Las trabajadoras de las cafeterías en políticas y psicología llaman a la huelga tras meses de impagos por parte de la empresa subcontratada por la universidad.
Miércoles 27 de abril de 2022
En la Complutense se cometen abusos a los derechos laborales. Las trabajadoras de las cafeterías de las facultades de psicología y de políticas y sociología llaman a la huelga del día 3 al 5 de mayo tras meses de nóminas atrasadas y prácticas abusivas por parte de la subcontrata, con la total pasividad por parte de las instituciones universitarias.
Según el documento que han mostrado al alumnado y profesorado, “nos vemos obligados a realizar paros oficiales” a raíz del “impago de las dos últimas nóminas por parte de la empresa adjudicataria de la contrata de la cafetería”.
“Contactamos con la empresa en numerosas ocasiones para que nos abone los horarios pendientes (…) no nos los han abonado”, nos contaban desde el personal. Según ellas, en una de las facultades, el personal lleva desde el pasado mes de octubre sin cobrar. “Nos deben el mes de febrero” y “las nóminas nunca están bien hechas: siempre falta dinero”.
Si bien el paro se convoca por el impago, sufren una situación de precariedad agravada debido a la notable cantidad de abusos empresariales que practica la empresa General Sister SL. “En las vacaciones de Navidad en vez de tener las vacaciones que nos correspondían nos mandaron al ERTE, el cual aún no hemos cobrado. Después del ERTE se han incorporado todos y seguimos sin cobrar. Y ahora nos dicen que las vacaciones que no se disfruten se pierden”.
Según testimonian, la empresa no comunica por escrito ni el ERTE ni las vacaciones que les corresponden, figurando como activo en el registro. “Nadie ha firmado que estaba en ERTE”. “En Semana Santa tampoco nos han comunicado las vacaciones”. “Eso no es ni bueno ni malo, es ilegal”.
Dentro de las demandas se exige que la empresa cubra las bajas. “En psicología no hay cocinero y lo están cubriendo o bien personas sin contrato o directamente se ve obligado un ayudante a cocinar”.
Además de estas denuncias, las condiciones laborales son cada vez más deficientes. Según nos cuentan alumnos de la facultad, “en unos años se han reducido la mitad de empleados que había en la cafetería, por lo que tienen que hacer el doble de trabajo”. Como nos contaban las trabajadoras, “ni siquiera nos han ofrecido hacer el reconocimiento médico, o dotarnos de uniformes homologados”, los cuales han tenido que comprar ellas por su cuenta.
Los impagos no se reducen solo a los salarios. “Tenemos problemas con los proveedores porque la empresa no está al corriente de pago. Tenemos que pagarles en el momento, porque sino ya no lo aceptan”. Esta situación, relatan: “es una tensión constante” teniendo que escuchar “cosas que no son agradables”.
Por lo visto, la situación no es nueva. La anterior subcontrata Valbuena Dam SI ya hacía las mismas prácticas y con General Sister SL sigue siendo igual. “Siempre se nos ha dicho que eran empresas que no tenían nada que ver. Lo curioso es que es el mismo señor el que vino entonces y el que ha venido ahora, a pesar de que los papeles los firma una señora a la que no conocemos”. Cuando van a contactar con la gestoría, afirma que “no contesta a trabajadores”.
Según algunos alumnos testigos, “muchos de los trabajadores cuando les preguntamos ni siquiera sabían para la empresa que estaban trabajando”. La empresa, tras el anuncio de la huelga, les ha contactado para una “conciliación”, pese a que hasta ahora no habían dado respuesta alguna.
Sobre las responsabilidades institucionales de esta situación, éstas recaen directamente sobre el Departamento de Contratación del Rectorado de la UCM, junto con los decanatos y gerentes de las respectivas facultades. Estos órganos son completamente conocedores de la situación y tienen las competencias con respecto a la gestión de las cafeterías.
Al preguntar a las trabajadoras si éstos ignoraban sus demandas, nos responden que: “nosotros solo sabemos que no cobramos”.
Si bien los trabajadores de muchos sectores adjuntos a la facultad están infrarrepresentados en los órganos de gobierno de la universidad, las trabajadoras de servicios privatizados de la facultad directamente carecen de representación. Su exclusión absoluta se acentúa con las recién aprobadas “Leyes Castells”, que le conceden mayor representación y poder a las grandes empresas en los Consejos Sociales de las universidades.
Los estudiantes venían meses mostrando quejas con la notable subida de precios de la cafetería, que contrasta con lo que ven las trabajadoras y es que, según nos contaban, la cafetería no tiene problemas de rentabilidad. “La realidad es que cobramos y sabemos el dinero que entra en las cajas”. Por esta razón tampoco entienden por qué se aplicó un ERTE en la facultad.
Al no ver otra vía posible, las trabajadoras en varias facultades distintas se han organizado para convocar el paro a pesar de la pobre atención continuada por parte de todos los organismos y las burocracias sindicales a la situación que están sufriendo. “Hemos tenido que unirnos porque es que no nos hacen ni caso”. “Lo único que reivindicamos son nuestros derechos”. Según ellas, “llevaremos la lucha hasta que cobremos”. “Lo único que queremos es cobrar el salario que justamente hemos trabajado”
Frente a este escenario, el movimiento estudiantil se ha mostrado favorable desde un primer momento a la huelga de las trabajadoras. Organizaciones políticas, asociaciones y la Asamblea de Somosaguas han convocado una asamblea abierta en el patio de la cafetería de Políticas o Ágora, el día jueves 28 a las 16:15 en apoyo a las trabajadoras.