El pasado 16 de febrero hubo en Galicia una convocatoria de huelga estudiantil que fue solamente convocada por el sindicato nacionalista Erguer. Para este 9 de marzo todos los agentes han convocado, desde sindicatos hasta las organizaciones estudiantiles.
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Jacobo A. García @Jacobscarface
Miércoles 8 de marzo de 2017
La plataforma estatal en defensa de la educación pública ha convocada a una huelga de toda la comunidad educativa. En los últimos días en Galicia se han sumado a esta iniciativa los sindicatos nacionalistas CIG, y las organizaciones juveniles y estudiantiles cercanas al BNG, como Galiza Nova y Erguer, respectivamente.
En el caso concreto de Vigo la manifestación se realizará a las 11: 30 (organizaciones nacionalistas) y 12:00 de la mañana en Plaza América. Consideramos que esta duplicidad es un error, ya que la unidad de acción es necesaria para conseguir los objetivos de la derogación del 3+2, la Lomce, así como del resto de medidas neoliberales encaminadas a la privatización.
Por otra parte, esperamos que el escaso margen entre una convocatoria y otra permita que ambos sectores realicen una manifestación conjunta, y los distintos agentes lleguen a un acuerdo. Además, creemos que los estudiantes, con sus distintas organizaciones y a nivel individual, deben de manifestarse en un bloque crítico independiente de las cúpulas sindicales, que han sido cómplices de los ataques a la educación en los últimos años, al haber realizado una muy escasa movilización al respecto.
No sólo debemos conformarnos con la retirada de las leyes reaccionarias que elitizan la enseñanza y precarizan nuestro futuro laboral, si no que debemos de defender un programa donde nuestro horizonte estratégico sea una educación pública al servicio de la clase trabajadora y la juventud. En este sentido, es necesaria la difusión de un programa de reivindicaciones a corto plazo, para establecer una lucha continuada y conseguir pequeñas victorias que puedan aumentar la base y la moral del movimiento estudiantil.
Entre estas se pueden destacar el abaratamiento de los costes de las fotocopias y la gratuidad de las relativas a las distintas materias, el acceso gratuito al transporte en aquellos lugares donde los centros de estudio estén alejados o la gratuidad de los exámenes de B1 y B2 de idiomas, necesarios para terminar muchas carreras y los programas de movilidad, respectivamente, entre otras.
Por supuesto un programa más ambicioso de reivindicaciones, como pueden ser la mayoría estudiantil en los consejos de gobierno de las universidades, la creación de asambleas soberanas por centro y facultad (espacios decisorios del movimiento estudiantil) o la habilitación de espacios de reunión y asociación, así como el aumento de los espacios para la difusión política y social, son también necesarias. Sin olvidar reivindicaciones estratégicas de carácter económico tan importantes como la gratuidad de todas las enseñanzas públicas o la creación de un sistema de becas ampliado para el transporte a estudiantes con lugar de origen alejado de su lugar de estudio.
La defensa de la lengua y la cultura gallegas también es imprescindible, ante el ataque españolizador que supone la LOMCE, y la poca presencia en la universidad, así como el mundo científico de nuestro idioma. Todo esto como parte de una política más amplia donde toda manifestación de arte, cultura, ciencia o expresión social sea fomentada por el gobierno gallego, actualmente centrado en la TVG, un medio a su disposición y utilidad política y electoral, que día a día reduce su calidad, ante las presiones que reciben sus trabajadores, que restringen la libertad de expresión en su profesión.
Para conseguir todas estas reivindicaciones, y otras que surjan del movimiento estudiantil y en defensa de la enseñanza pública es necesario un plan de lucha firme y continuado. En este sentido, la unidad de las filas del estudiantado, tanto de FP como Universidad, es indispensable. Por otra parte la colaboración con otras luchas, como pueden ser las luchas obreras, muy presente esta semana la lucha de los estibadores, o la lucha de las mujeres, como la del 8 de Marzo, darán más fuerza a los estudiantes para alcanzar todos sus
reclamos y obtener mejores y mayores victorias.
Por último, frente al inmovilismo y corporativismo de la burocracia sindical, que dividen nuestras filas y debilitan la lucha, proponemos el frente único en la lucha social con todos los sectores y agentes. Sin embargo, mantenemos nuestra firme crítica a las direcciones sindicales y rompemos con la idea de conseguir solamente tibias reformas. Nuestro objetivo es conquistar una educación al servicio del pueblo trabajador y para ello la movilización social constante debe ser la principal herramienta.
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Jacobo A. García
Vigo