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Red Internacional
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Entrevista. Trabajadora despedida de Komatsu: “El discurso ’todos somos familia’ es falso, están acostumbrados a despedir a las personas”

Vanessa Romo Morales (48), quien trabajaba en la empresa industrial desde 2012 y era una socia activa del Sindicato, fue desvinculada bajo el cuestionado artículo 161 de “necesidades de la empresa”, sin embargo, asegura que se trata de discriminación y que Komatsu tiene una línea de desvincular a personas sindicalizadas y a los trabajadores que denuncian injusticias y malos tratos.

Jueves 8 de marzo de 2018

La Izquierda Diario (LID): ¿Cuándo empezó a trabajar en la empresa Komatsu Reman y qué funciones realizaba?

Vanessa: Yo ingresé a trabajar el 11 de abril del año 2012, y entré al área de lavado extintor, donde se lavan piezas, se recuperaban y se extintaban los componentes una vez lavados. Estuve dos años en esa área y después me cambiaron a fabricación de bobinas, donde estuve más o menos tres años y medio, y ahí fabricaba bobinas, accesorios y siempre fabricando los kit de componentes que se restauran después. Yo ahí conversé con don Francisco Letelier (jefe de taller) cuando escuchamos que un nuevo taller de Antofagasta, de manufactura, se aplicaría aquí en Santiago, y manifesté reiteradas veces que quería aprender un trabajo nuevo, que a veces compañeros faltaban y no había quién hiciera esas labores, y yo siempre le dije que por qué nosotras no podíamos aprender esos oficios, siendo que era en beneficio de todos para que la producción no parara. Siempre, en todas las charlas que nos hacían, manifestaba mis ganas de aprender y que las mujeres también podíamos cumplir esas labores.

Desde ahí empezaron a probar conmigo, y empezó a resultar, empecé a fabricar nuevas cosas, y me enviaron junto a otro maestro a fabricar y vieron que sí podía funcionar, que yo podía hacer esos trabajos al igual que mis compañeros hombres. Después incluso me dieron una oportunidad de capacitarme en Antofagasta, donde Francisco Letelier me dijo que debía ir por un mes a aprender todo el proceso y después tuvo que manufacturar y embobinar unos productos y aprendí para aplicarlo acá en Santiago con un motor 830.

LID: Al momento de notificarle su despido, ¿qué argumentos le entregó la gerencia?

V: Fue el día miércoles 28 de febrero, recuerdo que fui a almorzar, después de la colación volví a mi lugar de trabajo y como a las 14:30 horas fui a buscar una herramienta a otra área, donde el supervisor Héctor Ureta me informa que Francisco Letelier me estaba esperando en la sala de reunión. Bueno, yo subí y en esa oficina estaba el jefe de Recursos Humanos y Letelier. Cuando me senté me dijeron ’bueno, la llamamos porque estamos poniendo término al contrato laboral con la empresa Komatsu’, y yo quedé para dentro, lo primero que pregunté fue qué hice, cuál fue el error porque no entendía porque incluso en ese momento estaba por entregar un producto que ya lo tenía listo y yo pensaba qué error había cometido con eso. Bueno y lo que me decían es que era por ’necesidades de la empresa’ (basados en el cuestionado artículo 161 del Código Laboral) habían finiquitado mi contrato. Yo lo único que les reclamé fue que me dijeran qué hice mal, que me dieran mayores argumentos y me decían solamente que era por necesidades de la empresa, y de una manera muy fría y seria.

Yo la verdad es que me saqué la cresta en esta área, para demostrar que sí se puede, que las mujeres sí podemos realizar trabajos que se dicen trabajos pesados, pero sí se puede hacer. Les decía que siempre estuve disponible, que siempre cumplí todas las metas laborales que me pedían, no cometía errores trabajando, no solía faltar ni presentar licencias, sin embargo, me pagan con esto siendo que ellos mismos me decían que era capaz de hacerme cargo de una nueva área. Y me despidieron sin ningún argumento, me desplazaron de mi trabajo simplemente porque se les antojó. Y me miraban fríamente sin responder a nada, y yo les decía que en verdad no les importo, ni les importamos como trabajadores, porque están acostumbrados a despedir a las personas y no tener ninguna empatía por esa persona, sin embargo, siempre nos repiten que Komatsu es como ’una familia’ y la verdad es que yo no le haría algo así a alguien de ’mi familia’, sobre todo si saben que dependo de un trabajo para solventar a mis hijas y nietos. Después me pidieron que me fuera de la oficina y luego se acercaron a indicarme los pasos a seguir, cómo cobrar el finiquito, el seguro de cesantía, pero la verdad es que ni pesqué porque estaba muy mal y solo tenía en mi mente la cara de Francisco Letelier mirándome fijamente sin ningún remordimiento, sin ningún gesto de humanidad hacia mí. Imagínate que yo llevaba seis años trabajando con él, donde siempre estaba prometiendo cosas y diciendo que la empresa iba a apoyarme. Me sentí totalmente decepcionada, menoscabada, desilucionada, realmente fue algo que destruyó mi propia autoestima en ese sentido.

LID: ¿Cómo afectó el despido a su familia?

V: Ellos quedaron totalmente preocupados y me preguntaban que qué íbamos a hacer para pagar el arriendo y seguir manteniéndonos cuando soy el único sustento de mi familia y eso lo sabía mi jefe, los supervidores, la gerencia. Tengo una hija que tiene que estudiar, tengo una menor de 16 años que tuvo bebé y me decía cómo lo iban a hacer, si es que ella se ponía a trabajar, porque además por la edad que se tiene muchas veces no dan posibilidades para trabajar en otros rubros. Y la verdad es que en ese momento no quería pensar de nada, estuve pensando qué hacer, cómo seguir adelante con mi casa, porque dan un finiquito, pero ese finiquito dura un tiempo, no asegura nada estable que es lo que se necesita para levantar un hogar. Ellos están al tanto de la situación familiar que yo tengo, todos saben, pero aun así les dio lo mismo, porque saben que estoy sola, que tengo nietos y que toda mi familia depende de mí, entonces esto me complicó bastante porque además es un rubro de trabajo que cuesta encontrar trabajo, que no es fácil, pero eso no les importó. Además luego me dan el argumento que me despidieron porque salí mal en una prueba, pero no te pueden despedir por una simple prueba donde se postulaba a un cargo.

LID: Efectivamente, según lo que nos comentó la directiva sindical, la razón que da la empresa es un problema de ’desempeño laboral’.

V: Eso es lo más raro porque mi desempeño laboral siempre ha estado por arriba de lo que exigen. El año pasado, en una prueba para medir esto, saqué un 79,5% de desempeño y esa cifra es sobre lo esperado.

LID: ¿Cuál cree que es el verdadero motivo de su despido?

V: Yo creo que es por mi carácter, porque yo soy una mujer muy frontal, siempre cualquier cosa que me molestaba de las jefaturas, de los favoritismos que tienen, de problemas en las liquidaciones de nuestros sueldos, siempre lo reclamé y lo plantee de frente. Cuando yo sentía que la empresa nos quería discriminar o menoscabar como trabajadores yo siempre plantee que eso no correspondía, o sea, siempre dije las cosas que pensaba y las injusticias que veía y eso era algo que me caracterizaba. Aunque yo no era de la directiva sindical, sí cumplía un rol dentro del sindicato y con mis compañeros de decir las cosas que veía y de enfrentar a las jefaturas cuando consideraba que nos estaban pasando a llevar. Muchos compañeros quizás no planteaban lo que pensaban, pero sí me apoyaban en el contenido de las cosas que planteaba y eso se notaba.

Por ejemplo, hubo un caso cuando nos querían sacar de los estacionamientos de la empresa hacia un lado más lejano del baño, de los camarines, y querían enviarnos al último lugar de la empresa. Yo me opuse a eso porque era una clara discriminación contra los trabajadores, porque los trabajadores somos personas que deberíamos tener los mismos derechos que puede tener un gerente. Por ejemplo, algunos de nosotros llegábamos temprano a la fábrica, a las seis de la mañana, muchas horas antes que los jefes y gerentes, entonces por qué nosotros teníamos que cambiarnos de lugar, y era porque claro los ven como gente más importante que todo el resto. Ellos llegan a la empresa mucho más tarde, nosotros tenemos un horario de entrada mucho más temprano, la mayoría de nosotros se levanta a las cinco de la mañana y tenemos un ritmo de vida muchas veces hasta más pesado, entonces eso me molestó, esa discriminación y ver que solo los supervisores o gerentes tienen más derechos. Si yo llego temprano y el gerente tarde ¿por qué debería estacionarme afuera de la empresa? Esto expresa las discriminaciones que hay. A mi parecer las jefaturas están abusando de su poder en muchos aspectos, sobre todo en cuanto a los derechos.

LID: ¿Cómo consideras que es la relación de las jefaturas y supervisores con las mujeres trabajadoras?

V: Con las mujeres trabajadoras yo encuentro que son bastante machistas. Siempre nos decían ’no, si ustedes no cachan ni una’, ’no, usted no es capaz de hacer eso’, o cuando les decía que quería aprender a trabajar en las máquinas te miraban mal o te decían ’ya, pongámosla en la máquina para que se de cuenta que no puede’, entonces no te apoyaban, sino que te discriminaban por ser trabajadoras. O sea, siempre te ponían límites o te decían cosas como que una no pudiese lograrlo. Después me di cuenta que días antes de que me despidieran no querían que yo hiciera nada, ni movimientos con el puente de grúa.

LID: Vanessa, ¿qué opina que la gerencia tenga una línea de despedir todos los meses a trabajadores, quienes además son socios del Sindicato?

V: Yo llevo seis años y he visto a muchos compañeros irse, e irse sin ningún motivo, que es la mayoría, y son muchos compañeros despedidos sin ninguna razón, incluso con colegas que hacían bien su pega, estaban bien evaluados, llegaban a la hora, no faltaban, entonces por qué despedirlos. Yo desde que estoy desde los inicios del Sindicato, de los fundadores, siempre vi, por ejemplo, que después de una negociación colectiva se hacían despidos, más que nada para bajar la cantidad de socios que había en esos momentos, que éramos 33 y después altiro llegamos a 22 y todos los socios despedidos. A mi parecer esto era para debilitarlo y aminorarlo, pero es la estrategia que tiene siempre la empresa de despedir no por el desempeño laboral, sino para sacar a socios y para que el Sindicato tenga menos fuerza, para que si alguna vez los trabajadores quieran paralizar eso se vea mermado. Por ejemplo, hace un tiempo la empresa hizo un estudio donde llamaron a todas las personas que no estaban metidas en el Sindicato e hicieron esas preguntas, o sea, si es que la empresa paralizaba por un paro, si ellos iban a seguir trabajando, si contaban con ellos.

LID: Eso que comenta claramente es una línea de la empresa para dividir a los trabajadores del Sindicato con los demás y debilitar al organismo sindical.

V: Claro, totalmente.

LID: ¿Qué le parece el discurso de ’todos somos una familia’ que tiene la empresa Komatsu?

V: Para mi es un discurso falso. Si hablamos de familia, a la familia uno no le haría un daño que los perjudicara, no los voy a dejar sin sustento porque se me ocurrió porque sí, o si algo no me parece voy a conversar con esa persona, voy a tener un diálogo previo, pero en mi caso no me dijeron nada y simplemente me desecharon, no dieron oportunidad de nada, es como que ya no les sirvo no más. Entonces ese discurso que tienen de la familia es un tongo, uno a alguien de su familia no lo tira a la calle así como así.

LID: ¿Qué acciones pretende hacer para exigir su reincorporación?

V: Yo voy a iniciar una demanda contra la empresa por despido injustificado y voy a pelear por mi reincorporación, voy a hacer todas las diligencias que haya que hacer, voy a seguir denunciando esto, hasta hacerme escuchar porque creo que el actuar que están tomando es absurdo e injusto. Por ejemplo, no permitieron hacer un desayuno para las trabajadoras el 8 de marzo durante la jornada laboral, siendo que en todas partes hablan que hay que incorporar y apoyar a las mujeres en lo que quieran desarrollarse, entonces ellos mismos prohibieron una actividad para fomentar eso. Esto demuestra que al parecer ellos son solo palabras que se las lleva el viento, no algo que realmente quiera llevar adelante la empresa, pero claramente a ellos no les importan las mujeres, ni nosotros como trabajadores, les da lo mismo, solo quieren que los trabajadores produzcamos. No les importan los problemas que tienen los trabajadores, lo que pasa en nuestras casas y con nuestras familias, cuáles son nuestros pensamientos o metas, nada de eso les importa.

LID: Para finalizar, Vanessa, ¿qué mensaje les daría a sus colegas en una situación donde se anuncian más despidos?

V: Yo les diría que se unieran todos, que no le crean todo lo que dicen las jefaturas y gerentes, que no crean que todo lo que les ofrecen sus jefes es cierto, que tienen que luchar como trabajadores y que si no se unen y no se apoyan entre sí la empresa va a hacer lo que quiera con ellos. Tienen que reunirse y pensar juntos qué van a hacer, cómo van a combatir estos despidos, cómo van a lograr poder ser escuchados como personas y frenar esta situación, porque a la empresa no le importa sus realidades; mi nieto se cayó hace unas semanas y eso lo sabía la jefatura, y les dio lo mismo despedirme sabiendo de las deudas y gastos que implica algo así. Entonces, si ellos, mis compañeros, no se unen hoy, mañana va a ser demasiado tarde para enfrentar esto.