajo en esos depósitos, es aumentando el trabajo en la fábrica donde se produce la Coca Cola, es decir en la planta Alcorta de Pompeya.
Les aseguramos que los trabajadores de esta planta, no están para nada contentos con los dichos de ayer de la Presidenta porque son los que vienen sufriendo en carne propia, la estafa del impuesto al salario por parte de un gobierno que se dice popular y las políticas de manoseo constante que hace FEMSA con sus trabajadores, tanto con los efectivos como con los contratados y contratistas como son los trabajadores de limpieza y del comedor que trabajan de manera permanente y reciben salarios de miseria. Mientras tanto FEMSA factura miles de millones al año y la presidenta lo celebra por cadena nacional.