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Red Internacional
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DESDE LOS CÍRCULOS VIRTUALES. Trabajadora de la hostelería: “Es totalmente lícito negarse a trabajar sin las medidas adecuadas”

Entrevistamos a Noa, una trabajadora de la conocida cadena de comida rápida Papa John’s Pizza, que nos cuenta como se vive la crisis del coronavirus en su trabajo: precariedad, falta de medidas de seguridad, hostigamiento de la policía. La realidad que viven miles de trabajadoras y trabajadores precarios.

Martes 28 de abril de 2020

¿Cómo se está desarrollando el trabajo en vuestro local y que particularidades hay con respecto a antes del estado de alarma?

En nuestro local solo se mantiene el servicio a domicilio, tanto el propio de la empresa como el de otras de reparto, como Glovo, Just eat, Deliveroo, etc. Las diferencias son obvias respecto a antes. El pedido sólo se puede realizar mediante la web o la aplicación móvil para realizar el pago de esa manera y evitar el cobro en persona con él o la repartidora. Estos hacen la entrega del pedido sin tener contacto con los clientes, dejan el pedido en el descansillo, van con guantes y ni siquiera se quitan el casco de la moto; aun así, se recomienda que los propios clientes bajen a la calle a por su pedido para evitar que el o la repartidora suban. Por otro lado, nadie excepto los trabajadores puede entrar al local y una vez dentro, nos desinfectamos las manos.

¿Se cumplen en tu centro de trabajo las medidas de seguridad, EPIs, distancia etc.?

En nuestro local no está siendo posible llevar a cabo todas las medidas de seguridad sanitaria. La distancia de seguridad es prácticamente imposible dentro del local, sobre todo en la zona de cocina, ya que somos muchos trabajando y el espacio es muy reducido. Por otro lado, llevan muchas semanas intentando conseguir mascarillas para todos nosotros y así poder trabajar con más seguridad, pero la empresa que nos proporciona todo el material está dando este tipo de productos al sector sanitario y no quedan para nosotros. De hecho, hace un par de semanas conseguimos unas mascarillas que el propio gerente de la tienda consiguió pidiéndolas por internet, pero son malas y no sirven de mucho. Tengo constancia de que han conseguido otras mejores y estamos a la espera de que lleguen.

¿Qué representatividad tenéis y que respuesta están dando?

El gerente es el eslabón entre los trabajadores y la empresa, pero es cierto que toma las decisiones por sí mismo y cuando hemos hecho propuestas o tenido quejas nunca han llegado más allá del gerente. Eso ha creado entre mis compañeros y yo una sensación de que no se cuenta con nosotros para nada, aun siendo la cara visible de la empresa y los que estamos al pie del cañón para que todo funcione, más aún en situaciones como esta que estamos viviendo.

¿Qué opinión te merece que se considere actividad esencial el reparto a domicilio de comida rápida?

Yo puedo llegar a entender que haya gente que por discapacidad o falta de medios pueda necesitar comida a domicilio, pero para ello existen otras empresas de catering o de tipo menú para ese tipo de personas. Todo lo que se salga de ahí, como en mi caso, una pizzería, ahora mismo es un capricho innecesario que lo único que hace es ponernos en riesgo.

¿A qué dificultades extra se enfrentan los repartidores, que medidas de seguridad están tomando? ¿Algún problema con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado?

Bueno, en nuestro caso hemos tenido algunos episodios a destacar. Hace unas semanas un compañero se dirigía del metro a su casa tras su jornada laboral a eso de las 2 de la mañana aproximadamente y le paró la policía. Aún no disponíamos de las autorizaciones porque acababa de empezar la situación y aún no eran obligatorias (para mí, error también de la empresa de no protegernos aun no siendo obligatorio). Él explicó que venía de trabajar y cuando se dispuso a enseñarles el uniforme que llevaba en una mochila, estos policías comenzaron a intimidarle y abusar de su poder, desacreditando por completo las explicaciones de mi compañero hasta el punto de que llegaron a golpearle hasta que finalmente, tras ver el uniforme de la empresa, le dejaron marchar. Pude ver fotos de moratones. Mi compañero no se atrevió a denunciar ya que sería su palabra contra la de ellos y prefirió dejarlo estar.

En mi opinión, fue un acto más de racismo, ya que mi compi es ecuatoriano con aires de barrio, tatuajes, etc. y aprovecharon la excusa para mostrar nuevamente esa homofobia palpable de la sociedad. A otra compañera hace unos días volvía en su coche a casa tras salir de trabajar y la policía la paro en un control. Tras mostrar su correspondiente autorización válida, DNI e incluso en uniforme, estos la hicieron bajar del coche y la registraron tanto a ella como al coche por completo. Tras eso, la dejaron marchar.

Como trabajadora del sector y con conciencia de clase ¿Que sientes al ver las acciones que están llevando a cabo los compañeros/as de Telepizza de Zaragoza?

Me parece totalmente lícito que se nieguen a trabajar sin las medidas adecuadas, que antes que trabajadores somos personas y como tales, tenemos el mismo riesgo a contagiarnos. Muchos seguro que hasta viven con sus familias o con otras personas, lo que supone también un riesgo para estas. Estas situaciones sacan la cara más cruda del capitalismo y ponen a este por encima de la salud de las personas. ¡Fuerza y ánimo a las compas del Telepizza de Zaragoza!