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Red Internacional
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Luciano Arruga. Todos culpables

Sábado 18 de octubre de 2014

Fotografía: DYN

No existen los inútiles, existen los culpables, los inocentes, los responsables y los que no lo son. Eso hay en la noticia de la aparición de Luciano, hay culpables, inocentes e irresponsables culpables.

Culpable la Policía por perseguir y reclutar; en este caso, intentar reclutar a pibes de barrios pobres para hacer el trabajo sucio de la "agencia de recaudaciones“ más grande del Estado, la propia Policía.

Probado está en la causa que a Luciano lo "encerraron”, lo torturaron y lo "pasearon" en un patrullero en la comisaria 8ª de Lomas del Mirador, de la maldita Bonaerense en los tiempos de mayor reclutamiento de la historia según Scioli . Un peritaje con perros determinó que Arruga había estado en la comisaría y en uno de los patrulleros, que esa noche no había cumplido con su recorrido programado y según el registro electrónico de su desplazamiento circuló por descampados, esos de los que en La Matanza de Fernando Espinoza, a falta de viviendas, sobran. Patrulleros de la muerte.

Culpables los directivos del SAME y el Hospital Santojanni que cuando, en las horas más tristes, la familia vagaba de hospital en hospital tratando de encontrar a Luciano , sistemáticamente le dijeron que NO, que allí no había entrado ningún NN que pudiera ser Él.

Culpable el juez que ordenó, después de la muerte de Luciano, la inhumación del cuerpo sin tomarse la "MOLESTIA" de comparar los datos del fallecido con alguien que pudiera estar buscando la justicia, la Policía o alguna familia desesperada.

Culpable la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nro. 7. a cargo de la Dra. Roxana Castelli, que entregó la investigación a la Policía Bonaerense, la misma que había secuestrado a Luciano.

Culpables el juez Gustavo Banco y la fiscal Celia Cejas que realizaron una serie de escuchas telefónicas que se extendieron durante un año y medio a la hermana Vanesa Orieta, a la madre Mónica Alegre y a Marta Alegre, abuela del joven desaparecido con la "excusa de que podrían estar ocultando datos fundamentales de la causa."

Culpable el Juzgado de Garantías Nro. 5 de La Matanza que desestimó el pedido de Habeas Corpus, solicitado por la familia en febrero del 2009 por no haberse hallado ninguna orden de detención de Luciano Arruga o registro de su nombre en los libros de entrada de alguna dependencia policial la noche en que fue desaparecido (como si la Policía te pidiera documentos y tu firma antes de molerte a palos). Esa desestimación fue inconstitucional: la legislación vigente sobre el Hábeas Corpus establece que la medida es válida aún si ninguna autoridad admitiera la detención de la persona, pues podría tratarse de una desaparición forzada.

Culpable el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nro. 1 de Morón que desestimó el nuevo pedido de Habes Corpus por parte de la familia en abril de este año.

Culpable la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín que confirmo en segunda instancia el rechazo.

Culpables los organismos estatales que más de cinco años después se "acercaron"(quizás a saludar, quizás a pedir la hora).

Tantos culpables para un sólo inocente, un pibe que no quiso robar para la Policía, esa que algunos trasnochados "soñaban " con armarle un sindicato.

Tantos culpables para un pibe inocente al que presumiblemente le "armen" un escenario de accidente automovilístico para justificar su muerte y así, en la previa de un año electoral los gobiernos lavarse un poquito más la caripela.

Tantos culpables para un sólo inocente que, claro, cuando son tantos, termina siendo ninguno.

Ojala no sea esta vez, una más de la larga historia de impunidad que reina en el país.