Recién comenzado este mes de noviembre las trabajadoras de la Plataforma unitaria de socio Sanitarias de atención a la dependencia en domicilio, han comenzado una protesta frente al ministerio de trabajo para exigir condiciones laborales dignas, las trabajadoras se encuentran acampadas durmiendo a la intemperie a pesar del frio de Madrid por estas fechas.
Viernes 5 de noviembre de 2021
Imagen: Izquierda Diario
Ellas vienen de diferentes ciudades del Estado español y cómo nos comentan “no se marcharán hasta que no sean escuchadas por alguna institución pública”. Por el momento han mantenido reuniones fallidas con el Ministerio de Igualdad, lo han intentado también con la Ministra de trabajo Yolanda Díaz, pero como lo más destacable de la Sra. ministra es que no ha habido respuesta por su parte hacia estas trabajadoras.
Aquí reproducimos su comunicado.
La pandemia demostró que las trabajadoras de ayuda a domicilio eran trabajadoras esenciales. Una ayuda imprescindible para atender a los y las ancianas que se encontraban solos en sus domicilios por el confinamiento sin poder recibir las visitas de sus familiares por el temor a contagiarse. A pesar de ello, fueron comunes durante toda la pandemia las denuncias de estas trabajadoras hacia estas empresas privadas por la falta de materiales como, mascarillas, batas, guantes, etc. Ahora pasado el peligro, las condiciones laborales no han mejorado, no se les aplica la ley de Prevención de Riesgos Laborales una de sus principales reivindicaciones. Otra reivindicación no menos importante es poder jubilarse a los 60 años de edad, por el tipo de trabajo que realizan día tras día donde supone un doble esfuerzo, ya que su tarea consiste en la atención personal asear o duchar a una persona con movilidad reducida, y no olvidemos además los trabajos de limpieza que realizan dentro de los domicilios, todo ello en un tiempo récord.
Estos servicios tan esenciales de titularidad pública están en manos de empresas privadas que se lucran con la explotación de las trabajadoras en su mayoría mujeres, y muchas de ellas también migrantes, con unas condiciones laborales de super explotación, por este motivo en su lucha exigen la remunicipalización de estos servicio.
Finalizar los contratos sin indemnización por parte de las entidades públicas con estas empresas explotadoras y que lo gestione los servicios públicos bajo el control de las trabajadoras que al fin y al cabo son ellas las que mejor conocen las necesidades de sus usuarios y así terminar con la explotación y opresión de los y las trabajadoras por parte de estas empresas con prácticas usureras.
Las trabajadoras no están solas en su lucha, tienen el apoyo de la Plataforma por la Remunicipalización que lleva añoos en esta lucha por recuperar los servicios públicos en manos de empresas privadas, como el sector de limpieza, jardinería y un largo etc.
Acompañándolas se encuentran las compañeras empleadas del hogar de la asociación SEDOAC, un sector en condiciones de semiesclavitud, que lleva años luchando por derechos tan básicos como cobrar el subsidio por desempleo y que durante la pandemia formaron parte del grupo de los trabajos denominados esenciales, cuidando de toda la familia que permanecía en los hogares durante el periodo de confinamiento. Un sector altamente racializado, en sus reivindicaciones esta acabar con la reaccionaria ley de extranjería.