Reproducimos una entrevista a trabajadoras del Centro de Desarrollo Infantil que administra la Fundación María de los Ángeles, donde asisten a hijos e hijas de victimas de trata, violencia de género y madres solteras. Explican la situación de precariedad laboral en la que se encuentran y reclaman por una deuda salarial de tres meses que pone en duda su continuidad.
Lunes 27 de mayo 23:04
¿Cuál es el reclamo que tienen hacia la Fundación María de los Ángeles?
Me llamo Maria Lorena, soy empleada del CDI Los Angeles de María que pertenece a la Fundación de Susana Trimarco. Reclamamos que nos paguen sueldos adeudados desde febrero a abril, y que nos registren como trabajadoras con derechos. Somos seis personas que trabajamos como personal auxiliar docente dentro del aula, asistíamos turno mañana y turno tarde de lunes a viernes, 6 horas diarias desde hace dos años. Trabajamos de manera precaria, nos obligaron a hacernos monotributistas, sin seguro, obra social o aportes, no nos cubrían asuetos, tampoco cuando había paros de transporte, paros, o licencias nos hacíamos cargo solas de 25 chicos.
Giuliana, también soy auxiliar docente y en mi caso durante el tiempo que no nos pagaron me tuve que hacer cargo sola del aula porque lamentablemente mi compañera docente tuvo dengue y estuvo un mes enferma. Como era principio de año fue en el proceso de adaptación de los nenes, después me enferme yo, tuve una infección en la muela, me tuve que pagar el tratamiento y endeudarme porque no nos pagaban.
¿Tienen comunicación con los padres de sus alumnos?
Si, nosotras ademas cumpliamos un rol de mucha ayuda a los chicos, de asistencia muy cercana sobre todo los que tenían algún tipo de dificultad, tenemos una relación afectiva con ellos. Algunos padres nos dijeron que sus hijos no quieren ir al jardín porque no está su maestra, y nos enteramos que la dirección hizo trascender de que no íbamos porque estábamos enfermas.
Ustedes hacian tareas iguales a las otras docentes pero estaban precarizadas, ¿el salario era diferente también?
Hola soy Melina. Si, el trabajo era el mismo, pero nosotras cobrábamos mucho menos. Hasta fines del año pasado cobrábamos 110 mil pesos mensuales. En enero pasamos a cobrar 170 mil, pero solo un mes porque en febrero ya nos dejaron de pagar. Ademas de tener que abonar el monotributo, la Fundación nos retenia un porcentaje del salario, por ser organismo de retención según nos explicaron algunos contadores.
¿Qué les decían durante los meses trabajaron sin cobrar?
Mi nombre es Gisell, siempre nos dijeron que tengamos paciencia, que nuestros contratos se iban a renovar, con un contrato mejor, y nos hacían ir a trabajar igual. Incluso estando enfermas teniamos que ir, con dengue nos pedían si o si certificado de CAPS. Mientras tanto pasaba el tiempo, tenemos deudas con el monotributo que nos tenemos que hacer cargo nosotras aunque no cobrábamos nuestro sueldo. Es decir que pagamos y nos endeudamos para poder trabajar.
Soy Carolina, yo hacía la limpieza en el jardín Durante los meses que no nos pagaron tenia que sacar de mi bolsillo para el colectivo que está cada vez mas caro, y como no tenia para pagar el colectivo decidimos con mi marido salir a cortar el pasto en el barrio, limpiando casas, podando árboles pero no nos alcanzaba. Ahora lamentablemente tuve que dejar a mis dos hijos solos en casa para trabajar de empleada doméstica cama adentro. La verdad que estamos pasando una situación horrible, quisiera que esta situación mejore para poder volver a trabajar en el jardín y que mis derechos como trabajadora se cumplan.
¿Tuvieron alguna respuesta al reclamo que están haciendo?
La verdad que no. Con la ayuda de los abogados del CeProDH quisimos presentar una nota formal en la fundación pero no la quisieron aceptar, nos obligan a ir por la vía judicial. Nos parece lamentable que nos traten así después de trabajar con ellos tanto tiempo. Después de intentar presentar la nota nos dijeron que nos iba a pagar el mes de febrero, pero vamos a seguir peleando para que nos den la deuda del marzo, abril, la deuda del monotributo y nuestro derecho de ser trabajadoras registradas. Vemos necesario para la educación de los chicos que volvamos a trabajar con ellos junto con nuestras compañeras.
En un contexto donde la pobreza infantil está en un 70%, se debería garantizar la fuente de trabajo del personal abocado a educar y asistir a los mas vulnerables, hijos e hijas de victimas de trata, violencia de género o madres solteras. Las trabajadoras no saben el por qué de esta situación, si es por un recorte presupuestario de Nación, como ocurrió durante el gobierno de Macri en 2017, o si se trata de otro motivo.