El pasado domingo se jugó el Torneo Amistad Obrera, entre siete equipos femeninos integrados por obreras (y amigas y vecinas) de algunas de las principales fábricas de zona norte.
Martes 1ro de marzo de 2016
Pasadas las 10 AM ya se notaba la ansiedad de los primeros equipos que fueron llegando a MadyGraf, bajo gestión obrera, que con paciencia esperaron la llegada de las otras integrantes de los equipos femeninos, para, posteriormente, dar comienzo al torneo que comenzó el domingo 28 de febrero. Siete equipos femeninos se cruzaron en un torneo relámpago solidarizándose y aportando a través del juego con la juegoteca impulsada por los trabajadores y la Comisión de Mujeres.
Los equipos: Kraft, Las Leonas, Las Sombras, Las Antiprotocolo, Las KM, Las Tunas, y el equipo del barrio Los Ángeles, brillaron en una gran jornada de amistad obrera, mientras los niños jugaban entusiasmados en la Juegoteca que funcionó en el quincho. Dos pelotas entraban y salían de la cancha y la red soportaba la descarga de las jugadoras. La atención fue toda para ellas, desde la calle aledaña a la fábrica, los autos reducían su velocidad para verlas jugar, los que iban caminando se prendían del alambrado como si fuera la final de un superclásico.
Todos los equipos tenían hinchada, y es porque todos jugaron conscientemente por una causa común. La participación de la familia se agranda en cada jornada de juego. Algunos equipos vienen jugando desde torneos anteriores, otros nuevos se van sumando en cada encuentro, otros no pudieron venir porque estaban en otros campeonatos, el elemento común es que todos quieren volver a jugar en MadyGraf bajo gestión obrera.
El reloj señalaba las 11:15 h. cuando arrancaron los primeros pases, 20 minutos por tiempo fueron los que se acordaron entre las capitanas que desbordaban de alegría cuando entraban los equipos, mientras las que esperaban su ronda alentaban desde las tribunas acunadas por la sombra. Un grupo de niños se transformaron en los peloteros de la jornada, corrían metros y metros las pelotas para que las jugadoras aprovechen cada minuto de partido. El sol no daba tregua y enrojecía las mejillas de todas, aquí no importaba el peinado ni nada de esas cosas, importaba la amistad y anotar la mayor cantidad de goles, que era lo que iba a hacer posible ganarse el asado, que en parte fue garantizado por los compañeros del equipo masculino de Kraft, que donaron el costillar para otorgar el premio a las ganadoras del torneo relámpago.
No faltaron los tironeo de las coloridas camisetas, las destacadas de cada equipo, y algún que otro recordatorio familiar para el referí, que fue atribuido solo a la pasión por el fútbol. Del buffet ¡no quedó nada! Golosinas, bebidas gaseosas, panchos, hamburguesas y unos choris (que estuvieron un poco menos picantes que la final).
Llegaron a la final
Las compañeras de Kraft y el equipo de KM llegaron al último partido de la jornada. Kraft arrasó con todo, manteniéndose invicto como equipo ganador desde que comenzaron los torneos.